Cap.60-Te recuerdo.

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Narra Luisa


[Flashback]

Una víspera de Navidad cuando tenía siete años me encontraba jugando con mis muñecas en el salón de la casa, mi entonces mamá estaba en la cocina preparando unas galletas de Navidad en forma de árboles con sus luces, también hizo unas en forma de estrellas y bastones de caramelo. Yo le había ayudado con algunas, obviamente quedaron más feas.
Eran las 9:20 de la noche y mi papá aún no llegaba de trabajar, se demoraba más de lo normal y cuando llegaba peleaba un poco con "mamá", no me gustaba para nada que sucediera eso y entendía el porqué lo hacían a pesar de mi corta edad.
Sonó el timbre y me levanté a abrir la puerta, era mi papá. Lo recibí con una sonrisa. Él pasó de mi.

—¡Hola, papi! —saludé alegre y no recibí respuesta alguna—. ¿Papi, por qué hueles a alcohol?
—No molestes, Lulú —dijo intentando vocalizar—. ¿Dónde está tu mamá? 
—En la cocina, preparando galletas para esta noche. ¡Mañana ya podré abrir mis regalos!
—Cállate de una vez.

Aquello me dolió mucho así que empecé a llorar muy fuerte, como la niña pequeña que era. Katherine apareció en el salón y se tensó al ver a mi padre en ese estado.

—Nelson, amor...¿Qué tal?
—¿Mi comida donde está? ¡Apúrate, te vi servirla!
—Cariño, ve a tu cuarto por favor —Katherine me ordenó y asentí.

No lo iba a hacer, no me iba a ir ya que quería ver qué hacia mi papá, últimamente Katherine tenía moretones en las piernas o brazos sin razón alguna. Asomé un poco mi cabeza detrás de la pared y vi cómo mi papá tomaba del mentón a su mujer, ella reprimía los gritos y yo aguantaba las lágrimas. Me dolía mucho el ver esa escena. No soporté mucho y solté un sollozo.

Mi papá soltó a Katherine y ella empezó a toser, vi como se acercaba a mi e intenté correr hacia mi cuarto pero no tuve éxito, me agarró del brazo produciendo que me estrellara con él.

—¡¿No has escuchado a tu mamá?! —dijo zafándose el cinturón del pantalón—. ¡Vas a aprender a las buenas o a las malas, Luisa Fernanda!

Empezó a golpearme con el cinturón en las piernas, luego me cargó para llevarme al baño y meterme en la ducha, abrió la regadera y me bañó completamente con agua helada. Me golpeaba mientras el agua me empapaba toda la ropa, hasta que esa agua se mezcló con sangre que salía de mi cabeza la cual había sido golpeada con la chapa del cinturón. Mis gritos eran insaciables al igual que los de Katherine.

—¡Ella no tiene la culpa! ¡Déjala por favor! —mi supuesta madre suplicaba mientras lo agarraba del brazo.

Golpearon la puerta y mi papá paró de golpearme, salió del baño y Katherine fue a auxiliarme, me sacó de la tina y me abrazó. Luego me llevó a mi habitación, me secó y me cambió de ropa completamente. Se escuchaba como entraba gente a la casa, era la policía. Nos tomaron a mi y a mi mamá para así llevarnos a una ambulancia mientras que a mi papá lo tenían amordazado y lo estaban esposando.

—¡Suéltenme! —gritaba mi padre.

Subimos a la ambulancia juntó con un policía, Katherine me tenía abrazada fuertemente.

—¿Qué pasará con papá?
—Él tendrá que arreglar unas cosas y volverá con nosotras —sonrió débilmente.
—Yo no quiero, mami —dije inocentemente—. Quiero estar lejos de él. ¿No podemos irnos las dos lejos? 
—Es difícil, cariño. 
—¿Por qué, mami?  —pregunté triste.
—Sabrás cuando seas más grande.

Me empezó a tararear una canción hasta llegar al hospital, me curaron y pudimos salir de aquel lugar aquella fría víspera de Navidad.

[Fin flashback]

Mi papá estuvo un año en la cárcel con una sentencia de dos años. A él se le facilitaba el dinero así que pudo pagar su fianza rápido para poder ir a rehabilitación para alcohólicos. Luego de esa vez su relación cambió con Katherine y conmigo, luego se invirtieron los papeles y Katherine me empezó a tratar mal sólo a mi. Aquella víspera de Navidad fue la peor de todas, cada vez que llegaba diciembre el temor me consumía por si volvía a pasar lo mismo que el 2006.

Cerré la puerta de mi casa y me fui con el hermano y papá de Laura. Al entrar de nuevo a la casa, mi amiga tenía aún el hielo en su ojo y estaba platicando con Mau mientras que su madre estaba en la cocina junto con su hermana Kamila.

—Gracias por acogerme —dije un poco avergonzada.
—No hay qué agradecer —respondió Laura—. Es lo correcto.
—Mau, está muy tarde. ¡Mira las horas que son, mañana hay instituto! —me preocupé, eran las 11:00 de la noche.
—Lau...—hizo cara de perrito.
—¡Mamá, Mauricio se va a quedar!
—¡Gracias! La verdad tomé todos mis ahorros para venir en taxi, no tengo cómo devolverme —le cogió un cachete a Laura—. Me pido dormir con Luisa.
—¡No, no quiero que me hagan tía tan joven!

La familia de Laura y nosotros nos partimos de risa, ese comentario fue un poco imprudente y nos hizo sonrojar a Mau y a mi.

—Así como cuando tu hermana menor está loca, pues así —dijo el hermano de Laura y empezamos a reír aún más.

Subimos a la habitación de Laura para acomodarnos, la rizada trajo un colchón de otra habitación para Mau. 

—Ahora que lo pienso, ¿me voy mañana en pijama? —preguntó Mau preocupado.
—No te alteres, puedes usar el uniforme de mi hermano, aún no lo ha botado. 
—Gracias, si algo uso la ropa interior al revés.
—Amor, eso es asqueroso —reí con Laura.
—¿Entonces quieres que me vaya sin nada? —me miró pícaro.
—¡Cállate! —me sonrojé y le tiré una almohada.

Yo iba a dormir con Laura y Mau en el colchón que trajo mi amiga previamente. Me despedí de él con un beso en los labios y a Laura sólo le dije hasta mañana. Me dormí realmente rápido, había sido un día agotador.

Amor de institutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora