Percabeth: La historia Del Mar y la lechuza

Un dia semidiós

Nueva Roma
Enero 22 2015
Percy POV

Desperté cuando un olor a Waffles inundó mi nariz, mire a mi alrededor la cama estaba vacía, y la luz entraba uniformemente por la ventana, se podía observar motas de polvo danzando en el haz de luz, me incorpore pesadamente, estaba un poco adolorido, Frank me había convencido de practicar un poco y después de una pequeña pelea termine en el suelo después de que una garra de oso me diera un golpe mandándome unos cuantos metros atrás a impactar contra un muñeco dee practica y su espada de madera

Me levante y me puse una camisa, luego me dirigí a la cocina donde escuché a Annabeth cantando, su voz era hermosa, y no lo digo por que este completamente enamorado de ella, he escuchado a las cantantes de Apollo cantar, y la voz de Annabeth se puede comparar con las de ellas, puede que sea la bendición de este, aunque en realidad nunca podría saberlo

Baje y la encontré cocinando, ya había un plato listo, cinco Waffles azules con miel de maple cubriéndolos, y Annabeth cantando a todo pulmón mientras esperaba a que estén los últimos, me acerque por detrás, me gustaría decir que silenciosamente, pero no, con cada paso que daba un gruñido de dolor salía de mi garganta

Ella tenía puesto únicamente un camisón, y sus rizos dorados estaban en una cola, Cruce mis brazos sobre su abdomen pegándola a mi, y dejé un suave beso un su hombro desnudó, y no necesité ver su cara para saber que sonreía, sonreí con ella,

"Hola, hermosa" le dije dejando otro beso en su piel, pensé en la suerte que tenía por tenerla a mi lado, aunque probablemente ella me habría reprendido por decirlo, argumentando que ella era la afortunada, pero no, durante toda mi infancia me hicieron sentir menos, Gabe, Bullys incluso los maestros, luego llegó Annabeth, ella estuvo conmigo cuando más lo necesite, no importaba las circunstancias

"Hola, como dormiste?" Me pregunto, sonreí

"Un poco adolorido... pero se que me podría ayudar..." ella enarcó la ceja

"Enserio?, y que es lo que quieres?" Me pregunto intentando aguantar una risa, era costumbre esto, al menos una vez cada mañana

"Un beso" le respondió sonriente y antes de que pudiera reaccionar ella me estaba besando, no dude, la besé, me fundí en el beso, sin duda estos eran mis momentos favoritos, cuando podía disfrutar con Annabeth, sin preocupaciones, si dioses molestando o pidiendo favores

Mis labios pasaron bajo su mentón sacándole un gemido, hace unos años hubiera estado completamente nervioso por eso, pero después de vivir con ella por cuatro años he aprendido cada uno e sus puntos sensibles, claro eso igual vino en viceversa, pues tan rápido como besé su mejilla ella apretó el punto en mi espalda baja que una vez fue mi 'talón de Aquiles', sacándome un gruñido suave, sonreí contra su piel y besé su cuello, seguí besando hasta que un olor a quemado me distrajo,

"Beth?" Pregunté preocupado, no sabía por que olía a quemado, hasta que me fijé en la waflera que estaba hechando humo, rápidamente saqué el waffle quemado y lo puse sobre el plato, de ninguna manera podía dejar que Annabeth comiera el Waffle quemado

"Toma" dije entregándole el plato que ya estaba listo y tome el que tenía el waffle quemado intentando correr a la mesa para que no me lo quite, pero claro, tenía la espalda un poco adolorida después del ataque de Oso/Frank, así que más que correr arrastre mis pies hasta la mesa y Annabeth solo me one ser o sin entender por que lo hacía

"Percy..." dijo una vez que estaba en la mesa, le sonreí desde ahí "olvídalo" agregó sentándose enfrente, sus ojos de gris tormentoso girando como engranajes,

"Que pasa?" Le pregunté después de un buen rato sin que hablara, ella sonrió con nostalgia

"Solo recordaba todo lo que hemos pasado" dijo con una sonrisa triste, y la verdad era triste, durante nuestros años de amistad perdimos a muchos amigos, y una vez que empezamos a salir las cosas no mejoraron, Hera me secuestro, luego Gaia, Tártaro, pero las cosas estaban mejorando, faltaba menos de medio año para que me gradúe, y Annabeth ya era una arquitecta reconocida, tome su mano y la mire a los ojos