Saturno En La Tierra

13. Soy Ella

MAGALI

Me estoy maquillando en el baño de mi habitación del hotel W. Bueno... Maquillar... Es una gran palabra. Estoy intentando no pintarme las mejillas con mi rímel de lo mucho que estoy temblando. Estoy entre risas, de pura locura, y lágrimas. 

Y llevo así desde hace dos horas, sin creérmelo aún. Hace solamente una hora que he parado de repetir frenéticamente: "nomelocreonomelocreonomelocreo". 

Paco... ahí... de nuevo en el elevador. De nuevo estaba volviendo mi mundo al revés, pero de esta vez me parecía una mala broma. Iba a ver Juan ¿por qué Paco tenía que aparecer ahora? Tenía el corazón latiendo, mientras él me explicaba que me había buscado, que se había enterrado de todo hacía unos días.

Y entonces... Me llamó por mi nombre. No el que inventamos aquel verano, el mío, el de verdad, el que nunca supo, el que le había escrito en los sobres que dejé en varios sitios, segura de haberme equivocado de direcciones. Yo que siempre me había preguntado cómo iba sonar en su boca, y ahí me lo suplicó.

¿Como podía ahora ver Juan después de ver Paco? Es lo primero que me vino en la mente cuando mi cuerpo tembló al escuchar su voz. 

Me propuso de tomar algo en su habitación. Y me dio tanta rabia, porque sabía dónde iba llevar todo esto. No quería de nuevo despertarme en la mañana sintiéndome desgraciada. Y entonces me soltó su nombre, quién era: Pablo Alborán. El cantante que Elián lleva meses intentando hacerme conocer, y que Gwen lleva escuchando sin poder hacérmelo escuchar. Todo este tiempo, tenía mi Paco bajo mis ojos... y no lo vi. 

Cuando no respondí, me rogó de tomar algo. No podía cancelar de nuevo con Juan, entonces prometí de llamarlo. Finalmente... quizás las cosas no se pasarían tan bien con Juan y así podría hablar con Paco, con Pablo.

Me dio su número de teléfono, me besó la frente, y se fue con unas chicas que le pedían autógrafos. Muchas cosas que pasaron en nuestro ultimo encuentro de golpe hicieron sentido; las chicas que pegaban a su puerta, cuando me dijo que pensaban que era la habitación de un cantante, y las chicas que me preguntaban si era mi habitación, cuando esperé un rato cogiendo valor para entrar en la habitación que Paco me había dado. Cuando Pablo seguía esperando el ascensor, mirándome nerviosamente entre dos risas con las chicas, apreté en el botón de llamar... y como no escuchaba ningún tono, miré mi pantalla un momento... no entendía... porque ahí en la pantalla estaba escrito: Llamando Juan, Pablo/Paco.

Mi cerebro necesitó un momento para conectar los cables. Y de golpe, todo se aclaró. Le sonreí como una tonta y entré, cerré la puerta dejando el celular caer y me puse a sollozar, las dos manos en la boca y la nariz, ahogando mi risa y llanto, dejándome deslizar al suelo.

Paco, Pablo... Juan... la misma persona. Si esto no es el destino... no sé lo que es.

Cuando ya se me había pasado la euforia, cogí mi celular y me apuré a buscar sus canciones en Spotify, miré el álbum más antiguo que salió el año después que nos conozcamos. Escuché las canciones con atención. Intentaba prestar atención en lo que decía, pero perdí paciencia, y busqué una web con las letras. Es cuando tantos recuerdos se despertaron, más fuertes aún porque cada letra de Pablo me enviaban a ellos; los poemas que me leía cuando nos tomábamos baños juntos en la bañera, una canción que me cantó. Y otros poemas que parecieron hablarme directamente a mí, aunque parezca una locura total y pretencioso de mi parte pensar que me eran dedicadas solamente a mí. Habrá tenido otras mujeres, tampoco tengo que cargarme toda la culpa. Todos vamos por el mundo con esperanza de encontrar el amor, y nos vamos haciendo daño.

Poemas maravillosos, escuché las melodías que iban con los que más me gustaban. Y me llamó justo cuando empezaba "solamente tú". Me llamó como Paco llamaba a Daphnée. Me reí de tantos nervios, aún no sé cómo he podido flirtear con él y pedirle de adelantar nuestra cita. Tenía la voz temblando, e intentaba mascararla, a no ser que reconozca mi voz. Pero lo hubiera hecho antes ¿no?