Uno aquí exponiendo sus sentimientos y el otro riéndose

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12 DE NOVIEMBRE DE 2013. 3:12 A.M. BROOKLYN. TORRE DE DEPARTAMENTOS. 2º PISO. DEPARTAMENTO 221.

Steve Rogers se mueve por la cocina de su departamento tratando de mantener su mente ocupada en algo. Intentó ejercitarse, pero su mente seguía perdiéndose en sus pensamientos al punto que accidentalmente golpeó la pared en lugar del saco de boxeo. Ahora, luego de limpiar todos los trastes sucios e reordenar la alacena, decide hacer café mientras espera la llegada de la chica.

Él se fue de la celebración poco después de que Sophia desapareciera por las escaleras, y a pesar de haber pasado cerca de dos horas desde entonces, la chica aún no ha llegado. Steve duda que Holmes haya huido, aunque no le parecería demasiado extraño si ese fuera el caso.

El ruido de la puerta abriéndose rompe el silencio haciendo que Watson huya al cuarto del rubio. Segundos después Holmes aparece en la cocina; su vestido es reemplazado por unos pants, su cara lavada y su cabello recogido en un moño desordenado. A Steve le parece sorprendente como es que la castaña puede transformarse de la hija perfecta a sí misma.

– Lamento la tardanza, tuve que huir por la ventana – dice como saludo mirando al suelo.

Es la forma tan rota y agotada que suena la voz de la chica que lo convence que ella necesita un minuto para componerse antes de su "discusión". Le hace un gesto para que ambos se sienten en la mesa mientras le entrega una taza del café que preparó, se quedan callados sorbiendo sus bebidas y sintiendo el peso de la situación sobre ellos.

– Así que ese es el mundo en el que creciste – inicia Steve intranquilo, cuando le parece que ha pasado el tiempo suficiente.

– Si – responde Sophia.

Pero la respuesta no le parece suficiente.

– El brillante mundo lleno de hipocresía y sonrisas falsas, donde las joyas apestan a sangre y traición – continúa con cuidado.

Sus ojos no se despegan de su taza, pero el rubio puede percibir como esas simples palabras la sacan de su agotamiento para sumirla en tensión.

– No parece tan malo – murmura Steve.

– Hoy fuiste un visitante, no un residente – sentencia Sophia mirándolo por fin directamente a los ojos – Y mi familia no fue muy amable en la cena – agrega suavizando un poco su tono.

– Solo hacían preguntas tontas – se encoje de hombros quitándole importancia.

Los ojos verdes de Holmes se endurecen mientras vuelve fijar la mirada en su taza.

– Mis tíos aseguran que todos los veteranos son inestables, hicieron una apuesta de quien podría causarte una crisis primero – escupe asqueada – Las preguntas no solo eran tontas, eran crueles –

Steve exhala bruscamente. Cada cosa nueva que aprende de la familia de la castaña es peor que la anterior, pero eso explica las preguntas tan invasivas.

– Si bueno, ya sabía que tu familia no es buena. Pero no quita el hecho que mentiste para ir – indica impaciente.

Sophia abre y cierra la boca un par de veces buscando que contestar, hasta que se rinde con un gruñido y entierra las palmas en su cara.

– Lo siento – masculla.

– ¿Sientes que me hayas mentido o sientes que te haya atrapado? –

No pasa desapercibido como sus palabras hacen que la chica se encoja avergonzada.

– Mira no me molesta que no me hayas dicho quien es tu padre, ni tu abuelo, o que hayas fingido no conocerme y obligaste a Charlie hacer lo mismo. Me molesta el hecho que me hayas ocultado tantas veces que ibas a esas reuniones – explica Steve seriamente.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora