2. Adoptar un Pablo

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3 meses atrás...

PABLO

Mi Tablet busca la página internet, la miro intensamente, pacientemente, y lo que me parece una eternidad. El resto de la habitación esta bañada en la obscuridad aparte la luminosidad amarilla de la pantalla. La música de Conrad Sewell "Firestone" en acústico suena, y me da un poquito de valor por lo que estoy a punto de hacer.

La página de color gris y rosa me ataca las pupilas; adoptauntio. Secciones: Pijos, intelectuales, hípster. Y aparecen algunas fotos de chicas.

-¿Qué coño hago aquí? -me pregunto a voz alta antes de apagar mi Tablet, más rápidamente que la luz, sin olvidar de cerrar la ventana secreta, a no ser que empiece a recibir publicidades de este estilo de sitios webs.

Activo la alarma de mi móvil, contesto rápidamente al WhatsApp de la familia, a algunos amigos y lo dejo en mi mesita de noche. Cojo mi libro "listen to this" de Alex Ross, es la segunda vez que lo leo, pero esta vez con más calma. Mis ojos acarician las palabras en inglés pero mi mente se va. 

Empecé mi pausa hace 3 meses, un descanso que me está permitiendo formarme con los mejores guitarristas, mejorar mis movimientos y mi voz, viajar y conocer gente increíble.

También he podido cruzar el camino de algunas mujeres excepcionales, y chicas simpáticas, pero no hay nada de serio. Nada que me atraiga, nada que me seduzca, de nuevo caigo en las relaciones rápidas aunque no me interesan. Ya sé que en tres meses no voy a enamorarme, casarme, tener 2 hijos, pero joder... Alguna luz al final del túnel al menos. 

Y ya sé que dentro de tres o cuatro meses Angel empezará a presionarme para empezar a sacar canciones y a grabar. Luego ya se desencadenara todo: Creación del álbum, trabajo, promoción, repetición, gira... 

Y necesito tener alguien a mi lado. Si hay un momento para empezar una relación, es ahora. Pero aún no veo nadie a mí vuelta con quien sea posible construir algo.

Apago el cabrón de Ed Sheran y su buenísimo "Thinking out loud" y cierro mi libro.

Cojo el papelito que Martina me ha dejado con el nombre y la contraseña que la muy capulla me ha creado y que me dio con su cara inocente. Si no fuera mi amiga de infancia y mejor amiga la hubiera echado de mi vida aquella misma mañana.

Es una de las pocas con quien nada cambió, ni la fama, ni su paro, ni mi distancia rompió nuestra amistad. Si no fuera como mi hermana, hubiera sido mi relación ideal. Hace unos años Martina encontró Manuel, su novio, en esta web. Era tema de burla al principio, pero cuando la cosa se puso seria y que nos dimos cuenta que el chaval no era tonto, ni feo, ni fracasado (famosos préconceptos de lo que se encuentra en linea) y que estaba enamoradísimo de Martina, nos callamos y poco a poco entró en la pandilla.

Una mañana de la semana pasada, a las 8, Martina entró disparada en mi piso con dos zumos verdes en las manos. Así era Martina; vivía una vida intensa, llena de abusos y apasionadamente. Compensándolo con una alimentación estricta; zumos verdes a todo va, limpias y purgas a la moda, para equilibrar sus excesos. Habíamos pasado una noche increíble, que yo había abandonado a las cuatro de la mañana. Verla ahí tan temprano fue una sorpresa.

-Buenos días madrugona –le dije divertido de verla aún de ropa de fiesta, con los ojos aún negros de maquillaje y restos de su pintalabios rojo pasión, que había encontrado en mis mejillas antes de irme a la cama.
-Hola, no he dormido, he hecho algo productivo ¡YO! –me dijo dándome uno de los vasos de plásticos llenos de un líquido helado y verde intenso.
-Ahmmmm ¿Quieres abrir una tienda de zumos verdes ahora?
-Oye, capullo, no tengo el chocho para farolillos –me dijo riéndose, cogió un papelito del bolsillo de su chaqueta de piel, y me lo puso debajo de la nariz– ¡Toma!
-¿Y eso qué es? –le dije después de coger el papelito, y mirándola con sospecha.

Saturno En La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora