Capítulo VII.

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*Sebastián*

Y yo que pensé que ya la había librado este día, hasta que esta vieja cara de bruja se le ocurrió ponernos una tarea en pareja y para mi mala suerte Abigail será mi compañera de trabajo. Haber no es que no me agrade al contrario su alegría podría llegar a ser contagiosa y creo que eso me aterra.

Y de paso debo admitir que es muy linda físicamente atraería a cualquiera, su cuerpo era hermoso no era muy exagerado, pero tenía buenos atributos, su piel es clara, y contrasta muy bien con sus ojos esmeralda, su cabello es largo y liso de un color castaño claro casi rubio, y de paso se me hace muy fácil percibir sus emociones, cualquiera que pudiese leer mi mente diría que me estoy enamorando y tal vez sí, pero no podía permitírmelo. Uno: tengo trabajo que hacer, dos: no quisiera lastimarla y tres: soy un vampiro obviamente le causaría terror si descubre quien soy en realidad; y la verdad no tengo tiempo para es mierda del amor y menos para perderlo con esa mocosa.

-¿En qué tanto piensas Sebastián?- pregunto Lucifer.

-No es nada, es solo que tengo una tarea grupal y mi compañera no me termina de simpatizar- confese.

-Mmm compañera ¡eh! Cuéntame ¿es linda?- pregunto curioso como siempre.

-Si, bueno no, hay que mas da el caso es que no me agrada, es una mocosa impertinente y descuidada- admití frustrado.

-Hay vamos, no te caería mal una amiga ¿sabes?- sugirió.

-Sabes, lo que no me caería mal seria que los últimos cuatro Jones aparecieran para poder asesinarlos de una vez por todas antes de que se reproduzcan como ratas- dije molesto.

-Huy pero que tenemos aquí, es el mismo carácter agrio de tu padre- comento, solo le hice una cara de obviedad y salí de la habitación, admito que últimamente he estado de muy mal humor, pero es que abecés asta yo me canso de toda esta mierda.

Subí a mi habitación para dormir un rato y la verdad es que no se me hiso fácil, la tecnología tenia esa magia de sacarme de mi realidad, la verdad es que ahora no se como pude vivir tantos siglos sin un celular.

-Deberías estar durmiendo- la voz de Esme me provoco un susto que si en este momento fuera mortal me da un infarto y muero.

-¿Estas confundido cierto?- pregunto y creo que se a que se refería.

-No se que me pasa, es tan fácil saber lo que sienten las personas, pero es tan difícil saber lo que siento yo- comente mirando hacia la ventana.

-Abecés es mejor callar, observar y luego actuar, dejarse llevar por tus emociones las cuales no son planificadas simplemente espontaneas, se te es fácil saber lo que los demás sentimos incluso cuando ni nosotros mismos lo sabemos pero no pones esa misma atención en tu persona, no crees que es por eso que tu si te reflejas en un espejo y nosotros no ¿sabes dicen que los espejos también pueden proyectar tu alma?- dicho esto lo cual supongo que fue un consejo salió de mi habitación.

No diré que me dormí de inmediato porque estaría mintiendo, la verdad es que pensé en las palabras de Esme toda la noche y amanecí sin poder pegar un ojo.

-Hey tu espero no se olvide que tenemos trabajo que hacer- la voz de Abigail me saco de mis pensamientos he estado tan distraído que ni siquiera puse atención en las clases.

Ya más tarde llegue a su casa, es un sitio agradable en una zona tranquila entre y subimos a su habitación.

-¿Tus padres no están en casa?- pregunte.

-No te preocupes no están en casa, se la pasan trabajando mucho- aclaro.

Subimos a su habitación la cual estaba muy bien organizada, la mocosa tiene buen gusto su habitación era muy acogedora.

-Bien dime ¿de que tema hablaras?- pregunte.

-Hablare sobre la salud mental- confeso
-Yo hablare sobre la contaminación ambiental y sus impactos en la humanidad a lo largo de la historia- aclare.

-Bien, quien lo diría los odiosos como tu tienen cerebro- comento, yo la verdad estaba a punto de caer dormido sobre su cama -¿Oye te sientes bien?- pregunto y pude percibir su preocupación.

-La verdad no, anoche no dormí nada- admití bostezando.

-Duérmete un rato entonces- sugirió.

-¿Aquí, en tu habitación? Ni hablar- comente.

-Apenas y puedes mantenerte en pie, anda duérmete que no muerdo- sonreí instintivamente al escuchar eso.
Me recosté sobre su cama la cual es muy cómoda, dormí un rato y para cuando desperté Abigail estaba revisando unas fotos en su computadora, desde mi posición podía ver a dos chicas junto a la mocosa, parecían realmente felices, podía percibir ¿tristeza? Que provenía de la mocosa de seguro eran sus amigas y las extrañaba, no tengo amigos así que la mayoría de emociones que conozco es porque las he sentido en otras personas.

Me levante de inmediato de su cama y parecido asustarse, paso rápidamente sus manos por su cara era obvio que no quería mostrase triste, aunque eso no quitaba el echo que yo ya lo supiera.

-Hey despertaste- dijo estando aun de espaldas.

-Supongo que si- afirme obvió, ella volteo haciendo una mueca de desagrado, mi mirada viajo rápido asta su mesa de estudio donde había un pequeño espacio decorado con fotos.

-¿Qué?- pregunto siguiendo mi mirada.

Sonreí -¿En serio “Abi”?- pregunte enfatizando la abreviación del nombre.

-¿Qué tiene? Mi nombre es muy largo y aburrido, prefiero que me llamen así, además se me hace adorable- aclaro.

-Yo prefiero llamarte mocosa- dije riéndome.

-¡Ahh! Ya estoy harta ni recién levantado se te quita lo idiota. Sabes que ya aclaramos los temas lo estudiamos cada quien en su casa y espero no volver a cruzar palabra con tigo en lo que resta del año- dijo sacándome a empujones de su casa.

Regrese a casa y me tope con una especie de reunión familiar en la sala.

-Sebastián, llegaste- comento mi padre esta ves con un mejo humor que otros días.

-¿Qué pasa?- pregunte extrañado por la seriedad de todos.

-Apareció Tomas Jones, anciano de 58 años vive en Berlín, si mis cálculos no fallan se reunirá con sus hijos pronto- Informo Lucifer.

-Bien y que esperamos, asesinémoslo de inmediato- sugerí.

-No, estaremos al pendiente de él, él podría llevarnos con los otros tres Jones y podríamos asesinarlos de una vez por todas- afirmo mi padre.

-Bien entonces esperaremos- dicho esto cenamos y subimos cada quien a su habitación, mañana por desgracia seria otro día en la apestosa escuela así que debía dormir algo.

-Bien entonces esperaremos- dicho esto cenamos y subimos cada quien a su habitación, mañana por desgracia seria otro día en la apestosa escuela así que debía dormir algo

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