HOLMES [Steve Rogers]

¿A quién engaño? Nunca tengo suerte

28 DE ABRIL DE 2013. 8:17 P.M. NUEVA YORK. "FLEA THEATHER" BUTACAS PRINCIPALES. (11 DÍAS DESPUÉS)

La fría noche es alegrada con la bella danza presente en el teatro, "Celebración por el Día Internacional de la Danza", anuncia a la entrada. A la mitad de las butacas, envuelto en una camisa azul que resalta sus ojos y su confiable chaqueta de cuero, se encuentra el Capitán Steve Rogers. Mira embelesado cada coreografía, desde las virtuosas coreografías de las mayores, hasta las adorables y energéticas de las pequeñas principiantes.

El bello arte lo hace distraerse de sus preocupaciones. Sonríe agradecido por haber tenido el valor de asistir cuando ve un grupo de niñas de 6 años desplazarse por el escenario, haciendo una secuencia de movimientos divertidos y disfrutando cada segundo de su corta existencia.

No puede evitar comparar a una pequeña castaña con Holmes, la agente alguna vez le comentó que empezó a bailar durante su infancia. El soldado se pregunta en que momento Holmes dejó de ser una pequeña niña que baila por el escenario a una asesina a sangre fría que destroza a sus víctimas. Sacude la cabeza alejando esos pensamientos.

Ha pasado toda la semana rememorando su última misión con la castaña, buscando cualquier detalle que le diera sentido. Sobretodo porque la castaña se negó a responder sus preguntas y luego lo alejó violentamente. Aún después de hablar con Barton sobre la chica sus dudas no se han disipado completamente. Antes que la ira que acompaña esas memorias pueda formarse, un mensaje llega a su teléfono.

ROMANOFF: Tenemos una emergencia, ven a SHIELD inmediatamente.

Enterado.

S.R.

ROMANOFF: ¿Sabes dónde está Hayle? No contesta su teléfono.

No sé donde está.

S.R.

Por supuesto que Holmes no va a responder su celular, lleva bailando desde las 7 de la noche. El Capitán la distinguió durante una coreografía de ballet y otras dos cuyos estilos no reconoció. Fue fácil distinguirla del resto, su forma de moverse al bailar es igual que cuando pelea, segura, ágil, rápida, con una gracia y porte exclusivo de las bailarinas. Aunque, a diferencia que cuando pelea, un brillo de euforia en su mirada acompaña cada uno de sus movimientos.

Pasa un baile entero debatiéndose si debe buscar a Holmes. Habló con Barton temprano ese día, descubriendo nueva información de la chica. Esa información todavía le causa escalofríos, aunque explica mucho del comportamiento de la castaña, tanto de su forma de hacer misiones como de su desinterés por su propia salud. Pero después de enterarse de ello decidió alejarse de la chica por un tiempo, sólo para asimilar todo.

Ahora el mensaje de Romanoff cambia todo. Por un lado, no es su responsabilidad si le llega el mensaje o no. Aunque algo en él le advierte que la chica puede ser necesaria para la emergencia y cualquier retraso terminará en su conciencia. Además, si Holmes se entera que él estuvo ahí y no le avisó de la emergencia van a tener una pelea.

Otra pelea, se corrige mentalmente con un gruñido.

Finalmente, el soldado sale sigilosamente del público al mismo tiempo que un grupo de niñas sale del escenario. Vaga un par de minutos por los pasillos del teatro buscando una puerta hacia camerinos. Después de convencer al guardia de seguridad que tiene un mensaje urgente para Sophia, logra llegar a la parte trasera del escenario.

– ¿Steve? – pregunta Sophia reconociendo la figura del rubio – ¿Qué haces aquí? – agrega con voz queda para no llamar la atención de sus compañeras.