HOLMES [Steve Rogers]

Te vencí con el poder de las relaciones complicadas

29 DE DICIEMBRE DE 2013. 9:44 A.M. CALLES DE NUEVA YORK. CAMINO AL AYUNTAMIENTO DE NUEVA YORK.

Atravesar la ciudad a 150 kilómetros por hora, casi estrellándose una docena de veces y escuchando la risa eufórica de la chica como música de fondo, no es algo que Steve Rogers alguna vez pensó que haría. Para ser honestos, tampoco pensó que alguna vez tendría tanto miedo andando en su propia moto.

No está seguro sí Ella sabe manejarla, pero en 5 minutos gana la confianza suficiente para serpentear entre el tráfico a toda velocidad e incluso perder la camioneta de los otros agentes, lo cual Steve en realidad no objeta. No tardan mucho en llegar al Edificio del Ayuntamiento de Nueva York, es fácil reconocerlo por su arquitectura Neoclásica.

Y por el enorme campo de fuerza electromagnética que Steve consideraría sacada de una película de ciencia ficción si no hubiera peleado con aliens hace un año. Se acercan encontrando que SHIELD ya ha puesto un perímetro restringido de 2 cuadras, alegando ser la CIA.

La chica se estaciona sin cuidado y no le devuelve las llaves mientras se encamina a una carpa que funge como cuartel general. Steve suspira siguiéndola. Los agentes les rehúyen, lo que hace al rubio preguntarse si saben lo que ocurre con la castaña, luego se da cuenta que es porque ambos están juntos y siempre están peleando y asustando gente.

No reconoce a ninguno de los agentes, no está seguro si es porque la mayoría de los agentes de confianza están tomando vacaciones en distintas partes del mundo, o porque Fury tiene la decencia suficiente de no poner a alguien cercano a Holmes cerca de Ella.

Ya que la situación de los rehenes y el campo sigue igual y se supone que leyeron el archivo que convirtió en Origami la chica, los dejan preparase solos. Aunque supone que es más por el miedo que les tienen cuando están juntos. Cinco minutos después Steve sale del baño ya enfundado en su patriótico traje. Alguien incluso llamó al portero de su edificio e hizo que le trajeran su escudo, lo cual se siente como una invasión a su privacidad y un movimiento de publicidad fríamente pensado para las decenas de cámaras y reporteros que rodean el perímetro.

– ¿Puedes explicar mejor? Lo que está pasando – pregunta acercándose a la chica. Todavía no ha procesado todo, tiene preguntas y si va a trabajar con Ella le gustaría entenderla un poco mejor.

– Por eso dejé que Holmes saliera – responde Ella ya cambiada a su uniforme de SHIELD.

Y la diferencia a Holmes no puede ser más abismal. Holmes se viste con el arquetipo de la perfecta agente de SHIELD, cabello recogido en un moño apretado y el uniforme bien arreglado. Ella tiene una coleta con algunos cabellos fuera, como si solo se hubiera recogido el cabello para quitárselo de la cara. Su uniforme está abierto del centro dejando ver una playera con un estampado de calavera y lleva unas botas más apropiadas para un concierto de Rock que para una misión táctica.

– No la dejaste salir mucho tiempo – argumenta Steve.

Ella rueda los ojos. Deja la enorme arma que estaba revisando y lo mira aburrida.

– No es, como coloquialmente se llama, un caso de Personalidad Múltiple. Pero soy como otra cosa que vive en Sophia. Cualquier señora católica diría que soy un demonio que la poseyó, pero no soy eso – alega con humor – Mira, genio. Lo han estudiado por como 10 años y nadie sabe. Solo sé que soy parte de Sophia sin ser realmente ella. Ahora sigamos con la vida – agrega levantando otra arma, aún más grande para revisarla.

– Y no te deja salir porque eres bueno... psicópata y narcisista y todo eso – reflexiona en voz alta Steve.

– Holmes también está dentro del espectro. Solo que ella intenta ser una persona funcional para la sociedad y yo intento matar a las personas constantemente – explica con tranquilidad.