Negociación

3.4K 253 34
                                    

Después de perder la conciencia, desperté en una pequeña y oscura habitación. Estaba atada de manos y pies en una cama, sin nada a mi alrededor, más que una silla y una mesa con una vela encima que apenas iluminaba la habitación.

Recordé todo lo que había sucedido. No sabía cuánto tiempo había estado inconsciente y me preocupaba saber qué había sido de mis amigos y de Aizawa, quería saber si estaban a salvo o si siquiera se dieron cuenta de que yo había desaparecido.

También recordé las tormentosas palabras de Dabi, aquellas que me habían hecho creer que no tenía ningún sentido esforzarme tanto cada día para tratar de convertirme en profesional.

Sentí un vacío aún más grande que el que ya  sentía. Al mismo tiempo, trataba de convencerme a mí misma de que lo hice por qué era lo correcto. -"Yo sabía que no sería fácil, pero es lo correcto"- me decía. Sin embargo, en el fondo pensaba -"Lo correcto... ¿Para qué? No tiene caso luchar por una causa perdida ¿O si? ¿Y si ese tal Dabi tiene razón?"- seguía teniendo un debate interno. -"¡Tonterías! Aizawa no es cómo el dice. Él jamás se ha interesado en salir en noticieros ni en lucir bien para la prensa. Él es diferente... Él... Es un héroe."-

Mi batalla interna se vió interrumpida por Dabi, que entró a la habitación, tomó la silla y la colocó a un lado de la cama para sentarse.

-TN, veo que por fin despiertas. ¿Dormiste bien?- preguntó en forma sarcástica.

-¿Dónde estoy y qué es lo que quieres?- Cuestioné violentamente.

Dabi soltó una risilla y respondió -Estamos en un escondite, así que tranquila, nadie más sabe dónde estamos. Ni siquiera mis compañeros.-

-Así que no estabas sólo, después de todo. ¿Qué es lo que quieres?- pregunté.

-A ti.- dijo para después reír nuevamente.

-¿Eh?-.

-Bueno, digamos que me ayudarás con una sorpresa para un viejo amigo.- dijo

-¿De qué demonios hablas? No te ayudaré en nada.-

-¿Enserio? ¿Ni siquiera por conveniencia?- preguntó intrigante. -Tal vez yo podría ayudarte a encontrar a los responsables de la muerte de tu hermano. Claro, siempre y cuando estés dispuesta a ayudarme.-

-¿Por qué razón creería algo de lo que me dices? Después de todo, eres un villano.- respondí tajante.

-Por que quiero ayudarte. De haber querido matarte, lo habría hecho en el bosque, en cuanto tuve la oportunidad ¿No te parece?-

-No sé por qué no lo hiciste. No es cómo que haya mucha diferencia.- dije en tono sarcástico.

-Vaya, vaya. Cuánta negatividad. ¿No sé supone que eres aspirante a héroe profesional?- dijo sarcástico.

-Ese no es asunto tuyo. Si vas a matarme, hazlo y ya.- respondí duramente.

Dabi rió. -¿Quién lo diría? Una chica tan prometedora y con tanto potencial como tú ¿queriendo morir? Vaya. No me lo esperaba.-

Volteé la mirada hacia el otro lado. Me sentí avergonzada, pero era cómo realmente me sentía. Hasta ese momento había tratado de mantenerme positiva y alegre, pero sabía que sólo era una máscara para no preocupar a los que me rodeaban. La muerte de mi hermano y la pérdida de la memoria de Shota fueron los detonantes de todo el caos que había dentro de mi.

-Te propongo un trato. Te ayudaré a encontrarlos sin pedir nada a cambio. Te mostraré la verdad acerca de cómo funciona la sociedad. Si después de atraparlos, quieres devolverme el favor, será decisión tuya. ¿Qué dices?- dijo más pacífico.

Una parte de mi se negaba a colaborar con un villano, sin embargo, la otra parte quería justicia. No. Era más que eso. Quería venganza. Por mi hermano, por Aizawa, pero sobretodo por mí. Por qué me habían robado todo lo que me quedaba, incluso mis sueños. Ya no tenía nada que perder.

-Acepto.- Dije sin pensarlo más.

Dabi se levantó de la silla y se acercó a la cama para desatarme.

-Bien. Te daré algo de comer y después saldremos.- dijo mientras salía de la habitación.

Me senté en la cama mientras trataba de procesar todo lo que estaba pasando, sin embargo no podía sentir nada al respecto. No me sentía mal por buscar justicia por mi propia mano, al final de el día era justicia.

Dabi regresó con un plato de comida de dudosa procedencia (y de dudosa calidad), me lo dió y empecé a comer. Sinceramente, la comida estaba espantosa, pero supongo que no había de dónde escoger.

Después de eso, me dió un abrigo negro.

-Póntelo. No queremos que llames demasiado la atención.- dijo y se dió la media vuelta.

Ni siquiera me había percatado de que todo éste tiempo, sólo llevaba puesto unos shorts azules y una blusa sin mangas. Terminé de ponerme el abrigo y salí de la habitación detrás de él.

Nos dirigimos a pie a las afueras de la ciudad de dónde nos encontrábamos. Nos detuvimos en un campo abierto rodeado de árboles. Ni siquiera se percibían los sonidos de la ciudad.

-Llegamos.- dijo Dabi.

-Bien. ¿Y ahora qué?- respondí algo confundida.

-Ahora atácame.- dijo con una sonrisa en el rostro.

-¿Eh?-

-Atácame. Dame con todo lo que tienes. Te voy a enseñar a luchar enserio.-

Sin pensarlo más, comencé a atacarlo con mi quirk.

Después de varios intercambios de disparos y golpes, me pidió que me detuviera.

-Te dije que me atacaras con todo lo que tienes.- dijo retándome.

-¡Eso hago!- le grité frustrada.

-¡No, idiota, no lo haces!- gritó aún más fuerte.

-¡¿Entonces qué demonios estoy haciendo?!-

-Te estás conteniendo. Cuándo luchamos en el bosque, también te estabas conteniendo, lo que me hace pensar que toda tu vida te has contenido. ¡Por eso tú quirk no se desarrolla! ¡Por eso nunca sobrepasas tus límites! Ni siquiera llegas a ellos. Pones un estúpido límite, por qué así te lo enseñaron.- reclamó.

Dabi tenía razón. Siempre fui un desastre, y por eso, yo misma me puse muros y límites, para no lastimarme y para no lastimar a los demás. Así fue desde que mis padres fueron asesinados.

Los únicos momentos en los que me sentí segura y aceptada eran con Shota. Él me conocía imprudente, testaruda, enojada, depresiva... Él me conocía en todas mis facetas y aún así me amaba. Jamás tuve que aparentar con él.

Quería sentirme así nuevamente. No volvería a limitarme.

Al perder los límites, también se iría el miedo.

Estaba lista para sentirme libre otra vez.





No debería ser / Aizawa X TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora