Lisa decide que tienen la gran necesidad de un descanso – y de calorías – después de pasar por tal experiencia emotiva. Jennie no se opone ni un poco. En especial cuando Lisa toma el pan integral que tiene principalmente por Lisa. "Si hacemos pan francés," anuncia, "lo haremos bien."
A Jennie sinceramente no le importa si Lisa le sirve un plato vacío con tal de que se quede con ella así. Sonriendo así. Bromeando así. Viéndola así, con serena y acallada adoración que se siente – segura. Plena. Justo como ella.
"¿No me ayudarás?" Lisa pregunta, alzando una ceja juguetona al darle un vistazo.
Jennie pretende pensarlo. "Nah, así estoy bien." Apenas logra atrapar la toalla que Lisa le lanza, riendo. "¿En serio? ¿Recurres al abuso doméstico?"
Ante eso, Lisa resopla. "Eso no fue nada." Dice, señalando a Jennie con una espátula. Jennie sólo dice 'hmm'
"Quizá podrías... educarme algún día." Le dice, dirigiéndose a Lisa y recargándose contra la barra mientras la mira batir los huevos. Lisa no vacila al responder con una risa divertida.
"¿Esa fue tu delicada manera de pedirme que te castigue?" Le muestra una exagerada sonrisa provocativa, y Jennie está por responder, pero la sonrisa rápido se desvanece cuando Lisa deja caer su mirada en el tazón frente a ella, frenando sus movimientos hasta que se queda completamente quieta. El repentino silencio lleno de tensión cae sobre ellas. Y Jennie – Jennie no sabe cómo romperlo.
Puede que lo hayan logrado, pero no sin cicatrices. Cada cicatriz es diferente – y cada una de ellas es dolorosa.
"No es como si..." Los labios de Lisa se mueven con nerviosismo hasta formar una triste sonrisa. "Creo ya te he castigado demasiado." Levanta su cabeza con brusquedad para volver a ver a Jennie cuando la última extiende su mano para tocar su brazo, pero aparte de eso, no se mueve.
Jennie no habla enseguida. Por un momento, se permite disfrutar la sensación de la piel de Lisa. "No creo que te hayas dado cuenta de lo que estabas haciendo. Siendo honesta..." Levanta su mano para acunar con delicadeza la mejilla de Lisa, asegurándose de que no se voltee cuando la ve a los ojos. "No creo que me hayas hecho eso."
"Pero sí lo hice." Dice Lisa en voz baja. "Tus cartas – me llevaron de vuelta a esos días, y yo – quería lastimarte, Jennie." Extiende su mano para colocarla sobre la de Jennie, la cual acaricia su mejilla, y cierra los ojos por un segundo. "Quería causarte dolor. Tanto dolor como tú me lo causaste. Incluso más."
Jennie trata de tragar el amargo nudo de su garganta. Da un profundo respiro, para intentar calmarse. Para pensar racionalmente. Ha tenido el tiempo suficiente para hacerlo. Ahora quiere que Lisa lo haga. "Entiendo." Dice lentamente. "Entiendo. ¿Y qué hiciste para vengarte?"
Con la última pregunta, Lisa parpadea. Frunce el ceño. "Yo..."
Cuando está claro que no va a continuar, Jennie vuelve a hablar. "Cuando tuvimos sexo," hace una pausa, pensando cómo formular mejor su pregunta. "¿Fue tu forma de castigo? ¿Fuiste tan distante a propósito?"
Los ojos de Lisa brillan. "No." Dice. "No lo pensé. Es sólo que... no podía alejarme," termina de decir con calma. Sus dedos se cierran alrededor de los de Jennie, y la última la deja quitar su mano de la mejilla, sonriendo cuando Lisa no la suelta.
Da otro respiro profundo. "Y cuando no me dejabas tocarte," dice, tranquila, con lentitud, "¿lo hacías como castigo?"
A Lisa le toma un poco más responder. "No. Yo... estaba demasiado dolida como para dejar que me tocaras. Tenía – miedo."
Jennie asiente. "Y cuando no hablabas conmigo, ni te quedabas," pensó que el recuerdo no dolería tanto después de todo el progreso que han tenido, pero igual duele, y lucha por no dejar que las lágrimas caigan. Pero Lisa se acerca a ella, y pasa un pulgar por su pómulo antes de recargar su cabeza contra la de ella, como diciéndole que todo está bien. Que debería soltarlo. Y así lo hace, sintiendo las lágrimas resbalar por su rostro. "Cuando no querías nada que ver conmigo - ¿fue un castigo?"
ESTÁS LEYENDO
toma mi mano | jenlisa
FanfictionEl padre de Jennie ha sido puesto en soporte vital, y convertirse en la novia de Lisa Manoban es su última oportunidad para poder pagar las facturas del hospital. Se suponía que sería por el dinero. Insensible, inmoral, impersonal. Enamorarse de ell...