Capítulo 31

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"Esto es... raro."

Jennie no podía estar más de acuerdo. La lista del fomento de la confianza que la Dra. Lee le dio es -- pues, Lisa lo dijo a la perfección. Es rara. Es cierto, hay algunas cosas que tienen sentido, y en definitiva no les afectaría implementarlas, pero...

"Transfiere algunos de tus bienes a mi nombre." Lisa lee en voz alta, frunciendo el ceño. "Eso es -- innecesario."

Jennie se encoge de hombros, volviendo a escanear la lista con los ojos. "Bueno, digo, algunas parejas tienen problemas de confianza por los juegos de apuestas y esas cosas." Señala. "Así que probablemente eso aplica para ellos."

Lisa se mira pensativa por un momento, y ella aprovecha ese instante para observarla discretamente. Con su camiseta blanca de cuello en v y jeans, se mira muy a gusto en el sofá de Jennie al estar recargada en el respaldo, con una pierna doblada bajo ella mientras estudia la lista. Jennie en serio quiere besarla, pero--

¿Eso está permitido?

Niega con la cabeza. Definitivamente eso no es algo que su terapeuta debería decidir.

¿Verdad?

Parpadea y vuelve a la lista en su mano. "No todo es terrible." Dice. "Esta no está para nada mal."

Lisa se muerde el labio para ocultar su divertida sonrisa cuando le da un vistazo al punto que Jennie está señalando con una tímida ceja levantada. "Ir a unas vacaciones románticas conmigo." Lee, casi riendo. "Sí. Para nada mal. Pero luego está esta," su dedo viaja hasta donde dice 'proporcionar fondos para que yo contrate un investigador privado para que te siga', lo cual es un poco extremo."

Jennie lee las palabras otra vez, y le queda un nudo en la garganta que es casi doloroso. Porque -- ella es la que está en el lado receptor de este. No -- no por parte de Lisa, pero -- sí del lado de Lisa. Rosé. Su asesora y mejor amiga.

(Quizá debería dejar de pensar en sus amistades y familia como lados opuestos si quiere que esto funcione.)

Al lado de ella, Lisa también se queda callada, sin duda dándose cuenta de que es algo que, de algún modo, ya realizaron. Este silencio -- Jennie odia este tipo de silencio entre ellas. Ensordecedor, muy absorbente y sofocante, plagado con culpa, arrepentimiento y errores pasados.

"Si hubiese sabido que ella iba a hacer eso, no la habría dejado." Lisa habla de repente. Está viendo a Jennie, y su mirada la estudia con cautela, como si estuviese esperando -- algo. La reacción de Jennie. Una respuesta. No está segura. "No es algo que yo hubiese -- autorizado."

La risa burlona que Jennie suelta es un poco más sombría de lo que planeó. Mucho menos sombría de lo que se siente. "Estuvo bien que lo hiciera, ¿no? Tuvo el derecho. Y tuvo razón conmigo." Su vista cae a la lista en su regazo. 'Dime qué necesitas de mí.'

Siente que puede estallar con una carcajada histérica.

Lisa humedece sus labios. Abre ligeramente su boca, como si fuese a decir algo, pero luego la vuelve a cerrar y aparta la mirada, tensando la mandíbula.

En momentos como estos es cuando Jennie se pregunta si de verdad tienen una oportunidad. A veces, cree que sí la tienen. Cuando las cosas van a la ligera y no hablan de nada en particular y la mirada de Lisa es afectuosa y tierna. Pero eso no soluciona nada, ¿cierto? Eso sólo son ellas evitando adentrarse al problema. Ignorando la gigante e inminente presencia de su traición.

Se aclara la garganta. "Si... si quieres, puedes hacerme más preguntas." Hace el intento, tranquila.

Lisa niega con la cabeza. "Creo que es mejor tener a la Dra. Lee mediando la discusión." Y si sus palabras se oyen algo entrecortadas, Jennie no lo comenta. "Tal vez deberíamos tomar un descanso." Eso es lo siguiente que propone, soltando un gran respiro.

toma mi mano | jenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora