17. Una coincidencia más

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Barcelona, 
MAGALI

Mientras conduzco mi Lambretta hacía mi centro aprovecho de los semáforos para masajearme en el entre pierna. Vengo de salir de un curso de Air-Yoga, adonde creo que me he jodido el músculo interno de mi pierna al intentar abrir las piernas ahí en el aire. Te das cuenta que no eres del Cirque du Soleil ¿verdad?  Logro aparcarme no muy lejos de mi centro, y saliendo de mi Lambretta siento que tendré que caminar como un vaquero durante el resto del día. Menos mal que tengo cita con una de mis chicas favoritas; Casilda. Que se hará cargo de burlarse de mí, si camino así.

Hace ya unos años que la conocí, era justamente antes de irme a la India. Seguimos las terapias por internet, y es gracias a ella que me vino la idea de proponer mis servicios de coaching en línea cuando vi que hasta a distancia lograba guíarla. Me ayudó también a encontrar fundos para la asociación, haciendo donaciones de algunas de sus pinturas y obras para algún evento de subastas que yo organizaba para traer más fundos para el orfelinato. También me pasó contactos bastante importantes de otros fundadores, lo que ayudó y sigue ayudando el refugio. 

Desde que volví seguimos las sesiones de coaching por internet y teléfono, pero esta vez quiso venir a Barcelona para verme. Elle vive ahora en Valencia, aunque al principio vivía en Málaga, lo que para mí era como un recordatorio de Paco, lo que no pasó desapercibido creo, porque la última vez que hablamos por teléfono, era lunes, y me dijo: "Lo siento decirte esto, pero debe de ser la primera vez que siento que no te molesto cuando hablo de Málaga." Me quedé cortada. Como dijo López, creo que no tengo el talento de cara de póker, vamos que ni voz de póker tengo aparentemente. En general las llamadas o video llamadas se centraban sobre ella, pero finalmente nos habíamos liado alguna que otra vez hablando y una bella amistad había brotado.

Casilda es una chica excepcional. Cuando me contactó, hace casi 10 años, estaba infelizmente casada, viviendo en casa de sus padres, viviendo más o menos de su arte, pero había perdido de vista la razón por la cual había nacido. No entendía por qué estaba siempre tristona y de alguna manera culpaba su hermano menor, porque ella había escogido de quedarse en Málaga, cuando se le había aparecido la posibilidad de irse a vivir a Londres para mejorar su inglés. Y estaba bastante frustrada. Estaba embarazada de su segunda hija en aquel entonces. Pero no estaba del todo feliz.

Empezamos a hablar, y unos años después, casi en el mismo tiempo que yo decidí irme a la India, ella decidió divorciarse de su marido. Se puso las pilas con su arte, tenía sus padres ocupándose de sus niñas y, como una mariposa, salió de su cocón y se transformó en esta independiente, preciosa, dulce y felizmente divorciada mujer. Vive muy bien de su arte, y a conocido un hombre excepcional, con quién a decidido vivir a Valencia.

No todas mis chicas se salen tan bien de situaciones tan duras. La verdad es que a veces puede ser bastante frustrante de ver estas mujeres con un potencial ENORME, despreciarlo, e ignorarlo por tantas creencias que la sociedad en la cual estamos nos incube. Tengo que hacer bastante trabajo sobre mi para no culparme de ser mala coach, cuando las cosas no funcionan. A veces... como digo... no es el buen momento, y muchas veces les digo de tomarse un poquito de tiempo y de volver cuando se sienten más prontas de hacer cambios en sus vidas. Tampoco sirve que me pagan y que se frustran. A veces vuelvan, a veces no.

Pero Casilda hace parte de mi team triunfadoras. Y por eso no hay manera de controlar mi sonrisa cuando llego ahí y la veo delante de la puerta, intentando mirar adentro de mi centro.

-¿Casilda?! -grito .
-Magaliiiiii -me chilla casi corriendo hacia mí para darme un abrazo- Pensaba que estabas dentro.
-Noooo... Vengo de mi Yoga. Anda entramos.

Caminamos hacía el centro, lo que me parece una eternidad ya que intento controlar el "Cow-boy" que está en mí.

-Ehmmm -dice Casilda... mierda- Todo bien? Caminas raro... -dice riéndose un poquito.
-Ya -le contesto, mientra abro la reja de seguridad de mi centro- aventuras mías, ya te cuento...

Saturno En La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora