Percabeth: La historia Del Mar y la lechuza

La Batalla Avanza

Campamento Jupiter
Noviembre 25 2020
10:30 UTC-8
Omnisciente POV

Annabeth estaba harta de las cuatro paredes que la rodeaban, es cierto que no estaba sola, Sally y Estelle la acompañaban, pero no era lo mismo, desde el sexto piso del hospital de Nueva Roma podía ver con facilidad los estragos que sucedían en el campo de Marte, en el campo de batalla donde Percy estaba peleando, lo peor de todo es que ella tenía un mal presentimiento, quería ir a asegurarse que estuviera bien, ademas sabía que la mayoría de los semidioses estaban peleando, muy pocos se habían quedado atrás a intentar contactar con Meg McCaffrey, Quiron, o Lityerses, incluso los dioses vendrán bien, pero parecía que habían perdido contacto con el exterior del campamento

Ella sabía que necesitarían ayuda, como o por que no tenía idea, lo que si sabía es que había algo dentro de ella que le decía que debía conseguir aliados urgentemente, y si eso fuera poco también tenía la sensación de que Percy estaba en problemas, le había pedido a uno legado de edad avanzada que le dijera que era lo que pasaba, pero al parecer nadie sabía con certeza que pasaba en el campo de Marte, únicamente podían ver la nube de monstruos voladores que eran abatidos por cientos de cazadoras en pegaso al digno estilo de las valkirias

Annabeth se levantó de su cama, Sally quien la había estado acompañando la miró con preocupación deteniendo su lectura, después de todo en la condición de Annabeth no era recomendable que estuviera andando tanto, pero Annabeth era incapaz de quedarse quieta por mucho tiempo, el TDAH de la semidioses actuando en su peor momento, y tampoco ayudaba los truenos que retumbaban de vez en cuando en el campo de batalla, ni todo lo que pasaba ahí y era fácilmente observable desde su ventana, Annabeth empezó a caminar alrededor de su cama llamando la atención de la pequeña Estelle quien estaba sentada en el suelo jugando con un peluche de una sirena

"Todo bien?" Pregunto Sally con un suave tono, Annabeth la miró mientras sostenía su crecido vientre, la hija de Athenea desvió su mirada mientras se incorporaba, Sally cerró su libro  mirándola fijamente al mismo tiempo que Annabeth se acercaba a la ventana, había pasado ya media hora desde el poderoso rayo que diezmó a los monstruos en el este, mientras en el oeste las cosas se veían más calmadas, a excepción de las llamaradas que cruzaban el aire

"Son demasiados" murmuro Annabeth miento por la ventana, Sally dejó su libro antes de levantarse y tomar a Annabeth por los hombros "Que tal si no logran repeler a todos" murmuro ella mientras una llamarada cruzaba el campo Sally la pegó a su cuerpo abrazándola, sabía lo que le molestaba, no era el hecho de que hubiera una batalla cerca de su ubicación, era que ella no podía estar ahí, no podía ayudar a Percy, estaba encerrada, incapaz de salir y ayudarlo como siempre lo había hecho, tenía que algo malo pasara por que ella no estaba ahí, tenía que Percy desprotegiera su costado, o con cuidara su espalda y terminara muerto

"Percy estará bien... ha pasado por cosas peores" replicó Sally, a Annabeth negó con la cabeza viendo como un rayo derribaba a un grifo, no confiaba en eso, en lo más profundo de su ser no podía evitar preocuparse por que Percy no viera alguna flecha volando hacia el, o que se lejana mucho de los demás permitiéndole a los monstruos acercarse más a él como lo hizo en la batalla de Manhattan

"Pero estaba con el... o tenía la maldición de Aquiles, como sea siempre podía asegurarme que estuviera a salvo... ahora no, está ahí, veo lo qué pasa pero no se cuantos muertos habra" comentó Annabeth, sus ojos enrojecidos se negaban a dejar salir las lágrimas, no podía romperse, no en ese momento

"Ohh cariño..." dijo Sally suavemente y abrazando a Annabeth, esta la abrazó intentando mantener la calma, no sabía si eran las hormonas del embarazo, o pura preocupación, pero cada vez que pensaba en que Percy estaba estaba tan cerca de ella pero al mismo tiempo tan lejos y que en cualquier momento su vida podría acabar ella empezaba a sentir como el aire le faltaba, como su garganta se cerraba y ansiedad se extendía por todo su cuerpo, como en cualquier momento podía romperse la calma que tanto le costaba mantener