Es... complicado

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29 DE DICIEMBRE DE 2013. 5:27 A.M. BROOKLYN. TORRE DE DEPARTAMENTOS. 2º PISO. DEPARTAMENTO 221. (5 HORAS DESPUÉS).

Steve Rogers se mueve nerviosamente por el departamento tratando de convencerse que todo va bien. Van cerca de 6 horas desde su llamada con Holmes, 6 horas donde ella no ha hecho acto de presencia.

Esta vez ni siquiera se puede intentar calmar hablando con su querida gatita porque esta se encuentra en la casa del portero del edificio, la única persona con la que pudo dejarla antes de irse a la misión con Coulson. Se supone que en unas horas tiene que ir a recogerla, pero ni siquiera la perspectiva de ver a Watson Jr. lo hace sentir mejor en la ausencia de la castaña.

Su mente intranquila lo plaga con dudas: ¿Por qué Sophia aún no llega? ¿Desaparecerá de su vida indefinidamente otra vez? ¿Se arrepiente de haber dicho que iban a hablar? ¿Se está ocultando para no decir sus sentimientos? ¿Sus sentimientos si quiera son favorables para el rubio? Porque en la llamada sonaba como si sí lo fueran, pero 6 horas después ya no está tan seguro. Se deja caer en el sillón sacando un gruñido de frustración.

Llamar de nuevo a Natasha ni siquiera es una opción porque luego de la misión están intentando pasar desapercibidos y seguir llamando a la rusa en medio de las vacaciones va a llamar la atención. Además, aunque confía lo suficiente en ella para decirle sus sentimientos, está seguro de que la rusa aún guarda muchos secretos de SHIELD.

Se remueve en el sillón tratando de encontrar una posición cómoda. La pequeña molestia que tenía en la espalda luego de toda la recuperación desde el disparo, ahora, gracias a todo el esfuerzo realizado en la misión se ha convertido en un constante pinchazo que entumece su pierna izquierda. Si no toma algo para el dolor o descansa un poco, pronto volverá a necesitar el bastón.

Pero eso no lo detiene en lo más mínimo cuando suena el timbre de su teléfono y se catapulta a la mesa de la cocina casi tirando un jarrón de flores en el proceso.

– ¿Sí...? – contesta.

– Steve, ¿estás con Sophie? – pregunta con urgencia Tony.

– No – responde sintiendo una fría sensación de pánico subir por su cuerpo.

– Mierda, en verdad está ahí – murmura para sí mismo el billonario – Bueno nos vemos – dice rápidamente.

– Espera, espera – pide el soldado – ¿Está donde? – pregunta esperanzado de cualquier noticia de la chica.

Sin embargo, silencio es lo único que le responde el otro lado de la línea. Aún sin verlo puede sentir la incomodidad del castaño.

– ¿Hablaste con ella? Ósea una conversación a fondo de todo lo que pasa con ella – inquiere Tony.

– No realmente – admite Steve, pensando que se refiere a la parte de sincerar sus sentimientos – Dijo que venía en camino para hablar, pero eso fue hace 6 horas. Incluso intenté llamarla – suspira pasando una mano por su cara.

Una parte de él se alegra de poder hablar de lo que sea que es su relación con Holmes, compartir sus preocupaciones en un momento así, pero no puede evitar la sensación que le están ocultando algo.

– Eso sí complica las cosas – murmura para sí mismo Ironman.

– ¿Qué cosas? – demanda el rubio.

– Es que ella no quería que te lo dijera – suelta con desesperación.

– ¿Qué dijera qué? ¿Por qué? – cuestiona Steve volviendo a sentir pánico.

– Por que esta enamorada de ti y no quiere arrastrarte a su desastre – dice Tony con obviedad, expresando un hecho lógico e irrefutable.

Mientras tanto el rubio siente el mundo dar vueltas en una combinación de alivio, euforia y pánico. El aire se le va de sus pulmones y sus piernas fallan al punto que se tira en una de las sillas de la cocina.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora