toma mi mano | jenlisa

Capítulo 14

Le cuenta todo a su papá. No es algo en lo que tenga algún tipo de control, no después de su altercado con Kai. Las palabras salen expulsadas de ella, apresuradas, tropezándose unas con otras, y sabe que no podría detenerse si lo intensase.

Cuando termina de hablar, la habitación está en casi un completo silencio, salvo por los constantes zumbidos de las máquinas. Su papá no se ha movido. Ni ella. Sus ojos arden por las lágrimas no derramadas. No pasa mucho tiempo para que estas comiencen a caer, y cuando su padre no trata de secarlas, sólo caen con más intensidad.

Está contemplando pararse y tranquilamente dejar la habitación cuando Johnny por fin habla. "Es...es mucho para asimilar," él dice con un tono áspero. Lo ayuda a sentarse cuando un ataque de tos se apodera de su cuerpo - debió haber tragado demasiada saliva que se ahogó.

Él no la aleja, y, a pesar de que ya sabía que nunca haría algo como eso, igual la hace sentirse un poco menos tonta. "Perdón," deja escapar la palabra, aferrándose a la mano de su papá.

Él no quita su mano. Sólo suspira y cubre la mano de ella con su otra palma, grande y cálida. "Jennie," comienza a decir, su voz se escucha triste. "Hiciste lo que creíste correcto, pero..."

No fue lo correcto. Sabe que no.

Johnny se sienta más derecho, obviamente intentando reunir sus pensamientos. "¿Cuándo vas a decirle todo a Lisa?" Le pregunta de manera casual, buscando su rostro. 'Cuándo', por supuesto. Nunca es un '¿Le dirás?'. Sabe lo que él está haciendo.

Concuerda con Johnny. "Esta noche," Jennie suspira, al fin encontrando el coraje para mirar a los ojos de su padre. En ellos no hay decepción. No hay ira. Sólo profunda e infinita tristeza. De algún modo, eso es todavía peor. "Le diré esta noche."

"¿Supongo que soy una sesión de práctica?" Trata de sonreír.

"Podríamos decir que sí."

Johnny se queda en silencio por unos muy largos y dolorosos momentos, Jennie aprovecha ese tiempo para inhalar y exhalar lentamente, esperando que con eso sus lágrimas paren. Llorar no ayuda a nadie. Bueno, tal vez sí. Tal vez es una respuesta sana en la que debería trabajar. Pero no justo ahora.

Justo ahora, se da cuenta con una claridad alarmante e inquietante, justo ahora necesita encontrar a Lisa. La urgencia de correr hacia ella y decirle todo es repentinamente abrumadora.

Todo dentro de ella salta cuando su papá habla otra vez. "¿La amas?"

"Sí." Duele que tenga que preguntarlo. Lisa habría preguntado, también. A Lisa le habría costado creérselo, justo como a su padre en estos momentos.

Él asiente. Presiona sus labios mientras reflexiona algo; y sus siguientes palabras la dejan agarrándose de la silla, estando sentada.

"¿Ella te ama?"

Se siente - atorada. Buscando palabras que no llegarán. Su boca se abre y se cierra mientras le parpadea a su padre con impotencia.

¿Ella te ama?

¿La ama? Lisa le ha demostrado su valor una y otra vez. Ayudando a su padre. Siendo paciente con ella. Siendo tan, pero tan dócil con ella; nunca pidiéndole ni una vez algo a cambio mientras se hacía cargo de cualquier cosa que ella podría necesitar. Eligiéndola por encima de sus amigos y de cenas elegantes.

'Pero', su voz interna musita, '¿cómo puedes estar tan segura que ella sólo es así contigo?'

Nunca hablaron de sus exes. No tiene idea de cómo fue Lisa con ellas. Sólo sabe que las bañaba con joyería y ropa fina, y luego, un mes, dos meses, medio año después, se van, yéndose todas juntas con los brazos enganchados. Ella podría ser --