Capítulo 2

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La entrevista de trabajo

Antonella

—Nella —escucho que me llaman a lo lejos.

—Nella, despierta —vuelven a insistir e identifico la voz de mi mejor amigo, Eric, pero decido ignorarlo y seguir durmiendo.

—¡Despierta ya, Antonella! —grita en mi oído y creo que me ha roto los tímpanos.

Me siento en la cama con brusquedad y le doy una mirada asesina.

—¡Eric, por Dios me has dejado sorda! —exclamo con la voz ronca y carraspeo para aliviar mi garganta.

Él me mira enojado y aún sigo sin entender por qué me ha despertado tan temprano. Estiro mis brazos y bostezo con pereza.

—En serio que eres despistada —habla con los brazos cruzados.

Lo miro con el ceño fruncido y él abre la boca para decirme algo, pero como si de una señal se tratara, mi teléfono comienza a sonar, indicándome de que tengo una llamada entrante de la secretaria del señor Holt e inmediatamente le contesto.

Si no estás aquí en veinte minutos, el señor Black no te entrevistará —me dice Hope apresuradamente —; te dije que él detesta las impuntualidades.

En ese mismo instante en mi mente se refleja el recuerdo de que hoy tengo una entrevista de trabajo a las 8:30 AM en "Black Enterprise, Inc" y que era de suma importancia llegar temprano si quería dar una buena impresión.

Miro el reloj que está encima de mi mesita de noche y creo que me va a dar algo. ¡Son las ocho!

«Eso te pasa por dormilona»

—¡Oh Dios mío! Me quedé dormida —comento al borde del desespero —Gracias por llamar, Hope, estaré allí pronto.

Okey, apresúrate.

Se supone que tenía que asistir a la entrevista ayer, pero en la mañana recibí una llamada del hospital de Miami, informándome sobre un accidente que había tenido mi madre en su coche cuando iba a recoger a mi hermana menor al colegio.

Afortunadamente no fue nada grave y le dieron el alta el mismo día pero aún así, yo tuve que tomar un vuelo hacia Miami en ese momento para ocuparme de Anabel, ya que mi padrastro se tuvo que encargar de ir a buscar a mi madre al hospital. Por lo que llamé al señor Holt, el vicepresidente de la empresa, para avisarle de que no podía ir a la entrevista por motivos personales y que me avisara en caso de que nadie ocupara el puesto; de todas formas le envié mi currículum para que lo leyera. Sinceramente, me sorprendí cuando fue bastante comprensivo conmigo, diciéndome que él me avisaba en todo caso.

Era poco probable que me llamara considerando que cualquiera quisiera trabajar como secretaria del CEO de una de las mejores multinacionales de Estados Unidos, ya que el pago es bastante bueno y el nombre de esa empresa en tu currículum te abre muchas puertas en un futuro.

Para mi suerte, ninguna de las chicas fueron elegidas, y anoche recibí un mensaje de Hope de parte del señor Holt, avisándome de que hoy tenía la entrevista.

Salgo de mis pensamientos y me levanto de la cama como una loca. Busco la ropa que me voy a poner y luego me dirijo al baño, pasando por alto los reclamos de mi amigo.

—Le agradeces a ella y a mí no me dices ni un mísero buenos días —escucho su voz un poco distorsionada.

Lo ignoro, concentrada en darme una ducha rápida, y siento que sale de la habitación al no obtener una respuesta por mi parte.

Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora