Capitulo 43

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Entrada 99

Al bajar vi a un putrefacto parado frente a una de las oficinas, estaba aletargado, y miraba al vacío, intenté acercarme, pero en cuestión de segundos aquel ser estaba frente a mí, (este sí que era rápido) lo golpeé tan fuerte como pude y al igual que el policía este también se levantó con rapidez y pareciera que los golpes no le afectaban.

Se incorporó y se lanzó contra mi cuello, lo alcance a esquipar por centímetros, este se cayó de nuevo, y se levantó, ahora en vez de lanzarse contra mí espero y era como si estuviera pensando, fue una sensación extraña, tome mi pala y cuando se aproximó con velocidad le inserte un golpe en el rostro, parecía un beisbolista, aquel ser se tambaleo dio un par de pasos hacia atrás, alzo su rostro casi aplastado por el golpe y grito, parecía enojado, corrió hacia mí de nuevo y lance otro golpe esta vez el putrefacto lo esquivo, me sorprendió aquello, ese desgraciado infeliz estaba aprendiendo o eso me daba la sensación, me quiso agarrar pero con la inercia del golpe caí al suelo.

El putrefacto se aventó hacia mí, intenté tomar la pala, pero había caído lejos de donde estaba, me arrastre queriendo recuperarla, pero el zombi jalo con fuerza mis pies arrastrándome lejos de ella, era muy fuerte lo golpeé con mis pies para zafarme de él, pero estaba aferrado a mi como un perro a su hueso, no me iba a dejar ir tan fácilmente. Volví a golpear su rostro, esta vez le di en el costado y lanzo un grito, como si estuviera herido y sintiera el dolor, eso me hizo pensar que tal vez ese sea un zombi con alguna cepa diferente que mantiene alguna parte del cerebro para aprender y lo demás es primitivo.

Cuando me libré de él corrí hacia mi arma, pero este se lanzó por mi espalda intentando morderme, giré quedando hacia arriba y con mi codo di de golpes hasta que me soltara, estaba agotado, nunca fue tan difícil matar a uno de esos bastardos, gateé lo más rápido que pude, pero mis músculos se estaban entumeciendo de la fuerza que estaba haciendo, pensé que si salía vivo de esta empezaría a ejercitarme, ya no bastaba con huir del lugar.

Llegue hacia una pared, estaba acorralado y las escaleras ya me quedaban muy lejos y no tenía fuerzas para huir de él, de seguro con su rapidez me alcanzaría pronto y con seguridad terminaría muerto, quise recuperarme, pero una de mis piernas se acalambro, vi al zombi tirado en el suelo sin moverse no podía creer que lo mate a golpes, pero quise asegurarme de ello y cuando intente pararme me di cuenta que mi brazo estaba roto, parte del hueso estaba salido de la piel, como pude me acerque y ahí estaba con el cráneo roto y parte del cerebro regado en el piso, me tire a su lado tratando de recobrar el aliento y no recuerdo si me desmaye o me quede dormido.

El dolor en el brazo me despertó, vi que estaba oscureciendo, debía de ser entre las seis y las siete de la tarde, miré mi brazo como estaba desencajado del codo, traté de acomodarlo, pero me fue imposible, el dolor era casi insoportable, no entendía como en las películas lo podían hacer ver tan fácil, me incorporé como pude, una punzada recorrió mi cabeza, ahora sabía lo que sentían los insectos.

Intenté abrir la recepción, pero estaba cerrada y no tuve más remedio que romper el cristal de la puerta, ¡Dios! Como me dolió aquello, resentí el golpe en el otro brazo, seguía sin entender como esos desgraciados de la tv nos lavaban el cerebro pensando que aquello es real, es imposible que un hombre lo golpeen tanto, le rompan los huesos, reciban disparos y todavía continúen caminando como si nada, eso en la vida real es imposible.

Abrí la puerta y comencé a revisar los pedidos, en uno de los rincones estaba el disco duro y los programas de actualizaciones, algo me llamo la atención debajo de unas cajas, podía sentir como el olor salía de ese lugar, con cuidado las moví y de pronto una de las cajas salto sobre mí, retrocedí un par de pasos y caí golpeando mi brazo, de inmediato volvió a sangrar, un ruido me llego desde la caja y me levante, separe las cajas con cuidado y al ver la imagen casi me echo a llorar.

La recepcionista estaba atrapada entre las cajas, por el grado de descomposición y la piel apergaminada me suponía que estuvo ahí desde el inicio, no podía dejarla así, tomé mi pala y le abrí el cráneo, todavía recuerdo el sonido que hicieron sus huesos al romperse, recuerdo el color azul satinado del vestido con su bordado que sobresalía y podía palparse, si no hubiera estado manchado de sangre, se vería hermosa. La intente mover, pero una caja obstruía su pierna. Comprendí que ella no se estaba refugiando, quizá quedo atrapada con la pierna rota y al ser incapaz de moverse y no haber nadie vivo cerca murió de hambre o desangrada, eso nunca lo sabré.

Revise el resto de las cajas para ver que me servía, pero la mayoría de cosas eran aparatos para investigación, así que guarde lo que necesitaba en la mochila y busque otra manera de salir de ahí, ya estaba oscuro y no podía creer que esos científicos ni siquiera se atrevieron averiguar que pasaba, era decepcionante. La puerta principal solo tenía el seguro puesto, eso me pareció extraño, estas puertas están hechas para evitar que extraños entren, pero no para que salgan, me preguntaba porque el zombi que estaba arriba y el que mate no salieron, solo era empujarla.

Quizá me parecía obvio, ellos se infectaron y quedaron atrapados aquí; después de una rato deje de darle importancia. Me dolía el brazo y la cabeza, lo único que quería era salir de ese infierno, recorrí el pasillo que me llevo hasta las oficinas de Adriana y Juan, me pareció recorrer kilómetros, pero solo fueron unos cuantos metros, estaba a punto de perder el conocimiento y un par de manos evitaron que cayera por las escaleras.

Cuando desperté tenía elbrazo vendado.

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Pues hasta aquí el nuevo capítulo, espero que lo estén disfrutando y no olviden comentar, esto me ayudara a continuar y mejorar la historia.

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