47. Perdido

47 4 0
                                    

Martes 
Pablo

Me despierto con tranquilidad, sus manos en la mía, su cabeza en mi pecho, le acaricio la espalda...

Joder...

Sí que ha cogido musculo...

Abro los ojos y veo Magali, sentada vestida de un top sin mangas y un pantalón corto, de piernas cruzadas en la punta de la cama, mirándonos y riéndose como una niña. Entonces, me doy cuenta de que quién tengo en mis brazos es López.

-Joder... -decimos al unisón alejándonos el uno del otro.

Magali se deja caer entre los dos, riéndose a carcajadas. Y sería mentir decir que su risa no es como un bálsamo mi alma, tenerla tan cerca, tenerla finalmente a mi lado me tranquiliza, me calma todo mi ser.

-¿Hace cuánto tiempo que el Alborán de los cojones me está acariciando la espalda? -pregunta López asqueado.

-Tuvimos que levantarnos con Elián para que Ateeb lo lleva a la escuela... Y cuando volví estabais así... Si hubiera tenido mi celular, esto era de película. De que nutrir todas las revistas de corazón de España para al menos los próximos 10 años. -dice Magali, entre risas.
-Capulla... -digo.

-Tener mi primera experiencia homosexual a los 37, me decepcionas, Pablo, me decepcionas –se murmura López mientras se levanta para irse de la habitación.

Nos mira, y se ríe también.

-¡Que trío hacemos familia! ¡Y que felicidad de volver a tenerte a mi vuelta chiquilla! ¡Anda, a follar chavales que les hemos estropeado la noche con Elián! -dice López antes de salir.

Nos quedamos unos segundos, incomodos. Magali me da un beso en la mejilla y se levanta rápidamente de la cama sin dejarme tocarla.

-Tenemos un día lleno hoy, hay que terminar de preparar el evento para esta tarde.

La miro acercarse a la puerta de la habitación de hotel, se gira, me mira, me sonríe.

-No me lo creo que estáis los dos aquí en Goa. Gracias.

-Magali... -digo, saltando de la cama.

Me acerco a ella, y siento que no está cómoda.

-Tengo que irme... -dice. 

-No te voy a hacer daño... -digo, aguantando la puerta.

-Ya lo sé Pablo... -dice poniendo los ojos en blanco. 

-No hemos estado a solas desde que te vi. Entre que dormimos los cuatro en la cama, con Elián y López...

-Ya... -dice Magali, mirando el suelo- Es que... Me tienes que dar tiempo Pablo... -se muerde el labio inferior, aguantando las lágrimas- Tendrás que ser un poquito paciente. 

-Ya lo sé Magali... No te estoy pidiendo que todo empiece aquí y ahora... Yo tampoco podría. Me siento culpable de todo lo que te pasó. Necesitamos tiempo. 

-Si... -murmura.

-Magali... -digo, y trago fuerte antes de continuar- Necesitamos tiempo. Pero lo que tengo claro, y nunca lo tuve tan claro es que quiero Saturno en la Tierra, con Elián y contigo... Y haré todo lo que sea a mi alcance para que eso pase. Todo lo que te pasó habrá cambiado partes de ti, Magali, pero también cambió partes de la gente que te quiere, entre ellos yo... Y no sabes lo cuanto me jode que haya tenido que pasarte algo así para abrirme los ojos... 

-Está bien... -me dice, pasando su mano sobre mi cara- Desgraciadamente necesité esto para abrirme los ojos también. 

-Lo que quiero decir Magali... -intento decir, mientras cojo su mano.

Saturno En La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora