Entrada 107
Se había hecho de noche, aquella mañana salí un par de veces como de costumbre y escondí a las afuera de la ciudad provisiones, no quería que se dieran cuenta de nada, quizá era octubre o noviembre, nunca aprendí a contabilizar los días a pesar que me los enseño Adriana, solo podía distinguirlos por el cambio de estación, pero empezaba a hacer frio y las lluvias eran mucho más frecuentes.
Esa noche comenzó llover fuerte, por un momento pensé que era una tromba, pero no fue así, tomé a Bernardo mientras dormía y salí a escondidas, lo más difícil fue que no oyeran la camioneta, pero me había asegurado de dejarla en el estacionamiento como normalmente me decían ellos, así que no olvide dejarla ahí. La lluvia y los truenos me ayudaron sin embargo cuando estuve a punto de salir, la voz de Adriana me hizo girar hacia ella.
Se encontraba en la entrada principal del edificio, era difícil verla, la lluvia y la oscuridad cubrían mi visión pero por la posición de sus manos sabía que ella sostenía el rifle, arranque a toda velocidad, pero ya era demasiado tarde «fui un estúpido no subí los vidrios» un dardo entro directo en mi cuello, otros dos pegaron cerca del tablero, sin pensar mucho saque el dardo, pero creo que fue demasiado tarde, ya había entrado en mi sistema, arranque a quema llanta y no deje de conducir hasta dejar de ver el centro de investigación por el retrovisor, no sé si me siguieron, pero era seguro que no.
El único lugar seguro que recordaba era el de los pollos en la ciudad, así que no deje de conducir hasta llegar ahí, estacione el carro en el estacionamiento y cerré las cortinas de metal, me sentía cansado y empezaba a sentir fiebre, sea lo que me hayan inyectado estaba haciendo efecto y muy rápido, lo sentía por Aurora y su pequeño, ahora no tenía con quien dejarlo. Estaba rompiendo su promesa.
Deje a Bernardo dentro de la camioneta y me dormí afuera, no recuerdo cuanto tiempo me quede tirado en el suelo, solo recuerdo que el llanto de Bernardo me despertó y estaba oscureciendo, al parecer lo que me habían inyectado seguía haciendo efecto, pero mi cuerpo estaba luchando contra ello, tome al pequeño y le di de comer, el pobre se acabó todo, creo que no estaba haciendo bien mi trabajo como padre.
Busqué entre mis cosas una cobija y se la puse al niño, se quedó dormido casi de inmediato, me daba mucha tristeza verlo sin su mamá. Volví a cerrar la camioneta y me tire de nuevo en el suelo, estaba hecho un asco, me quede dormido casi de inmediato, la temperatura estaba ganando contra mi cuerpo, cuando desperté, me encontraba atado en un camastro y en lo primero que pensé fue en el niño, comencé a gritar como desesperado e intente desatar mis manos, pero los nudos eran fuertes, seguí gritando hasta que alguien llegara.
Y pareciera que mi historia estaba condenada a repetirse de nuevo o más bien era uno de esos deja vu, de esos que sueñas que algo ya viviste y lo vuelves a vivir de nuevo, pero para mí mala suerte este no fue un sueño, porque de verdad lo había vivido, un sujeto entró al cuarto y con la culata de su escopeta me dejó inconsciente, me parece que estas personas habían visto demasiadas pelis de Hollywood, mi cabeza reboto en el camastro, cuando desperté por segunda ocasión, una chica me estaba curando las heridas, me asuste porque por un momento pensé que era Adriana.
«Tranquilo, tú y él bebé están a salvo y perdón por las ataduras pero es para asegurarnos que no te conviertas en un hambriento» ese nombre no podía estar más en lo cierto «un hambriento» «estarás atado un par de días más, hasta que la temperatura te haya bajado o desaparecido, y pronto te traerán comida y agua» la chica salió y yo me quede atado a mi camastro, era difícil moverse, aunque estaba más tranquilo ahora que sabía que Bernardo estaba seguro, me quede dormido otra vez, pero ahora sin la ayuda de un culatazo.
Cuando desperté era de noche y había comida en el suelo, me levanté y para mi sorpresa estaba desatado, no recordaba la última vez que comí tan bien, tampoco tenía noción de cuanto dormí, si fue horas o días. Busque en la habitación si estaban mis cosas, pero solo tenía el camastro y un foco pegado en la pared como compañía.
Creo que de verdad me sentía demasiado cansado, no recuerdo en qué momento me quede dormido en el suelo junto al plato vacío, un movimiento en el hombro me despertó, abrí los ojos y lo primero que vi fue el cañón de un arma apuntándome a la cabeza, eso me terminó de despabilar, de inmediato me aparte del arma y la mujer que me apuntaba sonrió y la guardo, «sígueme» dijo mientras caminó hacia afuera, no lo pensé y fui tras de ella.
Me sorprendió ver que este asentamiento estaba en la ciudad y no muy lejos de donde estaba, para ser exacto era un hotel del otro lado de donde dormí; «escuchamos al bebe llorar» dijo la chica mientras caminaba, «entramos y te vimos acostado, tenías fiebre y delirabas, revisamos la camioneta y el pequeño lloraba con desesperación, tuviste mucha suerte que no te matáramos ahí, Roberto dijo que te lleváramos, si hubieras tenido tan solo un rasguño...» ella pauso sus palabras y creo que buscaba las palabras correctas para decirme como iba a terminar este asunto.
Puse la mano sobre su hombro y le agradecí por ello, la chica asentó con la cabeza y siguió el camino, creo que estos tipos no eran tan malos como aparentaban. Pregunté por mis cosas y dijo que no preocupara y continuamos caminando, llegamos hasta un patio y ahí estaba mi pequeño, no evite que las lágrimas salieran y aunque no era mi hijo comenzaba a sentir ese amor por él.
Lo cargue y lo bese, era extraño sentir a Bernardo en mis brazos y abrace a la chica que lo cuidaba, la mujer que me llevo pregunto por su madre y la lagrimas salieron de nuevo, «la mataron los hambrientos» negué con la cabeza. De pronto la mujer saco su arma y me apunto pidiendo que me alejara del niño, no entendía que pasaba y con cuidado se lo entregue, me pido que me arrojara al suelo y saco una radio y dio una clave, de inmediato unos sujetos llegaron con armas y me regresaron al lugar donde me tenían encerrado.
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HOLA MIS QUERIDOS LECTORES AMANTES Y NO TAN AMANTES A LOS ZOMBIS. HOY LES TRAIGO UN NUEVO CAPITULO Y PREPARENCE PORQUE AL PARECER YA CASI SE NOS AVECINA EL FINAL DE ESTA HISTORIA. AUNQUE DEJENME DECIRLE QUE TODAVÍA FALTA VARIOS CAPITULOS.
No olviden votar que nada cuesta y me ayudan a crecer.
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Sobrevive
HorrorQue pasaría si un día te despiertas y crees que se aproxima un apocalipsis zombi y tú novia muere. ¿Harías lo que fuera para sobrevivir? Este es el diario de un hombre que intenta sobrevivir.