7. Bien jugado Parker.

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Me congelo ante la escena, sintiendo un millón de cuchillos clavarse en mi pecho mientras veo como los brazos de Zach rodean la diminuta cintura de la chica, sosteniendola más cerca mientras profundiza el beso.
Siento mis ojos llenarse de lágrimas a pesar de que no es la primera vez que lo veo de ese modo, pero cada vez duele más hacerlo, cada vez es más difícil ver como se fija en cada maldita chica de esta escuela, excepto en mi.
Cierro con fuerza el casillero tras desviar la mirada, el ruido resuena por todo el pasillo mientras camino en dirección contraria a donde Zach se encuentra. Camino con rapidez para chocar de pronto con alguien y que todas mis cosas caigan al suelo.
—Lo siento —balbuceo agachandome para recogerlas en tanto me deshago de mis audífonos.
Alzo mi vista para encontrarme con los ojos color chocolate de Gabe que me miran con confusión.
—¿Estás bien Alina? —pregunta sosteniendo mis hombros cuando me levanto del todo.
Asiento simplemente antes de voltear a ver sobre mi hombro, porque soy una estúpida masoquista que no deja de herirse a sí misma con ilusiones ridículas, pero bastante es mi sorpresa cuando veo que los ojos de Zach están sobre mí, o más bien, sobre las manos que Gabe tiene sobre mí mientras su ceño se frunce e ignora por completo lo que sea que la chica le dice, aunque sigue rodeándole la cintura con los brazos.
Y algo dentro de mí se incendia, y puede que sea estúpido, que quizás en realidad esto no tenga ningún efecto en él y en realidad sea un error, pero me giro hacia Gabe, sostengo su rostro entre mis manos y me alzo sobre la punta de mis pies para besarlo.
Un beso casto, apenas un ligero roce de labios es lo que pretendo, pero Gabe reacciona tras unos segundos. Rodea mi cintura y succiona ligeramente mi labio inferior, haciéndome abrir los labios para introducir su lengua y hacerme estremecer ligeramente antes de apartarse y mirarme con esa expresión burlona en los ojos.
—Bien jugado Parker —musita tras lamer su labio inferior—, ahora sí que tienes su atención
—¿Qué?
—¡Alina!
El grito de Zach me hace dar un brinco en mi lugar.
Me giro para ver como viene caminando en mi dirección, ignorando por completo a la chica que besaba antes que se cruza de brazos al ver que Zach ni siquiera la escucha.
—¿Qué demonios crees que haces? —espeta tomándome del brazo.
Intenta llevarme contra su cuerpo, pero Gabe se lo impide al rodear mi cintura con su brazo y pegarme a su cuerpo, ante la incrédula mirada de Zach.
—¿Por qué Alina debería darte explicaciones de sus actos, Lewis? —espeta Gabe.
Zach lo mira con los ojos entrecerrados, lo que unido a su ojo morado le da una imagen más agresiva de lo que por lo general es.
—Sueltala Reed —sisea entre dientes.
—Tu no tienes la autoridad para decirme si puedo no tocarla ¿o si Alina?
Los ojos de Zach se clavan en mi, su mirada se suaviza y me hace un leve gesto para que me acerque a él, cosa que no hago.
—Gabe tiene razón, tú no tienes ningún derecho sobre mí —espeto antes de señalar a la chica que antes besaba que ahora se ha acercado—. Y sobre tu preguntaba, hacía lo mismo que tu hacías con ella
—¿Y tenías que besar precisamente a este idiota?
—Este idiota puede ponerte el otro ojo morado —amenaza Gabe aunque su voz es calmada.
—Una pelea nueva no por favor —pido alejándome de Gabe para mirarlos a ambos—. Zach, tu novia te espera y yo tengo que ir a una clase antes de que suene la campana
—Te acompaño —se ofrece Gabe extendiendome su mano.
Veo como la mandíbula de Zach se tensa y hace un pequeño gesto negativo con su cabeza, que me vale mil demonios cuando poso mi mano sobre la de Gabe y éste entrelaza sus dedos con los míos.
—Ten un buen día Lewis
No alcanzo a oír lo que Zach dice porque Gabe ya me aleja de él. Camina un par de pasos, cruza por el pasillo que da a mi aula pero se detiene antes de llegar a ésta, suelta mi mano y se cruza de brazos para mirarme.
—Muy bien jugado Parker —comenta divertido—. Jamás lo habría creído viviendo de ti
—Ni yo que te aprovecharás de mí de esa forma ¿por qué me besaste?
—Había que hacer las cosas más creíbles si de verdad querías ponerlo celoso, y jamás me niego a besar a una chica linda e interesante —sonríe de manera traviesas haciéndome sonreír—. Además, besas realmente bien Alina
Mi sonrisa se borra y mis ojos se abren en demasía.
—Gabe...
—Para la próxima, respondeme el beso de una mejor manera
—¿Qué te hace pensar que volverá a pasar?
—Algo me dice que situaciones como estas se van a presentar más seguido, y si él no entiende las señales estoy más que dispuesto a besarte hasta que dejes de sentir algo por él y empieces a sentir algo por mi —afirma acercándose a mi cuerpo.
Soy incapaz de moverme para alejarme, estoy anclada al suelo con la vista fija en esos bonitos ojos color chocolate que hipnotizan. Ahora entiendo porque siempre dice que Gabe es encantador, parece tener el don de hacer que todo el que desee esté a su merced. Incluso yo que se supone que estoy enamorada de Zach, le permito invadir mi espacio personal sin quejarme.
Afortunadamente, la campana resuena por el lugar anunciando el inicio de clases, haciendo que Gabe se aleje de mí con esa sonrisa divertida en sus labios.
—Te veré más tarde Parker —me guiña un ojo antes de alejarse de mí.
Exhalo el aliento que tenía contenido antes de finalmente entrar a mi aula de clase, donde Evie ya me espera en su lugar habitual. Camino hacia ella y tomo asiento a su lado.
—¿Donde demonios estabas? —inquiere de inmediato.
—Besando a Gabe
—¡¿Qué?!
Hago una mueca cuando veo como todos la miran con horror y otros incluso la mandan a hacer silencio.
—¿Como que besaste a Gabe? ¿Que demonios Alina? —continúa Evie completamente ajena a como la miran.
—¿Puedes por favor bajar la voz? Nos están mirando
—No puedes lanzarme esa bomba y luego creer que no voy a querer saberlo Alina
—Buenos días —exclama el señor Flint entrando al aula.
Evie maldice entre dientes y yo sonrío al verla.
—Te contaré todo cuando la clase acabe —le aseguro en un susurro antes de centrarme en lo que el señor Flint habla.
Aunque tras unos minutos, dejo de escucharlo por completo.
Revivo ese beso, o el casi beso. No sé si pueda llamarse beso a lo acontecido entre Gabe y yo, pero no es eso lo que me tiene pensativa. Fue la reacción de Zach, la manera en que actuó después de ese beso.
¿Podría estar celoso?
¿Podría Gabe estar en lo cierto?
Cuando bese a Gabe lo hice por impulso, solo quería llamar su atención, demostrarle que él no me importa un comino, aunque por lo general él ni siquiera me determina, pero las cosas terminaron de un modo muy distinto y estoy segura de que no le habría costado mucho caerse a golpes con Gabe como lo hizo con Sebastian.
¿O acaso es eso?
¿Me quiere lejos de Gabe porque cree que me lastimará como lo hizo Sebastian con Alice?
Mamá dijo que el amor entre Alice y Zach es fraternal, y si él siente la imperiosa necesidad de defenderme al igual que a Alice ¿significa que también se siente por mi de ese modo?
¿Acaso soy la hermanita menor que por lo general es un dolor en el culo?
Me hundo en mi asiento sintiendome aún peor que antes. La pequeña sensación de vitoria y esperanza desaparecen para darle paso a la constante decepción que siempre me rodea en torno a Zach, porque siempre que creo que he avanzado un paso retrocedo cinco más y esa es la constante que nunca acaba entre ambos.
Acaricio mi labio, esta vez intentando revivir lo que sentí en ese momento cuando Gabe se apoderó de ellos.
Fue agradable, no lo voy a negar, no el tipo de beso que te ciega completamente y te hace olvidar del resto del mundo, pero si hubo una pequeña chispa a la que me pienso aferrar hasta que logre mi cometido.
Quizás los besos de Gabe puedan ayudarme a lograr lo que quiero.

2/4

Mil razones para estar contigo. Serie Mil Razones 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora