La televisión está encendida, hay una película reproduciéndose y las personas hablan en ella, mas yo no escucho nada de lo que dicen.
Siento como si mi cabeza estuviera dentro de un cristal que impide que cualquier cosa del exterior irrumpa en mis pensamientos, unos que constantemente me hace comenzar a llorar en silencio en tanto Zach me sostiene, con sus brazos fuertemente anclados alrededor mi cuerpo.
—Todo va a estar bien —me susurra una y otra vez.
Sé que lo dice por hacerme sentir mejor, pero no lo cree en absoluto ¿como podría? No nos hemos graduado de secundaria, Zach no ha entrado aún a la universidad, yo no he decidido que haré con mi vida en cuanto ésta acabe y ahora ambos tenemos la responsabilidad de velar por el bienestar de un ser indefenso que crece dentro de mí.
Las tres pruebas arrojaron positivos.
Las tres pruebas arrojaron rayas dobles.
Sé que hay una posibilidad de error, pero es imposible que las tres pruebas estén erradas.
—Todo va a estar bien —repite Zach cuando siente que sollozo de nuevo.
Me separo de su pecho donde mis lagrimas han dejado una mancha a causa de mis lágrimas para mirarlo a los ojos.
—¿Cómo puedes estar tan seguro? —inquiero en un murmullo.
—Porque te quiero —responde alzando su mano para mover su pulgar por mi mejilla.
Cierto los ojos ante el contacto y dejo caer el peso de mi cabeza contra su mano, que me acaricia unos segundos. Disfruto de la caricia que va acompañado de un beso que él deposita en mi frente.
—Me tienes Alina, lo sabes. No estás sola en esto
—Mis padres nos van a matar —susurro abriendo mis ojos—. Estarán tan decepcionados, sobre todo mamá. Me dio tantas veces la charla del sexo seguro y ahora...
—Ninguno de los dos planeo esto —me interrumpe Zach—, simplemente sucedió. Si, fue algo que ambos pudimos evitar, yo sobre todo, pero ahora no podemos dedicarnos a sufrir por lo que pudo o no pasar. No soy un experto al respecto, pero no creo que el que estés llorando tanto le haga bien a nuestro bebé
Nuestro.
La palabra se cuela en mi mente y no puedo evitar imaginar a un pequeño rubio, de ojos azules con la sonrisa idéntica a la que me hizo enamorarme de Zach en primer lugar.
Mi mano viaja de inmediato a mi vientre y Zach desciende su mirada hacia allí para dejar reposar su mano sobre la mía, lo que me hace sentir un poco más segura y completa dentro de toda esta situación llena de irresponsabilidad, porque no hay otra manera de explicar el porqué terminamos así, y aún así, escucharlo tan seguro en sus palabras me ayuda a creer que realmente todo va a estar bien.
—Sé que no es el mejor momento —continúa volviendo a conectar sus ojos con los míos—, nuestros padres no estarán felices y francamente estoy muerto del miedo, pero es más fuerte, mucho más fuerte todo lo que siento por ti
—Zach
—Me haz vuelto loco desde que tengo memoria, cuando solo eras la hermanita de mi mejor amiga y luego cuando comenzaste a ser algo más. Prueba de ello, lo que aquí se forma —su mano ejerce una lijera presión sobre la mía—, y probablemente seguirás volviéndome todavía más loco ahora, pero ¿sabes qué? Vale la pena, porque tengo mil razones para estar contigo y sé que con el tiempo, solo tendré mil razones más para seguir aquí, junto a ti
Sollozo de nuevo mientras trepo por su cuerpo hasta estar sobre su regazo, con mis piernas a cada lado de su cuerpo. Dejo mi frente descansar contra la suya, sintiendo como sus brazos me rodean de inmediato y me estrechan contra su cuerpo.
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Mil razones para estar contigo. Serie Mil Razones 2
Genç KurguAlina no tiene ningún plan para su vida, para ella, la vida se vive, no se planea. Zach quiere viajar y conocer el mundo en cuanto acabe la secundaria, aunque últimamente, algo lo ha hecho replantearse sus planes. Alina ama hacer que los chicos se...