Cap.11-Al instituto.

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Narra Luisa


Habían pasado viernes, sábado y domingo, el lunes tenía que ir al instituto. No quería pero bueno, una cosa es buena y es que estaré con...mis amigos, suena raro decirlo pero así es.

Me desperté a eso de las 6:10 de la mañana y le envié un mensaje a Laura, espero que ya haya despertado.

Menos mal me dio por enviarle ese mensaje o sino me hubiera tocado salir sola y estar preguntándole a la gente donde queda el instituto 'CFM'  y eso hubiese sido terrible ya que soy muy tímida

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Menos mal me dio por enviarle ese mensaje o sino me hubiera tocado salir sola y estar preguntándole a la gente donde queda el instituto 'CFM'  y eso hubiese sido terrible ya que soy muy tímida. Es irónico ya que les cogí confianza tan rápido a los chicos, la transmiten muy fácil.

Me fui a duchar, salí y me vestí con el uniforme de ese tal instituto. Era un buso azul oscuro, también era una falda que me llegaba encima de la rodilla del mismo color que el buso, las medias eran también azules que hacían una buena combinación con el buso y la falda. Los zapatos eran negros y la blusa de abajo del buso era color blanca y un adorno que era un moño rojo en el cuello. Para mi cabello sólo lo cepillé y lo dejé suelto, decidí cambiar un poco y ya no llevar mi absurda maleta rosa así que saqué un bolso con una especie de flores, eran varias y estaban esparcidas por éste. Decidí guardar mis útiles allí, me veo presentable, pensé. Miré la hora y eran las 6:35 de la mañana, Laura no demoraba en venir por mí así entre a la habitación de mis padres y les pedí dinero para desayunar algo allá.

—Papá...—susurré y empecé a sacudirlo suavemente.
—¿Qué quieres, hija? —preguntó restregándose un ojo y se puso sus anteojos.
—¿Me podrías dar dinero? Es que tengo que salir ya y no pude comer.
—Claro hija —metió la mano debajo de su almohada y sacó dinero—. Ten, para que puedas comprar algo sano.

¿Desde cuándo se preocupa por mi salud? Mis padres sí que son bipolares.

—Gracias papá, cuando mamá se despierte, le dices que saludos.
—Esta bien —se quitó los anteojos y se volvió a dormir.

Salí de la habitación de mis padres y estaba bajando las escaleras, 6:45 de la mañana. ¿Dónde estará Laura? Ya me estaba empezando a preocupar, no quería llegar tarde el primer día de escuela y se lo dije. Acto seguido a lo pensado, el timbre sonó y fui a abrir la puerta, era Laura.

—¡Perdón! —exclamó agitada—. Es que me quedé consintiendo a Pandora y Salomé —me sonrió—. ¿Vamos? estamos a tiempo.
—Claro, tú como siempre con tus gatas —le devolví la sonrisa—. Claro, vamos.

Estábamos caminando con Laura hacia el instituto, me estaba memorizando el camino por si Laura no podría ir algún día a la escuela por alguna calamidad o quien sabe. Hablábamos de Camilo y ella, sobre esos sonidos que yo escuché.

—Laura ¿recuerdas la vez que estábamos jugando escondidas?
—Claro que me acuerdo, ¿por qué?
—Pues porque ese día tú estabas en el armario con Camilo y pues escuché unos ruidos —dije mirando a otro lado.
—Esto no lo sabe nadie pero —empezó a susurrar—. Él y yo vamos a intentar otra vez una relación, ese día resulta qué sucedió...

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