Capítulo 50

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Finalmente decidí ir una mañana al club. Jordan insistió en que no era buena idea, Darwen podría aparecer en cualquier momento y lo mejor era evitar la situación, pero yo quería ver a Linda. Así que, le indiqué que se encargase de avisarla y que, de esa forma, ella desapareciese de mi vista. Si no quería verme, no tenía por qué hacerlo… Ambos ganábamos y… ¡Joder! Era mi maldito club. 

Mi mujer me acompañaba. A decir verdad, desde que salí del hospital no se había separado de mí ni un segundo. Mi hermano se mofaba y en más de una ocasión bromeaba con la tediosa boda, ya que, según él, ya parecíamos un maldito matrimonio. Ella cuando le escuchaba, reía ajena a mis planes y se terminaba metiendo con él. Ella y Jordan eran como el ratón y el gato, pero en el fondo se adoraban.

Envolví la mano de Caroline y pasamos al club. Jennifer y Jordan se encontraban sentados en uno de los reservados de la planta baja, estaban serios y para mi sorpresa no se estaban metiendo mano. Raro. Vi como él fruncía el ceño y movía sus manos a la vez que hablaba… ¿Estaban discutiendo? Les di una tregua y me encaminé directamente a la mujer que me había hecho regresar a aquel lugar. En cuanto ella nos vio, sonrió… 

—¡Hola querido! ¡Te veo mejor que nunca!

—No seas zalamera, Linda —indiqué con una media sonrisa —. ¿Me has echado de menos? 

—¡Por supuesto! Hola querida, disculpa, no nos han presentado como deberían… Soy Linda —exclamó tendiendo su mano. 

—Caroline —respondió ella afablemente. 

—Lo sé, he oído hablar mucho de ti, morena —indicó guiñándole un ojo. 

—Espero que bien…

—Cariño, Linda es como la matriarca de todo esto —declaré —. Ella lleva muchos años a mi lado. 

—Demasiados… Pero querido ya era hora de que volases del nido. Y si esta mujer te hizo poner los pies sobre la tierra, bienvenida sea. Ya era hora de que te dieses cuenta de que no todo puede ser sexo, dinero y negocios. ¡Lo admito! Me encanta no verte por aquí y me encanta saber que estás feliz.

—Linda, por favor… No comiences con tus sentimentalismos —solicité con una sonrisa —. He venido porque quería verte y así de paso, agradecerte por mantenerme al tanto de lo que sucede por aquí.

Ella sin necesidad de decir nada más, tomó mi mano con ternura y asintió. Encantada, comenzó a relatarme los últimos acontecimientos cuando Darwen pasó por nuestro lado. Pero… ¿Qué cojones hacia allí? En ese instante sujeté con posesividad a Caroline y la pegué a mí. Ella ajena a mi movimiento repentino, me abrazó con naturalidad y observó a Jordan con curiosidad. Supongo que a ella le sorprendía al igual que a mí su actitud con Jennifer.

—¿Sabes que les ocurre a esos dos? —pregunté para matar la curiosidad. 

—¿Esos? No hay quien les entienda —dijo encogiéndose de hombros —. Tu hermano ha llegado diciendo que tenía algo importante que hablar con ella y a lo tonto, llevan más de media hora.

—Por cierto, ¿se puede saber por qué cojones está Darwen aquí?

—Otra que tal baila… Le dijimos a esa niña que hasta por la tarde no apareciese por aquí, pero… ¡Nadie me respeta querido!

—¿Qué ocurre con ella? —preguntó Caroline intrigada. 

Linda me miró en silencio. Realicé un pequeño gesto con la cabeza y ella se separó de nosotros para continuar con sus cosas. Sin tiempo que perder, la rodeé entre mis brazos y dispuesto a explicarle la situación, aclaré:

—Darwen es una más. Es la más joven y por ende la más inexperta. Un día me confesó que se sentía atraída por mí y yo cometí el error más grande de todos… 

Cedric - El Diablo de New York | Erótica + 21 Completa ✅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora