Narra Luisa
Las clases transcurrieron con normalidad, una que otra mirada de mal gusto de parte de Catalina hacia a mi, ya era el tercer receso. Salimos, Laura me dijo que si la acompañaba a la tienda a lo que accedí.
—Laura, compra algo...—dije.
—Voy, es que hay cosas tan deliciosas —comentó y se metió en la fila para pedir algo.
—Te espero...Cinco minutos después, ella salió y compró lo más mínimo en tanto tiempo.
—¿Te metiste en toda esa cola por una gomita de oso? ¿Enserio, Laura? —observé, con cierta confusión.
—¿Qué? —me miró como un cachorro—. Mentira, compré una compota de manzana.
—Menos mal —suspiré—. Pensé que nos habías hecho perder cinco minutos de receso —reí—. ¿Vamos?
—Está bien —dijo abriendo su compota para empezar a digerirla.Bajamos y fuimos a una especie de silla que era en forma de la letra L, era al aire libre y todos los de último año estaban. Me fui acercando con Laura y de pronto vi a Catalina encima de las piernas de Mau y él estaba riendo. Sentí un vacío en mi pecho y paré de golpe, Mau me vio y quitó a Catalina de encima de él, vino hacia mi y yo sólo me volteé. Empecé a caminar rápido, no sé porqué me molesto, es más, ni siquiera somos nada pero me atrae de todas maneras. Pero yo no soy un juguete ni nada por el estilo, me debo hacer respetar.
Iba a llegar al baño para así verme al espejo y reflexionar sobre lo que había visto hace unos minutos pero alguien me agarró el brazo.
—Luisa, yo...—dijo Mau mirándome con sus ojos verdes.
—Luisa nada —sonreí falsamente—. Tu y yo no tenemos que hablar de nada.
—¡Es obvio que sí! Déjame explicarte...—dijo susurrando.
—No tienes por qué darme explicaciones, es más, perdóname a mi por interrumpir lo que estabas haciendo con Catalina, ahora suéltame y déjame ir, tengo que ir a clase.
—No te dejaré ir sin explicarte...—jaló de mi brazo y me acorraló contra una pared.
—¡Te he dicho que no me tienes que explicar nada, ni siquiera somos pareja como para que lo hagas! —dije intentando zafar mi brazo pero él tiene más fuerza que yo.
—Pero podríamos serlo, sólo escúchame por favor Luisa...
—No lo seremos, tonto —refuté—. Te escucho...—rodeé los ojos.
—Catalina se hizo allí porque me iba a decir una cosa, me empezó a decir cosas feas sobre ti y de que no me acercara entonces yo me empecé a reír sarcásticamente y ahí llegaste tu, ya sabes el resto.
—Oh Mau, ¿de verdad?
—Sí, así es.
—¡Es la excusa más tonta que he escuchado! ¿Sabes qué? Olvídate de la cita de hoy. No vale la pena salir con alguien que miente.
—¡¿Pero, qué?! ¡Luisa, no!
—Así es Mauricio. Hablamos otro día, adiós. —Me zafé de su agarre, él se quedó allí parado, siento que fui muy dura pero muchas veces hay que hacerse de piedra el corazón.Caminé a la oficina de la secretaria y le pregunté si podía salir temprano, me quería ir de allí lo más rápido posible.
—Disculpe, un permiso para salir más temprano por favor.
—¿Tus padres vienen por ti, linda?
—No, no pueden venir. ¿Es muy importante?
—No podemos dejar salir a los estudiantes si sus acudientes no vienen. Lo siento, pero puedes irte sin almorzar a tu casa bajo tu responsabilidad.
—Gracias, eso haré.Sonó la campana que indicaba que ya debíamos entrar a la ultima unidad, entré al salón de matemáticas y el único puesto libre era uno al lado de Mauricio, gracias destino. Me senté y empezó la clase, estaba poniendo atención y me llega una bola de papel.
Hey, ¿por qué no estás hablando con Mau?
Att Lau
Después te contaré. Lau, me iré más temprano hoy, no tengo apetito.
Lancé la hoja y volvió hacia mi.
Vale no te preocupes, ¿quieres que te acompañe?
No, quiero estar sola, después hablamos :)
Terminé de hablar con Laura y seguí prestando atención a la clase, estaba fácil el tema. El profesor puso un ejercicio y saqué mi móvil para buscar un término que no había entendido, segundos después vibró.
La clase acabó y yo salí directo hacia la puerta, salí de la escuela y empecé a caminar hacia mi casa. Eran las 12:50 del medio día y yo ya había llegado, en todo el camino estuve escuchando Let her go de Passenger, pensando acerca de lo ocurrido, fui cruel y me arrepiento un poco de como le hablé a Mau, es culpa de parte y parte.
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Amor de instituto
Teen FictionDe pequeña se visualizó a sus diecisiete años siendo una chica lo que consideran como bonita, sociable y carismática pero sus planes se fueron por el desagüe al verse sometida al bullying en su instituto gracias a la idealización que tuvo de infante...