Capítulo III.

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*Narrador*

Nuestro ahora vampiro Juan dejándose llevar por la sed de venganza la casa Jones encontró, ahí en medio de la fría noche a tres Jones asesino, aquel hombre que todo le había arrebatado esta vez perdón suplico, Juan recordó cuando su traje ensucio y con una fuerza descomunal al hombre por los aires arrojo, tomo al pequeño de su cuna y cargándolo le dijo.

-Ahora sabes lo que se siente perderlo todo-

-Por favor no le hagas daño a mi hijo- suplico aquel hombre.

-Al niño no le pasará nada; lo criare como si fuese mío, pero debes saber que lo usare en tu contra y será el quien asesine a toda tu descendencia- advirtió Juan.

La luz del sol se hiso presente, aprovechando esto Juan escapo utilizando las pocas sombras que se proyectaban, no sin antes incendiar la casa de los Jones, así como aquel hombre había incendiado su cabaña, mal herido y casi a punto de morir aquel hombre logró escapar, mudándose así a otro pueblo lejano donde Juan no lo pudiera encontrar.

Pero claro; esta no es toda la historia, Juan no iba a quedarse quieto hasta encontrar a Steven Jones, y aquí es donde comienza lo interesante.

*Juan*

Sangre, apestaba a sangre de esos mal nacidos, al ser vampiro ese era un aroma tentador sin embargo me limitaría a consumir solo sangre de animales, además ser vampiro no quiere decir que no pueda alimentarme de comida normal o tomar café, cuando regrese de cumplir mi labor inicial deje que el pequeño niño descansara en una de las habitaciones que estaba muy bien preparada para alguien de su edad, en medio de esta había una cuna dorada enorme, fue ahí donde deje que el pequeño durmiera plácidamente mientras me daba un baño para limpiar los restos de sangre.

Cuando regrese a la habitación del bebe este se encontraba encantado riendo a carcajadas con el mismísimo diablo, el cual lo coloco en su cuna cuando noto mi presencia.

-Es un niño muy simpático ¿no crees Juan? Es muy parecido al tuyo, bueno ahora este es tuyo, ¿te acostumbraras a llamarlo hijo?- pregunto.

-Si- fue todo lo que dije de momento.

Se rio a carcajadas -Deberías estar felíz de recuperar a tu hijo; sabes, necesitara una madre y no es que tu seas un mal padre simplemente es por esa cosa extraña a la que los humanos llaman afecto materno, creo que lo necesitara- comento el aun riendo.

-Supongo que sí, pero todo a su tiempo- me acerque al niño y lo tome entre mis brazos, era un bebe muy lindo.

-Ah, por cierto, que buen trabajo hiciste allá, sabes me gusta ese estilo tuyo para matar y amenazar quien diría que me saliste todo un experto en el tema, sigue así y te convertirás en mi asesino favorito- comento complacido, su mirada posada en mi irradiaba orgullo.

Salió de la habitación dejándome a solas con el pequeño, el bebe se acomodaba sonriendo entre mis brazos y fue lo más lindo que había visto desde la muerte de mi pequeño, este niño no remplazaría a mi hijo muerto, su recuerdo siempre estaría en mi mente, pero sin duda alguna este pequeño me regresaría la alegría, lo vería como si fuese sangre de mi sangre y el nunca sabrá sobre su verdadera procedencia supongo que es lo mejor para él, aunque suene de lo más egoísta del mundo.

Pasaron algunos días, una tarde decidí ir a comprar la merienda (y por si se lo preguntan, el sol no me quema, simplemente hace ver mi piel un poco más pálida) tenía casi un mes que no me paraba por el comedor de Esme solo que esta vez no dejaría a Sebastián solo en ningún momento.

Llegue a su casa y me sorprendió ver todas las mesas en desorden, había un hilo de sangre que se extendía desde la cocina asta una mesa de roble en el comedor, note la presencia de un cuerpo sin movimiento ahí abajo, me agache para revisar de quien se trataba y para mi sorpresa se trataba de Esme, había un cuchillo clavado en su abdomen y respiraba con mucha dificultad, coloque a Sebastián sobre la mesa con mucho cuidado y saque el cuerpo de Esme sin dudarlo clave mis colmillos en su cuello insertando mi “veneno” en su sistema, saque el cuchillo de su abdomen y improvise un torniquete para evitar que se siguiera desangrando.

Maldito Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora