Límites

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El segundo día de campamento iniciamos con los entrenamientos intensivos. Éstos consistían, básicamente en rebasar nuestros límites constantemente para desarrollar nuestros quirks.

Los chicos de la clase 1-B también entrenaban.

En mi caso, debía liberar energía constantemente para aumentar mi resistencia, pero además de eso, quería comprobar si la teoría de Hawks era cierta. Quería saber si podría esforzarme lo suficientemente para poder volar, o por lo menos impulsarme lo suficiente para mejorar mis ataques.

El entrenamiento era brutal. Estaba muy cansada, pero no teníamos permitido detenernos. Ante cualquier pensamiento de derrota, recordaba el lema de la UA "Plus Ultra". Los profesionales nos alentaban constantemente a seguir superando nuestros propios límites.

Sentía irritados los poros de mi cuerpo. Después de varias horas de entrenamiento, el cuerpo me ardía.

Al final de el día todos estábamos hechos polvo, aún así llegamos a cocinar la cena y nos fuimos a dormir.

Al tercer día de campamento continuaron los entrenamientos. Ésta vez trataba de impulsarme lo suficiente con mi Quirk concentrado en las piernas para saltar lo más alto posible y así cubrir mayores terrenos.

-¡Esfuérzate! -Puedes hacerlo.- Me repetía a mí misma cada vez que lo intentaba, hasta que me sentí lista para dar un salto más grande. Había entrenado por varias horas, mi meta era saltar unos 5 metros de altura sólo impulsando mis piernas con mi Quirk. A pesar de que mi cuerpo estaba cansado, no quería terminar el día sin al menos haber saltado a esa altura. Tomé impulso, concentré toda la energía posible y salté... ¿Un metro?

-¡Aaaah no puede ser!- refunfuñé. Sabía exactamente lo que estaba pasando.

-¿Qué pretendías exactamente? ¿Morir?- cuestionó Sota acercándose a mí.

-¿Por qué borró mi quirk?, Sensei.- dije con gesto de desagrado en el rostro.

-Sólo te detuve para que no salieras lastimada. Pretendías saltar unos ¿5 o 6 metros? Es una meta ambiciosa, pero en tu estado habrías tenido un mal aterrizaje y te habrías roto un par de huesos. Deberías ser más prudente con lo que haces.- dijo Shota, mientras sentí que me analizaba con su mirada.

-Eso ya lo sé, pero no me importa- respondí de forma grosera. En realidad si me importaba, pero lo menos que quería en ese momento era tener a Shota cerca de mi. -Si me disculpa, creo que terminé por hoy.- recogí mis cosas y me alejé de él.

-De igual manera, seguiré vigilándote, TN.- dijo y se dirigió hacia el lado contrario al que yo iba.

Mientras más lejos estaba, sentía un hueco en el pecho que se iba haciendo más grande con cada paso. No podía creer cuánto me afectaba estar cerca de él. Tratar de alejarlo de mi me lastimaba, pero me convencía a mí misma de que era lo mejor.

Finalmente terminó el entrenamiento y lo que seguía era una "prueba de valor", una actividad recreativa entre los grupos, como en un campamento normal. Realmente no tenía ganas de "divertirme", así que pedí permiso a una de las Pussycats para retirarme a los dormitorios, con la excusa de que me sentía enferma, a lo que ellas accedieron y terminé por retirarme.

Una vez en el dormitorio, me di un largo baño para poder relajar mi cuerpo y tratar de descansar, sin embargo, apenas salí de el baño, percibí un olor extraño, como si algo se estuviese quemando. Me apresuré a ponerme una blusa y unos shorts y  de inmediato tomé mi teléfono para intentar comunicarme con mis amigos, pero nadie respondía.

Traté de mantener la calma, pero sentía que algo no andaba bien, así que decidí echar un vistazo en los dormitorios para asegurarme de que no se estuviera quemando nada ahí adentro.

Después de inspeccionar el lugar,  parecía estar todo en orden, pero el olor a quemado se percibía cada vez más.

Tomé una sudadera y una linterna y salí hacia el oscuro bosque para tratar de reunirme con los demás.

Pasé varios minutos caminando, hasta que logré ver a lo lejos una especie de brillo azul y me dirigí en esa dirección para averiguar si esa era la causa de aquel olor. Al irme acercando cada vez más, me di cuenta de que aquel brillo, en realidad, eran las llamas de un fuego azul celeste que estaba consumiendo parte de el bosque. Rápidamente corrí hacia esa dirección de modo que pudiese encontrar la forma de extinguirlo.

Al llegar ahí, me di cuenta de que el incendio era más grande de lo que parecía. -"¿Un incendio así en una parte aislada de el bosque? Esto definitivamente fue provocado, pero ¿Por quién? Y más importante ¿Con qué objetivo?- pensé mientras trataba de buscar la forma de apagarlo.

-"Se supone que casi nadie estaba enterado de el campamento. No puede ser coincidencia. ¿Cómo estarán los chicos? Y... ¿Cómo estará Aizawa?.

¡Rayos! Si tan sólo puediese comunicarme con ellos-

Al ver que nada de lo que hacía funcionaba para extinguir las llamas, opté por retirarme de el lugar e ir en busca de alguno de los profesionales o de alguien que pudiese ayudarme, pero mi plan cambió rápidamente, ya que entre las sombras de los árboles, se veía una silueta que apenas se iluminaba con la luz de las llamas.

Entrecerré los ojos para poder verla mejor, y convencerme de que no era un producto de mi imaginación, cosa que fue descartada al recibir un ataque con dicho fuego azul.

-¡No puede ser!... ¡Eres... Un villano!.- balbuceé. Quedé paralizada un momento, pero sabía que no era momento de dudar.
-"No es momento de dudar. Seguramente no está actuando sólo, así que debo darme prisa para encontrarme con los demás"- pensé.

-¿Acaso no es obvio?- dijo sarcástico y rió. -Deberías ir corriendo a buscar a un profesional. Claro, ¡Eso si logras escapar de mi!-

Inmediatamente lanzó otro ataque. Yo disparé mi quirk para disolver las llamas en el aire y, para mí sorpresa, funcionó.

-¡Bien! ¡Ven con todo lo que tengas!- grité y me preparé para pelear.

El tiempo estaba corriendo y mientras más tiempo pasara, había más posibilidades de que mis amigos también sean atacados.

No debería ser / Aizawa X TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora