26. Romance fugaz.

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Salgo detrás de él cuando se gira dándome la espalda sin siquiera despedirme de Gabe. Camino con rapidez hasta alcanzarlo y tomar su mano, pero él de inmediato me aleja, logrando que mi corazón se detenga.

—¿Zach?

—¿Para eso querías que mantuviesemos esto oculto? ¿Para continuar con tu estúpida farsa con él? —espeta con rabia.

Mi corazón se estruja ante sus palabras, no queriendo creer lo que dice, pero está ahí, en sus ojos acusadores y su actitud hacia mí.

—¿De verdad me crees capaz de eso? —cuestiono con un hilo de voz.

No quiero llamar la atención de los estudiantes que comienzan a mirarnos de reojo.

—Te vi durante días con él, muy a gusto por cierto

—Sabes porque lo hice

—Exacto, lo sé, pero ahora que me tienes ¿por qué continuas con esa farsa? ¿Que pretendes?

—No pretendo nada, Zach, nosotros...

—Siguen estando muy a gusto, no puedes negar eso —sisea interrumpiendome.

Mi siquiera me deja hablar, ni siquiera me deja explicarle. Solo habla a través de sus celos estúpidos y eso me enerva, comienza a hacerme sentir más molesta que herida. Sin embargo, no quiero que esto sea un problema, que un estúpido mal entendido empañe las últimas horas llenas de felicidad junto a él.

—¿Me vas a dejar explicarte o sacarás tus propias conclusiones llevado por los celos?

Una de sus cejas se alza.

—¿Crees que estoy celoso?

—Estás celoso, es algo obvio Zach

—Por supuesto que estoy celoso —afirma acercándose, obligándome a alzar la cabeza para sostener su mirada—. Quieres ocultarme, a mi, a nosotros... Por él

—No es así, no es así en absoluto Zach

—Aún después de lo que te dije anoche...

Él se aleja de nuevo dando la vuelta para marcharse, y nuevamente voy hacia él, sostengo su mano para que otra vez se suelte de mi agarre, logrando que la ira sobrepase con creces las ganas de tener una conversación civilizada.

—¿Sabes una cosa Zach? —pregunto sonriendole, logrando que me mire confundido—. Vete a la mierda, y en el camino piensa lo que te de la gana

Me giro dándole la espalda para caminar en dirección a mi siguiente clase.

Ignoro las miradas de solayo, también ignoro el llamado de Gabe cuando paso junto a él en el pasillo. Camino ajena a todo a mi alrededor, incluso a Evie que me espera ya en el aula. Le digo que no quiero hablar cuando me pregunta que sucede y me siento viendo hacia el frente del salón, sintiendo que me falta el aire y mi corazón hecho un lío.

***

—¿Vas a decirme que sucede? —pregunta Evie apenas termina la clase de literatura.

—Solo si prometes darme tus apuntes —musito intentando sonreír.

Pasé toda la clase sumida en mis pensamientos, sin poder concentrarme en absoluto en la clase ya que mi mente divaga a una y otra vez a ese preciso momento donde Zach me alejaba.

—Honestamente no sé ni para qué entras a clase —resopla Evie virando los ojos—. Jamás anotas nada, lees un par de horas mis apuntes y sales mejor que yo. Es injusto

—Lo siento —musito encogiendome de hombros.

—Como sea, sabes que los tienes —afirma Evie mientras llegamos a mi casillero—. Pero ahora necesito que me cuentes que sucedió, pasaste toda la clase con los ojos llenos de lágrimas

Mil razones para estar contigo. Serie Mil Razones 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora