Vida

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Aquí termina esta historia. De verdad espero que les haya gustado. Yo disfruté mucho escribiéndola y leyendo sus comentarios.
Gracias por todo el apoyo. <3

Una mañana desperté nostálgica, pensando en todo lo que había logrado.

Me gradué de la UA y estuve trabajando por un tiempo en la agencia de Hawks.

Al tener los medios necesarios, después de un tiempo, logré capturar a el asesino de mis padres. El hombre resultó ser un asaltante peligroso que ya había asesinado a otras personas.

Después de una ardua investigación y cooperación con la policía, logramos desmantelar DXT, el laboratorio que terminó con la vida de mi hermano Dai. Comprobamos que el laboratorio tenía nexos con traficantes de drogas y habían cometido incontables delitos de corrupción.

Estuve en el top de héroes dos años consecutivos, pero me retiré de forma temporal.

Extrañaba un poco la vida de héroe. Amaba toda esa adrenalina y emoción de el día a día.

Por un momento dejé salir un par de lágrimas. Estaba acostada en la cama, no podía ni levantarme y últimamente lloraba por todo.

-¡Maaaaaaaamiiiiiiiii!- Entró Eri gritando a mi habitación. -¡Ya levántate o se hará tarde!-

-Lo siento. No puedo levantarme.- me disculpé con ella.

-¿Por qué lloras?- preguntó secando mis lágrimas.

-No lo sé. Supongo que sólo amanecí muy sentimental.- respondí sonriendo.

-Iré por papi para que te ayude.- dió la vuelta y salió corriendo de la habitación.

A veces me sentía torpe e inútil. Odiaba esa sensación y eso me hacía llorar aún más, supongo que me había vuelto muy sensible.

-¿Otra vez tienes problemas?- Dijo Shota desde la puerta de la habitación.

-Lo siento.- dije avergonzada.

Aizawa rió y se acercó para ayudarme.

-No creí que sería tan complicado.- le dije.

Él me tomó de las manos y me ayudó a sentarme en la cama.

-Tranquila preciosa, aquí estoy para lo que necesites.- dijo sonriendo.

-Gracias amor.- respondí.

El se inclinó para besar mi vientre, que había crecido demasiado luego de ocho meses de embarazo.

-¿Cómo amaneció el pequeño Shota?- preguntó con voz mimada.

Sonreí al verlo así -Él está muy bien. Cada día se mueve más y me deja dormir menos.- respondí.

-Lo sé. Por eso te dejé dormir hasta tarde hoy, sólo que Eri estaba muy emocionada  y vino a despertarte en un descuido.- dijo

-Me lo imaginé. Me daré un baño.-

-Bien. El desayuno ya casi está listo.- me dió un beso en la frente y se fue.

Era realmente feliz. Me había casado con Shota hace dos años y se nos permitió adoptar a Eri. Vivíamos en la casa de mis padres y estábamos esperando un bebé.

Terminé de bañarme y fui a desayunar con mi familia. Después de eso nos arreglamos, ya que era un día muy importante: Izuku, Shoto y Katsuki iban a abrir su propia agencia. Estaba muy orgullosa de ellos, ya que yo fui testigo de lo mucho que se habían esforzado para llegar a dónde estaban.

Asistimos al evento, dónde estaban varios héroes reconocidos y varios de mis excompañeros.

En dicho evento estaba Hawks, quién no dudó en acercarse a saludar.

-TN, Shota, ¿Cómo les va?.- dijo tan alegre como siempre.

-Muy bien, gracias.- respondí.

-¿Han pensado en mi propuesta?- preguntó Hawks.

-No. Definitivamente no vamos a ponerle Keigo al bebé.- respondió Shota en seco.

-¡Vamos! Sería increíble que se llamará con su tío Keigo.- insistió.

Siguieron discutiendo como un par de niños, mientras yo me divertía escuchándolos.

Después de la fiesta Eri insistió en quedarse con Mirio, así que dejamos que se fuera con él.

Aizawa y yo subimos al auto, dónde me quedé profundamente dormida. Últimamente era normal que me cansara mucho haciendo muy poco.

-TN, ya llegamos.- habló Shota para despertarme.

Abrí los ojos, pero noté enseguida que no estábamos en casa.

Aizawa se bajó de el auto para abrirme la puerta.

-Shota... ¿Qué hacemos aquí?- pregunté confundida.

El sonrió y preguntó. -¿Recuerdas éste lugar?-

Por supuesto que lo recordaba. Era el mismo lugar donde Aizawa había terminado conmigo hace varios años.

-Claro que sí. En éste lugar rompiste mi corazón.- dije seria.

-Oye, no seas tan cruel.- dijo Shota ofendido.

Reí. -Sólo bromeaba.-

-Ha sido de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar en mi vida, ¿Sabes?- Dijo mientras me abrazaba por detrás. -Tenía mucho miedo de dejarte ir y que encontraras a otra persona que te hiciera más feliz que yo.-

Me giré para abrazarlo de frente.

-Pero regresé a ti, así cómo tú regresaste a mí.- dije y lo besé.

-Si. Y no tienes idea de lo feliz que me hiciste cuando aceptaste casarte conmigo.- dijo y me besó nuevamente.

-¿Y ahora eres feliz?- pregunté.

-¿Bromeas? Es un honor compartir el resto de mi vida contigo. Eri, el pequeño Shota y tú me hacen el hombre más feliz sobre la tierra.- me respondió.

Nos quedamos abrazados viendo el mar nocturno y conversando sobre la vida.

Shota se convirtió en mi complemento, mi apoyo, mi mejor amigo. Todo lo que podía necesitar, lo encontré en una sola persona.

Yo lo amaba tanto como él a mí y nuestro hogar se convirtió también en el de Eri, a quién amaba como una hija antes de que lo fuera.

Probablemente no debí haberme enamorado de mi profesor, un hombre extraño, reservado, gruñón y hasta maquiavélico diría yo, pero al hacerlo, descubrí que también era el más amoroso, atento, cariñoso y tierno. Y así lo amaré hasta mi último respiro.

No debería ser / Aizawa X TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora