Capítulo 39

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"No creerás esto." Lisa suena incrédula y divertida a la vez cuando Jennie contesta el teléfono. "Rosé acaba de irse de mi oficina, y no creerás esto."

"Te habló de Jisoo."

El puchero de Lisa es audible en su voz, y Jennie sonríe de oreja a oreja mientras se sirve un poco de agua. "¿Cómo supiste?"

"Lógica, principalmente," Jennie dice, dando un pequeño trago. El trabajo ha estado frenético, y está feliz de tener un minuto para ella misma. En especial si pasa ese minuto con Lisa, aunque sea solo por teléfono. "La gente ordinaria también la aplica a veces, señorita CEO." Lisa resopla, y ella ríe. "Muy bien, ya pararé. ¿Qué te dijo?"

"Aplica la lógica," Lisa sonríe al final de la otra línea, causando que Jennie comience a carcajear. Lisa también ríe mientras espera que se calme antes de continuar. "Me contó de algunas... inquietudes que pueden o no que ver con que los romances en el lugar de trabajo sean mal vistos. Tú adivina cómo tu amiga entra en esto."

"Dios mío," Jennie apenas se retiene a sí misma de volver a reírse imaginando a Rosé, quien por lo usual está perfectamente arreglada, caminando de lado a lado por la oficina de Lisa mientras abre por completo su corazón. "Le gusta."

"Eso sería decir poco," Lisa nota secamente, "pero sí. Y, mejor dicho, está desconcertada. Y me pidió que te preguntara si Jisoo habló de ella. Lo juro, a veces es como si tuviera un jardín de niños."

Jennie no puede contener más su risa. "Lo siento, es que – ni puedo imaginar a Rosé diciéndote todo esto. Espero que tengas cámaras en tu oficina."

"De hecho no tengo," Lisa dice. El recién descubierto conocimiento casi hace que el razonamiento de Jennie se vaya por otra dirección vastamente diferente, pero se obliga a ignorarlo. Por ahora. Sin embargo, más tarde, cuando esté sola en su habitación...

"Bueno, en fin," se aclara la garganta y hace una mueca por lo fuerte que se escucha su voz de repente, "um, a Jisoo definitivamente le gusta Rosé. Haz lo que quieras con esa información. Y yo definitivamente me siento como en tercer año de primaria."

Lisa suspira en la otra línea. Jennie la imagina sacudiendo su cabeza y pellizcando el puente de su nariz cuando vuelve a hablar. "Preferiría quedarme fuera de esto."

"Me leíste la mente."

"Sí. Como sea," Lisa se aclara la garganta. Suena un poco insegura, un poco vacilante, pero no de una manera que hace que el estómago de Jennie se enrosque con culpa. Es del tipo de inseguridad adorable, como Jennie lo apodó en su cabeza. Como cuando no sabe qué hacer con sus manos y termina metiéndolas en sus bolsillos. Como cuando hace casi un año, cuando quería besarla pero no estaba segura de si le correspondería. "También llamo para preguntarte si estás libre esta tarde."

"¿Por qué, señorita Manoban?" Jennie le sonríe al teléfono. "Suena como si estuvieses a punto de proponer que rompamos la regla de una cita por semana."

Lisa suelta un resoplido juguetón. "Estoy bastante segura de que la rompimos hace un mes," dice. "La cantidad de no-citas que hemos tenido rebasan el número de citas reales." Y ella tiene razón. Unánimemente decidieron no decirle a la Dra. Lee por ahora. Jennie piensa que, con su progreso, a la doctora no le molestaría, pero, bueno. Solo por si acaso.

"¿Así que será una no-cita o una cita?" No puede evitar fastidiar de broma a Lisa. En secreto, espera prolongar su conversación.

Retiene una risita cuando la escucha suspirar. "Jennie." La sonrisa de Lisa es audible en su voz, incluso cuando intenta sonar irritada. "¿Estás libre o no?"

"Claro que sí," ríe. "Ya sea o no una cita."

"Supongo que lo averiguaremos mientras vamos. Pero yo, um, en realidad quería hablar acerca de algo."

toma mi mano | jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora