43. Sin respuesta

75 5 3
                                    


Málaga, 
PABLO

(Dos semanas más tarde)

Me miro en el espejo del baño, y me veo como una mierda. Estoy pálido, he cogido peso, y llevo unas ojeras azules e infladas debajo de los ojos. Me lavo la cara, miro la hora rápidamente en mi móvil, son las 7 de la tarde, y este Jetlag me está costando la vida.

Llegué ayer de Los Ángeles. Un álbum bien avanzado, unas maquetas terminadas, un equipo genial, motivado, positivo, apreciativo. Me siento tan ligero, tan feliz, tan fuerte y tan afortunado de tener un grupo de gente tan extraordinario a mi vuelta. Hay veces que me recuerdo lo difícil, lo complicado y lo horrible que era la presión que me ponía Ángel. Y no hay ni un día que no agradezco a Pablo, López, como lo llama Magali, de haberme abierto los ojos sobre Ángel.

Cuando me di cuenta de que este tenía acceso a mis emails, y me había borrado proposiciones de otras casas de discos y representantes, más grandes y más impactante, fue una caída al infierno. Durante una semana fue cosa atrás otra que me confirmaba de lo cuanto Ángel se aprovechaba de mí. Hasta había borrado emails que mis sobrinas y mi familia me habían enviado durante mis giras, cuando era exactamente lo que necesitaba en aquel entonces, la presencia de mi familia, hacer parte de sus vidas y saber de ellos. Y cuando abrí esta caja de Pandora, la única cosa que me venía en mente era que Magali tenía razón, que mi hermana tenía razón, que toda la gente que me advirtió en el pasado tenían razón.

"¡Irme a Los Ángeles ha sido la mejor cosa que has hecho profesionalmente!!" Me digo al espejo.

Profesionalmente, si...

Mi móvil suena antes mismo que pueda dejar mi mente ir por ahí. Es López.

Si alguien me hubiera dicho que López y yo íbamos a ser tan unidos, después del mal empiezo de nuestra relación, creo que me hubiera reído a la cara de quién fuera. Pero así es. Y solamente es por el alma increíble que llena López. Hablamos casi a diario, y se vino a verme en Los Ángeles. Hicimos los viejos los dos, sentados en la pérgola de la casa que me pusieron a disposición, en un bosque, tomándonos café, o algún vino de California que probamos. Hablamos de música durante horas, de músicos, de artistas que apreciábamos, del trato que unos nos dieron, de la decepción que nos llevamos con otros, escuchamos música, hicimos música, compartimos nuestras nuevas creaciones y, como no, hablamos de Magali. 

López me explicó más en detalle su primer encuentro con ella, su luz, su fuerza, sus ganas de ayudar a su "cliente", y su cara que lo decía todo. Nos reímos. También me habló que, al verla de nuevo, todo le había cambiado, aparte ser rubia, cuando la vio llegar para el evento ahí en el medio de todo este torbellino, apagada, triste, gris y perdida... Me había llegado a odiar. Pero, cuando nos vio juntos, entendió que esto era más complicado que parecía. Lo que hizo nuestra amistad posible, es su moto: No juzgar, no hacer suposiciones. 

Lo que me llevó a bautizarlo con un nuevo apodo:

-Buenas tardes, oh Gurú... -le contesto.
-Buenas tardes, pequeño saltamontes... ¿Qué tal te lo has pasado desde que te deje solo en la ciudad de los bellos ángeles?
-Te has ido hace 3 días... tampoco podía pasar muchas cosas...
-Contigo nunca se sabe... -dice riéndose- Poner alguna chica embarazada... 
-Cabrón... -le contesto, aunque me lo merezca- Ya hemos finiquitado unas canciones con acústica. Creo que ya tengo 4 que harán parte del álbum. Así que fue todo "workworkwork" como dice Rihanna.
-mmmmmh... Melodía a mis oídos amigo mío! Si todas son como las que me hiciste escuchar ¡Lo vas a petar todo!!
-Ya tío, estoy super emocionado. El equipo este... ¡Buah!
-Me alegro tío, Me alegro. Te lo mereces -dice este.
-¡Tienes noticias? -le corto, porque llevamos dos semanas casi sin noticias de Magali, y sé que estamos aguantando, tanto él como yo, de no entrar en este tema.
-No Pablo... -dijo suspirando- No tengo nada.
-¿Has mirado su piso? ¿estabas en Madrid no? -le pregunto, con la última esperanza.
-No hay nada, ni cajas de mudanza, ningún movimiento desde que se fue a Barcelona.
-Bueno... Miraremos si esta noche estará en la fiesta de Ella.
-No creo que esté... Y sinceramente, creo que deberíamos hablar con tu hermana y con Martina, porque tengo un mal sentimiento -me dice mi amigo.
-Ya entiendo por qué los dos habéis hecho migas. Esto de los malos sentimientos es típico de Magali también –le digo en un intento de tranquilizarlo y respiro fundo, desesperado, porque me suena esta situación-. Así es Magali Pablo... Ya te lo dije, te lo expliqué. Su manera es huir. Y se mantiene que es para el bien de todos... Pero nunca pregunta el impacto que esto tiene en nuestras vidas. Así es ella. Así que...
-Te intentas convencer ¿verdad? -me corta López.
-Tengo que irme...
-Eso pensé...
-Nos vemos en un rato ¿vale?
-Yup...

Saturno En La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora