Entrada 66
¡Maldición! He tenido una suerte de salir vivo en dos ocasiones de aquel lugar de infierno fue una matanza, no entiendo como pudo suceder ellos traían armas. Después de bañarme fui a descansar, vaya suerte a penas y cerraba los ojos dos policías llamaron a mi puerta, solo logré ponerme una chamarra porque todavía no había dejado de llover.
Al llegar a mi casa los polis hicieron unas preguntas del asesinato que había ocurrido, le conté todo sin omitir detalles. Después de eso me pidieron que los llevara para identificar los cuerpos, y al o los asesinos, no tenía ganas después de lo que vi, lo último que quería era ver un montón de cadáveres. Al final accedí creyendo que ya tenían la situacion bajo control, ellos traían armas y saben cómo usarla en caso de que algo saliera mal.
Nos subimos a la patrulla y fuimos a la casa de mi amigo, vi el reloj y ya era de noche, no supe en que momento había oscurecido, quizá no me fijé porque el cielo estaba cerrado con las nubes grises y la tormenta que no cesaba.
Al llegar a la casa vimos que el portón estaba abierto, seguramente los oficiales lo abrieron con una de esas pinzas para romper cadenas, la patrulla entro hasta el patio de la casa donde estaba estacionado la patrulla de los otros oficiales pero no había señal de ellos. Lo primero que hicieron fue hablar por la radio y no obtuvieron respuesta, después sonaron la sirenas y nada y por último por el altavoz, no hubo respuesta alguna.
Los oficiales bajaron del vehículo y me dijeron que esperase ahí, pero no hice caso y me fui detrás de ellos, al llegar a la puerta llamaron y no hubo respuesta entonces decidieron entrar, uno de ellos miró hacia mí y me dijo que esperara en el carro y le que tenía que recuperar el teléfono.
Entraron y alumbraron con sus lamparas, y lo único que encontraron fueron manchas de sangre por toda la sala, entonces decidieron pedir ayuda, pero solo de escuchaba estática de su radio, los policías siguieron registrando la casa hasta llegar a la cocina donde encontraron a una chica de unos veintitrés años, tenía presencia de mordiscos en varias partes de sus pies, la cocina apestaba a sangre un olor realmente nauseabundo, el policía me preguntó si la conocía, yo solo gire la cabeza para indicar que no, uno de ellos se acercó a ella y la giró al ver su rostro con horror me dí cuenta que era Beatriz la hija de mi amigo, le dije al oficial quién era y la había reconocido, uno de los policías checó sus signos vitales y dijo que estaba muerta, después el poli gritó con fuerza, en sus ojos se notaba el dolor que sentía, miró sus manos y le faltaban dos de sus dedos, el poli miró hacia el suelo y vio que la chica que hace unos momentos había declarado muerta se encontraba sentado con los dedos del poli en la boca.
Los tres no dábamos crédito a lo que nuestros ojos miraban, era como una alucinación, el oficial cayó sentado del espanto, intentó incorporarse, pero Beatriz como un perro se le lanzó al cuello destrozando el cuello haciendo que el poli se ahogara con su sangre.
El policía que estaba parado a lado mío desenfundó su arma y sin avisar comenzó a disparar, el sonido de un arma disparada a una corta distancia es ensordecedor y destructivo, me tuve que agachar y tapar con fuerzas los oídos para evitar quedarme sordo, después de vaciar el cargador en el cuerpo de Beatriz era increíble lo que veía, ella continuaba en pie, solo la hizo retroceder un par de pasos, Beatriz se lanzó con más furia con el otro oficial, mi instinto de supervivencia me indico que tenía que salir de ahí o saldría muerto, el poli se quedó petrificado y no daba crédito a lo que veía, lo sujeté del brazo para huir de ahí y el reaccionó, sin pensar subimos las escaleras para escondernos y al abrir la primera puerta los dos oficiales que llegaron primero salieron al encuentro y se abalanzaron encontra del otro policía, este gritó con desesperación al estar acorralado, me había quedado nuevamente inmóvil al ver como le desprendían a mordiscos la carne de su cuerpo.
No sé que rayos estaba pasando, había varios muertos creo, acaso canibalismo o era una droga, y lo último que pasó por mi mente fue zombies, como es posible, tan rápido en apenas un par de horas.
Me encontraba asustado, al tratar de huir el pie se me doblo y cai por las escaleras, al llegar al suelo intenté incorporarme pero sentí como una bola se apoderaba de mi pie, estaba inflamado y apenas lo podía mover.
Me incorpore, tome la linterna de uno de los polis que habían dejado caer cuando se lo devoraban, la sujeté con fuerza y empecé a buscar la salida, una de esas cosas seguía entretenida con la carne del poli. Con cuidado gire la lámpara y vi que por las escaleras estaba mi teléfono, me acerqué para recuperarlo y salí por la puerta que estaba cerca.
Cuando salí llegué hasta una de las patrullas y me topé con la sorpresa que ninguno dejó las lleves en ellas, suspiré de la rabia sabía que tendría que regresar y me daba miedo pensar que podría morir comido por esas cosas.
Recordé que el poli que se devoraban en la cocina llevaba las llaves de la patrulla, así que decidí regresar y entre más rápido mejor, busque entre las cosas que había en la patrulla y solo encontré una caja de balas que de nada me servía y un bastón que tomé y salí hacia la casa.
Cuando regresé el zombies ya no estaba ahí, en su lugar encontré un cadáver despedazado, con todas las tripas de fuera, con cuidado me acerqué y lo registre, la pistola todavía la tenía sujeta a la mano, se la quite y ví que en la cintura traía sujeto las lleves las desenganche y salí cojiendo de ahí.
Al llegar a casa tome las balas, la pistola y el bastón que están en la mesa de mi sala, ahora tengo metido mi pie en un balde de hielo y agua para desinflamar, no creo salir por el momento. Ya escribiré después conforme pasen los acontecimientos.
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Sobrevive
УжасыQue pasaría si un día te despiertas y crees que se aproxima un apocalipsis zombi y tú novia muere. ¿Harías lo que fuera para sobrevivir? Este es el diario de un hombre que intenta sobrevivir.