Tan cerca y tan malditamente lejos

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27 DE DICIEMBRE DE 2013. 02:45 P.M. CENTRO DE COMANDO DE SHIELD. HANGAR 22.

El equipo del agente Coulson tiene exactamente 7 minutos de haber aterrizado en el Comando Central de SHIELD en Nueva York. Phil Coulson lo sabe porque ha mirado su reloj cada 20 segundos como si de esa manera Sophia Hayle pudiera llegar más rápido. Sin embargo, no está seguro como es que va a llegar la chica, la conversación que tuvieron por teléfono para "planear" esta "misión" fue de 10 segundos.

– Necesito un aventón a un lugar – dijo Sophia con un tono aparentemente calmado – Podría ir sola, pero el autobús parece una buena opción – continuó usando el apodo del gran avión.

– El Autobús es excelente opción – respondió simplemente Coulson – Te avisaré cuando esté cerca –

Luego colgaron el teléfono y no volvieron a hablar, ni siquiera en Navidad. Desde entonces un pequeño sentimiento de incomodidad ha acompañado a Coulson. Su preocupación surge de la incapacidad de Sophia para pedir ayuda, es cierto que de vez en cuando colabora con otros agentes o pide alguna opinión en algo. Pero es bastante extraño que le pida directamente ayuda y sin explicación de porque necesita ir en su avión. Aunque, su equipo ya tenía planeado pasar por Nueva York por provisiones y han roto dos docenas de reglas desde que iniciaron sus viajes, así que aceptó. Además, Sophia nunca hace nada sin razón, así que, aunque no lo vea debe de tener sentido.

Las provisiones ya los estaban esperando cuando aterrizaron, así que con ayuda de todos comenzaron a subirlas mientras esperaban a la castaña. Cerca de los 10 minutos de su llegada unos pasos lo alertan que alguien entró al hangar. Coulson se asoma un poco hasta que visualiza a Sophia caminando tranquilamente.

– Coulson – grita dejando caer su mochila en la entrada del avión antes de correr a abrazarlo.

– Sophia – saluda estrechándola luego de varios meses sin verse.

A pesar de su alegría el mayor no puede evitar sorprenderse por el estado de la chica. Es claro que tuvo que llegar apresuradamente luego de su llamada, pero la chica se ve como si apenas hubiera dormido en las últimas semanas, lo cual conociéndola es bastante probable. Además, todo rastro de brillo ha sido eliminado de sus ojos verdes.

Coulson espera que solo sea por sobretrabajo.

– ¿Cómo sigues de tus riñones? – pregunta alejándose un poco para verla a la cara.

Por un segundo ella lo mira confundida, luego recuerda que la última vez que lo vio fue cuando sus riñones colapsaron.

– Mejor, gracias – sonríe – Lindo lugar – agrega ansiosa de cambiar el tema.

– Bueno, muere 10 segundos y tendrás un lugar igual de bonito – bromea Coulson con un guiño.

– Fueron solo 5 – lo corrige una voz seria.

– May – grita la chica corriendo a la agente mayor con rasgos asiáticos.

Alertados por el ruido de una voz extraña, dos personas salen del laboratorio. Una combinación de tres acentos distintos se escucha a toda velocidad cuando los científicos se encuentran y se abrazan todos al mismo tiempo. Luego Sophia se vuelve hacia el agente Ward al que simplemente saluda estrechando su mano, no pasa desapercibido para nadie las sonrisas poco características de ambos. Y no pasa desapercibido para May y Coulson como la chica se tensa ligeramente al acercarse al agente.

Al ver los ojos verdes de la chica recaer en una desconocida Coulson se acerca.

– Sophia. Te presento a la más nueva integrante de nuestro equipo, Skye – presenta señalando a la mencionada. Una chica castaña, joven y sonriente.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora