HOLMES [Steve Rogers]

Me cuidas más que un padre primerizo

30 DE MARZO DE 2013. 10:35 A.M. NUEVA YORK, CENTRO DE COMANDO DE SHIELD. EDIFICIO DE ATENCIÓN MÉDICA, NIVEL 2. (UNA SEMANA DESPUÉS)

Cuando a Steve Rogers le avisaron que Holmes se encontraba en el ala médica, verla bastante aburrida, frunciendo el ceño, conectada a un suero y con un par de médicos a su alrededor checándola, no era lo que esperaba ver. Entró muy seguro que la encontraría recién llegada de una misión con una herida lo suficientemente grave como para él haber sido convocado. Sin embargo, lo que recibió tampoco fue una cálida bienvenida.

- ¿Qué demonios haces aquí, Rogers? – exclama Sophia al segundo de verlo entrar. 

Ella esperaba salir lo más pronto posible del chequeo, y la aparición del Capitán solo puede significar problemas.

- Llamaron a Tony para decirle que viniera, pero Jarvis me lo dijo a mí porque yo era el único en la Torre – responde tratando de asimilar lo que ve. Recorre con la mirada el cuerpo de la joven en busca de una herida, pero el suero conectado a su brazo es la única cosa fuera de lugar.

- Estoy bien – refunfuña la chica apartándose de la examinación del médico.

- ¿Usted es el contacto de emergencia? – pregunta la doctora después de otro intento fallido de revisar los ojos de Sophia. En realidad, el contacto de emergencia es Tony, pero el billonario se encuentra en una reunión en alguna parte de Singapur, así que Steve asiente con la cabeza. – Necesita firmar estos documentos, ella esta rechazando la atención médica -

- Estoy bien, tuve un desequilibrio por no comer bien, fue una estupidez – bufa Sophia incorporándose en la camilla – No me dejan firmar porque dicen que no estoy lo suficientemente estable para tomar una decisión. Así que si pudieras firmar, sería maravilloso –

- De hecho, se desmayó dos veces – indica la doctora, lo que causa que la agente la fulmine con la mirada.

- ¡Desmayarse 2 veces no es estar bien! – exclama el soldado agarrando los papeles – No deberías rechazar la atención médica – agrega preocupado.

- Tranquilo, ella dijo que mis heridas solo eran hemorragias internas, ahí es dónde debe estar la sangre – sonríe inocentemente.

- Estudiaste medicina y sabes perfectamente que eso no es correcto – responde ahora la doctora mirándola seriamente.

- Estoy bromeando, ni siquiera tengo hemorragias – rueda los ojos – Ya ven, mi sentido del humor ha vuelto, estoy bien. -

El soldado suspira y comparte una mirada con la doctora, ambos están seguros de que no hay manera de convencerla de quedarse ahí. Si la obligan ella encontrará la forma de escapar, lo mejor que pueden hacer es acompañarla.

- Firmaré, pero vienes conmigo – se rinde Rogers tomando una pluma.

- Oh no, tengo una misión – responde la agente quitándose el suero con cuidado.

– No puedes ir a una misión en esas condiciones – dice el soldado dándole los papeles a la doctora que sale apresuradamente.

– Estoy bien, solo olvidé comer – se encoge los hombros la castaña.

– Puedes desmayarte otra vez, a mitad de misión – advierte el rubio.

– Hay 12.7% de probabilidades que eso pase, estaré bien - responde poniéndose de pie y cubriéndose con una chaqueta.

– Sophia.... – dice suplicante el soldado.

– De acuerdo – suspira la agente. En lo poco que se conocen no recuerda que alguna vez la llamara sí, así que debía de parecerle importante – Dormiré en la habitación, iré al baño primero –