Navidad en familia (la noche anterior)

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*Capitulo con contenido sexual, favor de abstenerse de leer en caso de no estar cómodo con el, (no es importante para el futuro de la historia)*

Departamento Jackson-Blofis, New York
Diciembre 24 2010
Omnisciente POV

Estaba amaneciendo, Percy Jackson, quien acababa de despertar, yacía tranquilamente en su cama, a lado de el seguía durmiendo su novia, uno pensaría que estaban en la misma cama por 'sucesos de la noche anterior' sin embargo no tenía nada que ver con eso, desde tártaro la pareja había tenido pesadillas, recuerdos de su estancia en ese lugar, la presencia y cercanía del otro ayudaba a apaciguarlas.

Percy observaba a su novia, y en su cabeza solo se reproducía un sueño que había tenido esa noche, no uno malo, ni siquiera era un 'sueño demidios', al contrario era por mucho el mejor sueño que había tenido en mucho tiempo, sin embargo le preocupaba y lo ponía nervioso, solo de pensar en el sentía que el calor subía a su cara, pues el sueño si duda cubrió perfectamente lo que hubieran sido los 'sucesos de la noche anterior' si no fuera por que aún no habían llegado a ese punto.

Es cierto que llevaban más de un año juntos, aunque por situaciones poco agradables, como el secuestró y la guerra, técnicamente solo llevaban unos 6 o 7 meses saliendo, y aunque tal vez se conocían desde los 12 y eran mejores amigos desde no mucho tiempo después, pero pensar en eso ponía inevitablemente nervioso a Percy,

Sabía que su relación con Annabeth era casi perfecta, contando sus desacuerdos repentinos y sin importancia, o el hecho de ser sobre protectores el uno con el otro, aún así Percy estaba inseguro sobre dar el siguiente paso en su relación, la mayoría de los adolescentes normales de su edad ya lo habrían hecho, sin embargo Percy no era normal era un semidiós.

Eso era una parte de su inseguridad, después de todo el hecho de que el este dispuestos a hacerlo lo era la mitad del problema, la otra parte era Annabeth, qué tal si sentía que era demasiado pronto?, si no estaba lista, claro Percy estaba dispuesto a esperarla por la eternidad, lo que sea con tal de que ella estuviera a salvo y feliz.

Percy deseaba a Annabeth, había estado teniendo este tipo de pensamientos desde que se encontraron en Nueva Roma, pero por todos los eventos desafortunados no dijo nada, claro ahora 4 meses después del final de la guerra su mente estaba jugándole malas pasadas, después de todo era un chico, un chico adolescente con las hormonas desatadas, algo que Percy no le agradaba en lo absoluto.

Interrumpiendo sus pensamientos escucho a Annabeth gruñir, supuso que era el frío, aunque cuando esta lo vio se sonrojó hasta las orejas, causando que Percy se preguntara que había estado soñando, poco sabrá el que sus sueños eran más similares de lo que esperaban.

En el Olimpo una diosa del amor sintió algo que no había sentido desde hace milenios, y aun así solo lo había sentido unas contadas veces, un amor puro, un amor hecho por almas gemelas, almas que se han unido y convertido en una, curiosamente decidió observar a esta pareja, después de todo la leyenda dice que este nivel de amor es increíblemente poderoso.

Percy como buen novio, se puso frente a ella solo para verla a los ojos y decirle lo bien que se veía al despertar, aún con sus rizos amelados ligeramente desordenados, que a su parecer la hacían aún más perfecta, mientras los pensamientos de Annabeth eran parecidos, al ver como los ojos verde mar de su novio eran ligeramente tapados por su negro cabello indomable que tenía un mechón blanco, mechón con el que Annabeth se sentía feliz pues era una marca compartida, y aunque lo habían perdido temporalmente, tártaro abrió sus peores cicatrices y que peor que la marca de haber cargado el cielo.

Ambos estaban increíblemente felices, y durante un par de minutos solo se observaron a los ojos perdiéndose en el mar y tormenta de estos, esto duro hasta que Percy decidió romper el contacto visual para crear uno con sus labios, los pensamientos de ambos durante este intercambio de amor eran parecidos e indirectamente eran influenciados por los del otro, pues estos pensamientos fluían y se infiltraban cautelosamente en la mente del otro, aún que claro estaban demasiados ocupados queriéndose para notarlo y aunque lo hubieran hecho ya habían pasado años desde que la voz de la razón de Percy sonaba como Annabeth y la voz poco razonable en la cabeza de Annabeth sonaba a la de Percy.

Percabeth: La historia Del Mar y la lechuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora