toma mi mano | jenlisa

Capítulo 40

Espera nunca acostumbrarse a despertar al lado de Lisa, y lo dice de la mejor manera posible. Quiere sentir siempre aquella calidez cuando despierte; quiere que sus labios se curven en una sonrisa al notar los brazos de Lisa alrededor de ella.

Tiene cuidado de no despertarla cuando se gira. Su sonrisa crece ante la vista que tiene. Cabello castaño esparcido por toda la almohada mientras Lisa yace de lado, respirando con calma y profundamente dormida. No es la primera vez que Jennie se impresiona por lo joven que se mira al dormir. A veces es fácil olvidar que sólo es un par de años mayor que ella, con el peso que carga en sus hombros a diario. La joven mujer ante ella es responsable de cosas que ni siquiera puede imaginar. Personas y sus familias dependen de decisiones que ella toma, cada día, hora y minuto.

La mano de Jennie acuna lentamente su mejilla, recorriendo el hueso con su pulgar, se siente como una pluma.

Las largas y oscuras pestañas titilan al tacto. Suprime el impulso de reír cuando Lisa murmura algo incoherente que suena vagamente interrogante. Nunca ha sido una persona mañanera. Esto a Jennie aún le parece desconcertante.

"Buenos días," susurra, acercándose a ella y presionando sus labios en la suave piel de su cuello. Subiendo a su mandíbula, manteniendo todo casto y a la ligera cuando su mano prosigue a pincelar su mejilla.

Lisa deja salir un manso gruñido, y Jennie se reclina justo a tiempo para ver como abre sus ojos, aturdida por el sueño. "...Hola," dice con voz áspera después de parpadear varias veces y finalmente lograr a enfocarse en el rostro de Jennie.

Ella muerde su labio inferior para impedir que una gigante sonrisa se le forme. "Hola," le responde en un susurro. Lisa se apoya en la mano de la menor, parece ser que fue algo inconsciente, mientras que, con la suya propia, recorre de arriba hacia abajo el costado de Jennie.

"¿Dormiste bien?" Lisa todavía suena somnolienta, pero se mira cada vez más despierta al observar con pereza el rostro y la figura de Jennie.

"Sí. ¿Tú?"

Lisa asiente. "No me opondría a dormir más," bromea, permitiendo que una sonrisa se le escape, y Jennie se la devuelve.

"Entonces vuelve a dormir," dice quedamente. "Yo prepararé el desayuno y luego te despierto." Intenta rodarse para poder levantarse, pero esto resulta ser una tarea complicada con el agarre de Lisa fortaleciéndose sobre su cuerpo.

"Tú eres como, la parte esencial de esto," le comenta, sonriendo con auto satisfacción cuando Jennie ríe.

"De acuerdo," dice, acomodándose de nuevo en los acogedores brazos de Lisa. "Sólo porque no puedes dormir sin mí." Lisa sonríe de lado. "No dije eso."

"¿Oh?" Jennie levanta las cejas y trata de salir de sus brazos, pero su – prácticamente falso – intento es en vano. Lisa la agarra de la cintura y la jala de vuelta, haciendo que ambas caigan en la cama riendo, con Jennie acorralada bajo Lisa.

Los ojos avellana destellan al observarla. "¿A dónde crees que vas?" Lisa reclama, con una sonrisilla.

"A ninguna parte," Jennie ríe. "No voy a ninguna parte." Sus ojos se agrandan y su risa se apaga, abruptamente, cuando los hábiles dedos de Lisa se acercan a sus costados, moviéndose.

"No. Lisa. No te atrevas." Las yemas de sus dedos atacan la piel de Jennie y ella se retuerce sin aliento. "Voy a patearte," le advierte, casi en broma.

Detesta las cosquillas. Una vez, casi le rompe la nariz a Jisoo por lo fuerte que se estaba sacudiendo ante su ataque. Tampoco está segura de si se hubiese sentido culpable – le advirtió. Y a Lisa ya le ha contado esto.