Solo le gusta ser dramático

526 45 5
                                    

07 DE MARZO DE 2013. 11:15 P.M. CLUB ÁRTICO, NUEVA YORK (4 DÍAS DESPUÉS).

La música resuena en el pecho de los presentes mientras entran al club Ártico. Todos están ahí porque Tony organizó una fiesta para celebrar algo, nadie está seguro qué, pero nadie rechaza las invitaciones de Stark. Incluso, todos los vengadores hacen acto de presencia en el club nocturno, excepto Thor que se encuentra en alguna parte del universo.

El lugar es exactamente lo que esperas de un club nocturno para bailar, oscuro, lleno de luces de colores, una pista de baile atascada de gente y una zona reservada en la periferia. 

Steve ve el ambiente con un deje de incomodidad mientras escolta a Natasha hasta la zona donde se celebrará el evento de Tony. Natasha básicamente obligó a Steve a ir, la idea de diversión de viernes por la noche del Capitán no suele conformarse de estar en un ataúd de personas sudadas y borrachas. Pero la rusa tiene sus métodos para convencer a las personas. Sobretodo cuando decide que el Capitán pasa demasiado tiempo solo.

Al llegar a la mesa, Stark los recibe con una calurosa bienvenida la cual denota que ha tomado bastante. Steve pasa algunos minutos con los invitados, apenas pueden oírse por encima del ruido así que solo se para ahí, intentando parecer amable.

El espacio reducido y la inevitable cercanía de los presentes lo pone nervioso, por lo que decide ir a la barra por una bebida. Finalmente, Stark paga y él no puede emborracharse. Su altura resulta útil para cruzar multitudes así que no piensa mucho en el hecho de cruzar la pista para cortar camino, pero se da cuenta de su error demasiado tarde.

- Así que quieres pelear, niño bonito – exclama un chico vestido en pants y camisa holgada al que  empujó por accidente mientras pasaba.

- No. De hecho, lo lamento – se escusa tratando de evitar la pelea.

Para su sorpresa lo que hace el chico no es lanzar un golpe, si no, empezar a bailar. Las nuevas costumbres en serio no tienen sentido, reflexiona Steve mientras intenta idear una manera de salir de la situación. Pero le parece tan extraño el momento que su mente se queda en blanco, aún intentando entender lo que pasa. A su alrededor se forma una barrera de personas para ver la "pelea" y evitar su salida.

Cuando el chico termina la multitud aclama por la respuesta del soldado. Sin embargo, él no tiene idea cómo responder, todo su conocimiento en combate no lo han preparado para una pelea que no sea golpes. Para su fortuna una figura pequeña se mete enfrente para defenderlo.

- Vamos Roy, escoge a alguien de tu nivel – exclama una voz que le suena familiar.

Sophia había observado todo desde la orilla y decidió intervenir en el momento justo para salvar al soldado. Después de lo estresada que había estado toda la semana se dio el tiempo de hacer algo para ella y salir a divertirse con amigos, el casi ataque de pánico le hizo ver que no había tomado un momento para sí misma desde que regresó. Estuvo bailando por algunas horas cuando vio una multitud alrededor de un musculoso rubio que distinguió de inmediato. Primero se había acercado para reírse de la cara confundida de Rogers, pero cuando se dio cuenta que no iba a responder y que la multitud empezaba abuchearlo, decidió meterse.

Los movimientos de la agente son fuertes y parecen representar cada sonido de la música de una forma tan profesional que no hay duda de su dominio de la danza. Pero sobretodo parece disfrutarlo al máximo, la evidencia es una luminosa sonrisa que porta su rostro, el soldado se da cuenta que nunca la ha visto tan feliz como en este momento. Al final la multitud rompe en aplausos mientras Roy y Sophia se abrazan entre risas.

– Vaya, ya hacías falta – dice el chico soltándola – No vuelvas a irte – más personas de la multitud lo apoyan. Sophia los mira con cariño, en serio necesitaba un momento así.

HOLMES [Steve Rogers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora