Esto, lamentablemente, es el mundo real

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25 DE DICIEMBRE DE 2013. 8:34 A.M. NUEVA YORK, NUEVA YORK. TORRE STARK. HABITACIÓN DEL CAPITÁN STEVE ROGERS.

Por primera vez en mucho tiempo el capitán está soñando, a diferencia de la castaña él no suele tener muchos sueños, o por lo menos solo recuerda las pesadillas cuando despierta. Aún así el sueño es lo suficiente tranquilo y sencillo para que no dude que va a recordarlo, está mirando una puesta de sol en un barranco, con Sophia recargada suavemente en su pecho. No están haciendo nada más que respirar, pero es como si eso fuera lo único que importara.

Inhala profundamente, disfrutando el momento de paz hasta que es cruelmente arrancado por golpes en la puerta.

Abre los ojos encontrando que el peso en su pecho no es imaginario, Sophia duerme pacíficamente recargando su cabeza en él, ignorando completamente el ruido de la puerta. Cuando duermen juntos hay dos opciones, duermen lo más lejos que su cama les permite, para evitar tocarse en la noche o duermen aferrados uno al otro, para asegurarse de la presencia del otro en medio de una pesadilla. Sin embargo, Steve nota que simplemente están abrazados.

Casi como una pareja normal, el pensamiento llega a su mente con una cálida sensación. Sin embargo, no puede disfrutarlo porque alguien sigue aporrando su puerta como si su vida dependiera de ello.

Se levanta con cuidado, Steve sabe que la castaña está despierta o por lo menos lo suficiente consciente para saber que hay alguien en la puerta. Pero también sabe que ella no tiene la menor intención de atenderla, lo confirma la forma en que Holmes se acomoda buscando el calor residual en las cobijas mientras Watson se acurruca en el espacio entre sus piernas. No completamente despierto abre ligeramente la puerta. Es recibido por una pequeña explosión y mucho confeti directo a su cara.

– ¡Feliz Navidad! – grita un muy emocionado Clint Barton.

– Eh, ¿qué? – es lo único que el soldado logra pronunciar aún aturdido.

– Vamos, Capitán. Tienes que prepararte tenemos que abrir los regalos – lo incita el arquero tratando de entrar al cuarto.

A pesar de su aturdimiento, el soldado es lo suficiente rápido para detener la entrada de su compañero Vengador, pero no es lo suficiente rápido para evitar que vea la pequeña figura en su cama.

– Oh por Dios. Le debo 10 dólares a Nat, no eres tan virgen como pensábamos – exclama asombrado tratando de distinguir algo más sobre la figura del rubio.

– No es lo que piensas – responde de inmediato.

– No debes avergonzarte, es completamente normal que tengas una pareja – agrega golpeando amistosamente el hombro del rubio – Lo mejor de todo es que no estás detrás de Sophia – dice alegremente.

Confundido por la reacción, Steve se permite mirar brevemente a la chica en su cama. Gracias a que Sophia se acomodó buscando calor, se encuentra hecha bolita cubierta hasta la barbilla por las sábanas. Además, le da la espalda a la puerta haciendo que lo único que se vea es su largo cabello castaño, que aún tiene gran parte de los risos.

Vista de reojo podría ser cualquier persona.

– Eh – inicia Steve desvainando sus sesos buscando alguna excusa para sacarla sin que el arquero se de cuenta.

– No te preocupes. Me iré para que te ocupes de tu chica, nos vemos en 10 minutos en la sala para abrir los regalos – lo salva el arquero captando la incomodidad del soldado, pero malinterpretándola completamente.

– Gracias, Barton – suspira.

– Mientras iré a despertar a Sophia – dice sin cuidado alejándose por el pasillo.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora