¿Qué te dije de manipular adultos?

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14 DE JUNIO DE 2013. 06:22 P.M. BROOKLYN. TORRE DE DEPARTAMENTOS. 2º PISO. DEPARTAMENTO 221. (2 SEMANAS DESPUÉS)

El soldado ajusta su postura mientras intenta capturar estos pequeños momentos de tranquilidad en papel. Remarca con su carboncillo el ligero contorno de la cara de su compañera deteniéndose un segundo para apreciar su pacífica expresión mientras descansa.

En cualquier otra persona parecería un acosador dibujándola mientras duerme, pero en los últimos días Sophia ha confiado tanto en él que simplemente toma un lugar del departamento y se queda dormida sin un arma en la mano. Lo cual es un verdadero voto de confianza para la castaña. Aunque aún se despierta agitadamente ante cualquier ruido, evita atacar cuando detecta el olor y la voz del rubio.

La mente de Steve viaja rápidamente a las diferencias abismales entre no poder estar en la misma habitación sin casi matarse a vivir en el mismo departamento porque no confían en otras personas. Cuanta diferencia puede hacer vivir situaciones de vida o muerte juntos.

Aunque adaptarse a vivir juntos no ha sido tan sencillo. Él tuvo que cambiar la visión de la agente que puede matar alguien con un movimiento de sus manos a ver la chica que se pasea en ropa 3 veces su talla y zambulle comida a su boca antes de despertar por completo. Ella por otro lado, tuvo que modificar la idea del centrado soldado que entrena vigorosamente a pesar de su suero, al chico que dibuja desparramado en el sillón en sus ratos libres.

Por otro lado, para beneficio de los dos, la gente tenía razón. Son parecidos hasta cierto punto, ambos son responsables, limpios y tranquilos, lo cual significa unos compañeros de cuarto perfectos. Sino pelearan cada hora por cualquier cosa. La ventaja es que como el edificio aún es nuevo no hay vecinos que se quejen de las peleas.

Además, al ser demasiado independientes tienen ciertos problemas en adaptarse en vivir con alguien, aunque por compartir el cuarto de SHIELD y entrenar juntos ya se han acostumbrado en gran medida el uno al otro. Esto no evita que se sigan escuchando:

– Holmes, ¿Por qué tienes música a todo volumen? ¡Son las 2 de la mañana! – de un recién levantado Rogers.

– ¿Cómo que son las 2 de la mañana? ¡Pensé que eran las 10 de la noche! – de una Sophia que pensaba que era buena hora de hacer ejercicio.

Aunque hoy todo parece estar tranquilo. Él acaba de regresar de una misión que salió bien y ella estuvo todo el día analizando archivos no muy complejos. Ambos están demasiado cansados para discutir así que simplemente apreciaron la compañía mutua hasta que la agente se quedo dormida.

Holmes abre los ojos lentamente encontrándose con la mirada del ojiazul.

– ¿Me estas dibujando? – pregunta enarcando una ceja, pero sin hacer afán de moverse.

– No – responde el rubio con una media sonrisa.

– Bueno, como pago por ser tu modelo involuntaria. Hazme comida, por favor – dice ella estirando sus extremidades,

– No soy tu cocinero – reniega el soldado.

Aunque sonríe incorporándose y se dirige a la cocina.

Algo que él ha disfrutado es admirar como los hábitos de la chica comienzan a ser más sanos, aún no la ve comer todo lo recomendado, pero por lo menos se asegura que tenga una gran comida al día. Gracias a la cocina de Steve que, aunque no es perfecta es del agrado de la chica. Incluso el arquero se maravilló hace unos días que su comida había dejado de desaparecer mágicamente de su casillero.

– ¿Cuánto dormí? – pregunta Sophia siguiendo el rubio a la cocina.

– Cómo 40 minutos – responde sacando cosas de la alacena para hacer un par de sándwiches.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora