Narra Luisa
Subí por el DVD y las cobijas con Laura y Valentina, yo cogí dos mantas y Valentina sólo una las cuales eran gruesas y apuesto a que calentaban demasiado ya que con tal sólo cargarlas, me acaloré. Bajé a donde estaban todos.
—Chicos ya tengo las mantas, Laura y Valentina no demoran en bajar —sonreí y empecé a taparlos a todos.
—Llego la comida, tontos —dijo Mauricio yendo con una bandeja llena de burritos caseros hechos en quince minutos.
—Mauricia, no seas grosero —dije entre risas.
—Señora, sí señora —se paró firme y luego se puso normal.Laura y Valentina bajaron, Natalia llegó como con cinco bolsas de gomitas y Sofía salió de la cocina lentamente con una bandeja en su mano con nueve vasos de Pepsi hasta que por fin llegó y puso esa bandeja encima de una pequeña mesa que había ahí junto con los burritos.
—¿Qué película vemos? Tengo V de Vendetta, Amarte Duele y entre otras...—dijo Laura.
—Veamos V de Vendetta —sugirió Mauricio y todos dijeron que sí.Laura puso la película y cada uno cogió su vaso con Pepsi y su burrito, nos tapamos, empezamos a comer y a verla. Después de comer nos comimos las gomitas que trajo Natalia, ya íbamos como a mitad de película y me entró un poco el sueño miré la hora y eran las 3:45 de la tarde mi madre aún no me llama.
—Mau... —al fin le llamé por su apodo y le susurré ya que lo tenía al lado—. ¿Será que me puedo echar en tus piernas? Es que tengo sueño...
—Claro, no te preocupes recuéstate —me recosté en las piernas de Mau y caí en un sueño profundo.
Narra Mauricio
Luisa se quedó dormida en mis piernas, no me daba importancia, la pobre debe estar cansada por estas cuatro horas de juego sin parar ya que somos bien molestones.
Me giré para ver a Laura y a Camilo, estaban los dos dormidos con sus cabezas juntas. Esos ya como que se arreglaron pensé, también me giré y miré que hacían Daniel y Sofía que estaban en el mismo plan sino que era al revés, que Daniel estaba en las piernas de Sofía, qué ternura, para ser el chico más serio de ésta vida es muy tierno con la que le gusta, sólo quedaban Valentina, Santiago y Natalia que estaban cabeceando hasta que por fin cayeron dormidos los tres, yo era el único que andaba despierto y por ser buen amigo cogí el control y apague la TV junto con el DVD con la punta de mi pie, eché mi mano hacia atrás y apagué las luces, ya las cortinas estaban cerradas así que quedó medio oscuro, perfecto y cómodo para poder echarme una siesta.
[...]
Me desperté por el sonido de un teléfono, yo que estaba durmiendo plácidamente. El sonido venía el bolsillo trasero de Luisa. Es mejor que lo tome ella, no quiero quedar como un pervertido.
—Lu... —empecé a sacudirla—. Luisa...
—¿Qué? —preguntó somnolienta y rascándose un ojo.
—Tu celular está sonando...hace rato—dije rascándome la nuca.
—¡Ay! —se levantó de golpe y sacó su celular del bolsillo—. Carajo, son las 7:30 de la noche ¿enserio dormimos tanto? Maldita sea, tengo treinta y dos llamadas perdidas de mi madre...Me van a matar ¡Mau, me van a matar!
—Cálmate mujer —dije un poco nervioso.
—Pero es que...—bufó—. Me tengo que ir, dile a todos que nos vemos otro día —se levantó del sofá.
—Espera yo te acompaño...así no creerán que hiciste algo malo o no sé —sonreí.
—Gracias pero rápido, levántate —dijo apretándose el labio.
ESTÁS LEYENDO
Amor de instituto
Teen FictionDe pequeña se visualizó a sus diecisiete años siendo una chica lo que consideran como bonita, sociable y carismática pero sus planes se fueron por el desagüe al verse sometida al bullying en su instituto gracias a la idealización que tuvo de infante...