48.¿Por qué vinieron?

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Martes 28 de Febrero de 2017
Magali

Salgo disparada del hotel y me adentro en el taxi del hotel, que ya me lleva esperando un rato, me disculpo mientras unas lágrimas se peleán para salir. Trago fuerte, no es el buen momento. Ahora no... No puedo. Tengo que llegar al refugio, y tomar las riendas del evento de esta tarde. Ya perdí bastante tiempo con llegar aquí ayer media tarde, pasar el resto con López, Pablo y Elián... ¿En qué lío me he puesto con este evento? ¿No hubiera podido esperar más tarde? ¿Y porqué no besé Pablo? Cuando lo vi ahí, con López, en el bar del hotel dónde empezó mi vida aquí en Goa hace unos cuantos años. Bar en el cual me senté, Elián en mis brazos, preguntándome ¿Qué demonios había venido así de lejos sola con un bebé? Ahí estaba lo que me sirve de mejor amigo, y Pablo... Mi Paco...

Les caí en los brazos. No pude más. Pero tuve que tomar mi compostura rápidamente, cuando oí Elián a lo lejos y que lo vi corriendo, mis padres aguantándolo. Todo fue tan rápido... Apenas miré Pablo, ahí entre los dos, y le solté rápidamente un "Pablo... Elián es tu hijo", a lo cual los dos me contestaron: Lo sabemos. No pude ni preguntar, ni nada, ya estaba Elián, preocupado, preguntándome porqué estaba llorando, y sorprendido también de ver Pablo y López ahí. Lo miré, me sonrío, me pasó la mano por la espalda, y no me lo creía de lo simple que esto había sido. Yo que me estaba preparando, desde que llegué de Londres, para darle la noticia una vez haya recuperado mi teléfono y haya leído sus WhatsApp. A todo me había preparado, menos a eso.

Tampoco sabía que mis padres iban a venir acompañados de toda la pandilla de Madrid. ¿Porqué han venido todos? No entiendo, no es justo. Pensaba quedarme aquí unas semanas, llamarlos todos mañana, de nuevo, una vez haya recibido mi tarjeta sim y pueda hablar con todos. Pero no. Pensaba que iba poder quedarme aquí mientras las marcas en mi cara y en mi cuerpo se hayan ido. Intentar no traumatizar más gente. Poder explicarles con calma, que no puedan ver. Y más que nada ya curado del aspecto físico que tengo.

Suspiro, mientras miro los bosques tropicales típicos de Goa pasar por la ventana del coche. En general hablo con el taxista, pero no puedo hablar ahora. Tengo que centrarme en el evento, tengo que arreglar la situación... Estoy furiosa. Ayer no entendía porqué la Nona y Kate habían ido al hotel, pero cuando López me explicó que habían sentado mi familia y mis amigos y que les habían explicado todo ¿Quién coño son para decidir esto por mí? ¿Por mi bien? ¿Pero qué coño? Ahorita estoy arrepintiéndome de habérmelas llevado conmigo. Pero como siempre la Santa Magali con ganas de salvar todo el puto mundo. Hubiera venido aquí solas y hubiera podido decir lo que era importante... ¡QUE FRUSTRACIÓN!!!! ¡JODER!

El taxista me mira en el espejo del coche, no he logrado aguantar un gruñido.

No me tomo ni la pena de pedir perdón, ni nada. Además, se me llenan los ojos de lágrimas que me trago también. Si han contado todo. También le habrán contado que estaba embarazada y que lo he perdido ahí también. Todas las cosas que quería decirle a mi paso. ¿Porqué la gente piensa automáticamente que no lo voy a contar? Claro que sí, pero a mi ritmo. ¡JODER! ¿Que tan complicado es entender eso?

El taxista acelera, después de mi segundo gruñido. Y intento tomar respiraciones profundas, a no ser que me abandone aquí en el medio de la selva.

Siento que voy a explotar, y tampoco es el momento. Tengo el evento que organizar, la gente que han ayudado el refugio desde el principio, la gente local, todos los maestros, los padres, las asociaciones, los restaurantes y los hoteles que han participado al buen funcionamiento del refugio van a estar ahí. Tengo que darlo todo... "Gestionaremos el chaos mañana", gracias López.

Saturno En La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora