No debería ser / Aizawa X TN

Profesional.

Llegó el día  en el que partiría a trabajar con Hawks.

Aizawa fue a verme a mi casa, dónde se encargó de llenarme de besos y abrazos por los días que no nos veríamos, además me llevó a la estación del tren, acompañándome de forma más discreta.

-TN, por favor ten mucho cuidado. Quiero que seas prudente y si de repente te encuentras con algo que no puedas manejar, déjalo a los profesionales.- dijo el mayor.

-Lo sé, no te preocupes, todo saldrá bien.- Le contesté con una sonrisa.

-Una cosa más... Si ese pajarraco se atreve a intentar algo contigo, quiero que me llames inmediatamente o abandones el lugar.- Dijo mostrándose más serio de lo normal.

-Tranquilo. Te prometo que estaré bien.- respondí mientras guiñaba el ojo.

Finalmente el tren llegó y nos despedimos con un apretón de manos, como buenos profesor y alumna que somos, respectivamente.

Luego de un par de horas de viaje, llegué a la agencia mientras me invadían los nervios. Estaría trabajando con uno de los héroes más grandes, además de ser muy jóven para haber alcanzado ese puesto. Trataría de presionarme a mí misma para lograr ser tan grande como Hawks.

Su asistente me hizo pasar a la oficina del héroe, mientras yo no podía controlar el sudor de mis manos por lo nerviosa que estaba.

-TN, ¿Cierto?...- Preguntó.

Asentí con la cabeza.

-Me presento nuevamente. Soy Keigo Takami, mejor conocido como el héroe profesional: Hawks. Mucho gusto.- dijo mientras extendía su mano.

Sequé disimuladamente el sudor de mi mano con mi ropa y la extendí para responder el saludo.

-Bien. El día de hoy trabajarás conmigo. Haremos un recorrido por la ciudad y te daré algunos consejos. ¿Qué te parece?.- dijo mientras mostraba su brillante sonrisa.

-Si... Eso suena muy bien. Gracias por la invitación.- contesté devolviéndole la sonrisa.

-Excelente. Ve a ponerte tu traje. Nos vamos en una hora.-

Me asignaron un dormitorio dentro de la agencia. No era demasiado grande, pero realmente no iba a pasar mucho tiempo en él. Me apresuré a cambiarme para regresar con Keigo.

-Estoy lista.- dije entusiasmada.

-Entonces vámonos.- respondió el héroe.

Estuvimos recorriendo las calles de la cuidad mientras me daba algunos consejos en los procedimientos contra villanos y me contaba algunas anécdotas dónde las cosas no habían salido bien.

Así pasaron algunas horas, hasta que me armé de valor y decidí preguntarle -Señor Hawks, ¿Puedo hacerle una pregunta?.-

-Llámame Hawks, y cuando estemos fuera de el horario de entrenamiento puedes llamarme Keigo. ¿Cuál es tu pregunta?.-

-Está bien, Hawks... Mi pregunta es... ¿Por qué me invitaste? Yo ni siquiera participé en el festival deportivo, además de que creo que no estoy al nivel de varios de mis compañeros.

Por unos momentos la persistente sonrisa de el héroe desapareció. -Acaso tu... ¿No quieres estar aquí?...- Preguntó con un tono de voz serio, muy diferente a cuando habla normalmente.

-No no no no.... Nada de eso... Es sólo que... Realmente me sorprende que te hayas atrevido a enviarme una invitación sin siquiera conocer mi desempeño.- respondí un poco cabizbaja.

-Ya veo. No te preocupes por eso.- dijo regresando su sonrisa y su habitual tono alegre de voz. -Verás, sé de muy buena fuente que durante el ataque de los villanos a la UA, te enfrentaste directamente a uno de ellos, uno al que ni siquiera alguien como Eraserhead pudo derrotar. Recibí información sobre tu Quirk, es impresionante, pero parece que no tienes mucho control sobre él. También parece que te tienes en muy baja estima. Decidí traerte conmigo para ayudarte a explotar todo lo que tienes para ofrecer. Además de que me pareciste una persona muy valiente y... Bueno... Para ser sincero... Tienes una linda sonrisa.-

-B-Bueno... Gracias.- De mí no pudieron salir más palabras. Me sentí muy alagada.

-¿Qué te parece si mañana, en vez de patrullar, me dedico a entrenarte todo el día?- preguntó

-¿De verdad?- Dije sorprendida.

-Si tú estás de acuerdo, claro.-

-¡Por supuesto! Muchas gracias.- Respondí emocionada.

Así terminó mi primer día en la agencia de Hawks. Estaba muy  feliz, además de que las palabras de el profesional  habían subido la confianza que tenía en mí misma.

Ya en mi habitación, estaba a punto de tomar una ducha, cuando recibí una llamada. Era Aizawa.

-Hola.-

-TN, hola. ¿Cómo te fué?-

-Aizawa... Que alegría escucharte. Tuve un gran día.- Procedí a contarle todo lo que pasó (omitiendo la parte en la que Keigo dijo que tengo una linda sonrisa).

-Eso suena muy bien. Felicidades. Ten mucho cuidado en los entrenamientos, ¿Entendido?.-

-Claro que sí, todo estará bien.-

-Confio en ti. Sé que te convertirás en una gran heroína.-

-Gracias, realmente estoy muy feliz.-

-Eso parece. Yo... Te extraño... Será duro no verte en varios días.- dijo con una voz algo melancólica.

-También te extraño mucho, pero lo hago para acercarme a ser la mejor heroína que ha existido.- respondí tratando de animarlo un poco. -además, prometo recompensarte cuando esté de regreso.- dije con una risa traviesa.

-Eso me interesa.- dijo él, siguiéndome el juego. -Saliendo de el tema, ¿Sabes si tú hermano cambió su número telefónico?.-  Pueguntó.

-Que yo sepa, no. ¿Hay algún problema?- pregunté algo inquieta.

-No, tranquila, está todo bien, es sólo que necesitábamos consultarlo por asuntos escolares y su teléfono suena como desconectado.-

-Ya veo. Debe estar ocupado, o en alguna conferencia, a veces es así, sólo déjenle un mensaje y el después regresará la llamada.- respondí despreocupada.

-De acuerdo. Tengo que colgar. Cuídate mucho. Te amo.- se despidió

-También te amo, adiós.- colgué.

No podía describir la sensación de paz que sentía sólo de escuchar su voz. Definitivamente pude decir que tuve un gran día. Estaba lista para descansar y sentía que todo a mi alrededor era armonioso y maravilloso.