Capítulo 3

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"Necesitamos tomar una decisión pronto." Janet Kim no mira a nadie cuando lo dice, ni siquiera a su esposo que está acostado tras ella. Las palabras son dirigidas hacia la impasible pared blanca. Jennie lo entiende. A las paredes blancas no les importa. Las paredes no harán muecas ni llorarán mientras gritan acusando.

Lo entiende. Pero aún así, está molesta. "¿Podrías al menos mirarme cuando hablas de matar a mi padre?"

"Y a mi esposo," su madre le contesta inmediatamente, de una manera fría, sus ojos finalmente se encuentran con los de Jennie. Solía haber algo en ellos, cuando todo pasó. Ahora, todo se ha ido. Reemplazado por la lógica y el auténtico cansancio. Tiene razón. Jennie lo sabe. Está siendo práctica. Su madre piensa por los vivos, no por los muertos.

Pero para Jennie, el muerto es el único que le importa en estos momentos, así que tampoco se va a rendir. Sólo necesita un poco más de tiempo. Sólo un poco más para que Lisa cubra sus facturas, y así, podrán hablar sobre el tratamiento y qué tanto tiempo quieren prolongar el proceso; y si eligen limitar el soporte vital, entonces lo harán a sus propios términos. Lo harán porque es lo correcto. No porque estén forzados a desconectar el enchufe, quedando con una insana cantidad de deudas que los hijos de Jennie tendrán que continuar pagando. Tal vez los nietos, también. Quién sabe.

Esto es un desastre. "Jennie," su madre lo intenta. "Sé cómo...él es el amor de mi vida, y estoy a punto de perderlo. Justo como tú estás a punto de perder a tu padre. Pero así son las cosas, cariño. Puede que ya lo hayamos perdido. Hasta que los resultados estén listos-"

"Pero aún no lo están." Jennie de verdad trata de rebajar el tono de su voz, pero resulta ser jodidamente complicado. Su mamá está hablando acerca de acabar con la vida de su papá antes de que sepan completamente qué pasa. "No están listos aún, y tú ya estás preparada para dejarlo morir. Todavía está siendo evaluado. ¿Qué si nos entregan los resultados, y aún hay una oportunidad?"

Su madre suspira, acariciando su agotado rostro con una mano. "Tú y yo sabemos que no hay muchas posibilidades. Somos médicos. Ahí están los hechos. Lentamente, sus órganos están dejando de funcionar, Jennie, y necesitas ser realista. Cuál sea la causa...estoy casi segura que no es tratable. Y aunque lo fuese, revivirlo es un proceso que no es posible."

Lógica. Precisa. Su madre, la doctora, pasando entre las condolencias y los sentimientos, llegando directa al punto. Tu padre está más que nada, muerto. Acéptalo.

Bueno, Jennie no quiere aceptarlo. "Somos médicos," le repite a su madre sus propias palabras. "Esperamos hasta que las evaluaciones estén terminadas para llegar a una conclusión, porque sabemos qué tan importante es basarse en hechos y no en suposiciones. Lo que estás haciendo ahora - no es una doctora que trata de salvar un paciente." Traga saliva y pestañea, sacudiendo sus lágrimas. "Te estás rindiendo."

"Jennie -"

"No puedo." niega con la cabeza, retrocediendo hacia la puerta. "No - no puedo hacer esto justo ahora. Me tengo que ir."

"¡Jennie!" su madre le grita, pero ella ya salió de la habitación.

Piensa que la imagen está grabada de por vida en sus párpados: su roto padre cubierto con una sábana blanca, inerte, y su rota madre sentada a un lado de él, con el unifome bien agarrado mientras que en su cara, se plasma el dolor.

*

Ignora las llamadas. Los nombres de sus amigas se iluminan en la pantalla, uno tras otro, listas para consolarla, darle comfort y su lástima.

No quiere nada de eso. Sólo por hoy, no quiere ser la hija de un hombre moribundo. No quiere que su mente empiece a trabajar con ideas, opciones y razones simples para no romperse. Sólo quiere ser Jennie.

toma mi mano | jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora