HOLMES [Steve Rogers]

Uno está bien, ¡y el otro eres tú!

22 DE FEBRERO DE 2013. 02:25 P.M. NUEVA YORK, CENTRO DE COMANDO DE SHIELD. OFICINA DEL DIRECTOR NICHOLAS FURY, PISO 12.

– Hay 17 maneras, en las que pudo salir mejor. Literalmente, las estoy contando – exclama furiosa la agente Sophia Hayle.

Ignora deliberadamente la silla que Fury le señala para seguirle gritando al Capitán.

– Haber salido cuando te lo dije, es una – responde en el mismo tono el Capitán Steve Rogers mientras ambos se fulminan con la mirada.

A pesar de la diferencia de estaturas, demasiado pronunciadas para el gusto de la agente. Ella sigue pareciendo demasiado intimidante.

– Pudiste haberme esperado, había el tiempo suficiente – grita exasperada, llevan discutiendo desde que la agente salió de la unidad médica hace más de una hora.

Ambos imponen respeto con su mera presencia, por lo que el hecho que ambos se estuvieran gritando a mitad de pasillo causó que varios agentes tuvieran miedo de incluso pasar. La solución que encontraron fue llamar a Fury, quien los llamó inmediatamente a su oficina.

– Y arriesgarme a arruinarlo, ni loco – responde serio el Capitán, intentado recuperar su compostura, cansándose de gritar.

– Ah claro, no terminar la misión es definitivamente no arruinarlo – suelta sarcásticamente la agente.

– ¡Dejar que hagan un hoyo a la mitad de la ciudad es arruinarlo! – grita el soldado olvidándose por completo de mantener la calma.

– Por millonésima vez, ¡HABÍA EL MALDITO TIEMPO! – grita con un fuerte acento británico.

Después de estar discutiendo con ella en la última hora, el soldado se ha acostumbrado que cuando la agente realmente se desespera, por razones desconocidas, grita en ese acento británico.

– Creo que toda la población de Inverness se alegra que no me haya arriesgado – dice imperturbablemente el soldado.

– Mira, solo sé que uno de los dos está en lo correcto – empieza ella hablando dulcemente – ¡Y el otro eres tú! – grita picando con el dedo el pecho del Capitán, antes de que ambos empiecen a vociferar al mismo tiempo.

– ¡Cierren la maldita boca! – grita el director de SHIELD perdiendo la paciencia.

Hasta ese momento se había mantenido callado y sentado en su escritorio. Simplemente siguiendo con la mirada el intercambio de insultos de los presentes mientras ellos caminaban alrededor del otro en la oficina. A pesar del gran espacio de esta, la recorrieron completa por lo menos 5 veces.

– Son las personas más profesionales y maduras que conozco, y están peleando como un par de colegiados – agrega Fury con desaprobación en la mirada.

– Él casi arruina el trabajo de 6 meses – musita la agente con frialdad, tratando de contener la rabia que la carcome. Aunque por fin se sienta en la silla frente al escritorio de Fury – Le dije que las armas eran falsas y que los científicos estaban escapando, y aún así quería volar el lugar –

– Llevamos en esto 3 días – se defiende el Capitán– Además, nos tenían rodeados. Solo había una manera de salir con vida –

Imita a la agente y se sienta en la silla continua. Pero mantiene una posición defensiva y trata de mantenerse lo más alejado posible. En la misión la vió pelear, y aunque duda que el altercado pueda volverse físico, no quiere arriesgarse.

– ¿Dejándome caer un edificio encima? – dice la agente sarcásticamente – Aparte, te dije que era probable que hubiera más gente, teníamos un plan para eso – agrega cansada de repetir lo mismo.