Una cita en New York

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New York
Enero 26 2013
Percy POV

Estaba sentado en la cama de mi camarote en el Yate, tenía en mis manos el collar que había recibido el día anterior, aún me daba vueltas la información que me habían revelado, un collar hecho con la esencia de un primordial como regalo de bodas a la esposa de este, aún que era más sorprendente el hecho de que mi padre se lo haya ofrecido a mi madre y ella lo haya rechazado, tenía que escuchar la historia completa, pero otro día, hoy tenía una cita con Annabeth, donde le daría este mismo collar.

En fin, escondí el collar cuando escuché a Annabeth llámame, ella se había ofrecido a preparar el desayuno a lo cual no me negué.

Después de desayunar y ponerme una ropa 'decente' salí junto con Annabeth a las ajetreadas calles de New York, no íbamos a una cita convencional, mas bien pasearíamos por toda la ciudad hasta que tenga que ir al Olimpo para ver el final de una de las obras, el templo a Tyche, fue uno de los primeros en empezar pero ha sido de los más tárdanos debido a la versatilidad de la diosa.

Tomamos un taxi hasta Rockefeller Center, donde fuimos al lugar preferido de Annabeth, una librería, quería conseguir un nuevo tomo de una serie de Arquitectura, al parecer los mortales consideraban ese libro como uno de los mejores, y Annabeth siendo Annabeth lo quería además de que le ayudaría a mejorar en la arquitectura moderna, pues se dedicaba más a los templos antiguos, aún así ella me explicó que quería encontrar un manera de unir ambos aspectos, haciendo que se vea elegante y moderno pero al mismo tiempo que tenga ese aire de antigüedad e historia con un toque de sentimiento.

No voy a entrar en detalles por qué sigo sin entender al completo de lo que habla, y eso que he intentado estudiar sus libros para que parezca interesado, claro todo lo que se ella ya lo sabe pero quien sabe tal vez la logre sorprender.

Al entrar a la librería no separamos, por suerte los monstruos mantenían su distancia de nosotros, el lugar era bastante grande, tenía tres pisos y demasiados estantes para contarlos, empezando por la parte de Arquitectura, obviamente, recorrí todos los estantes buscando por el libro que ella quería, aunque no lo logre encontrar, volví a recorrer toda el área y no encontré nada, probablemente por mi dislexia, decidí regresar y preguntarle al encargado si lo tenía.

Aunque como siempre me gano Annabeth quien tenía no solo el libro que buscaba, si no que también otros dos, uno de ellos también de Arquitectura mientras que el otro tenía un pez payaso en la portada, ugh, esos tipos no son nada graciosos, al contrario son muy groseros, casi me hacen desear que me llamen lord, palabra clave, casi.

"Hey, Beth, que tienes ahi?" Pregunté alegremente usando el nuevo apodo que le había empezado a decir, y como aún no me había pegado ni gritado supuse que no le molestaba,

"Uhm, ya sabes unos cuantos libros" dijo extendiéndome el del Pez, lo observé era una nueva edición que había sacado un par de científicos se llamaba, Secretos del Océano, ehh, no creo que haya muchos secretos que no pueda descubrir por mi cuenta, a menos que sea un animal que habita únicamente en aguas de otro panteón como las de Canada

"Ehh, gracias, y para ti que tienes?" Le pregunté, me mostró los libros con una sonrisa y después de pagar (yo pagué) nos fuimos de ahí, en mi mano izquierda tenía la bolsa con tres libros, la derecha sosteniendo la de Annabeth.

Seguimos caminando un poco más hasta que llegamos a la escultura de Atlas sosteniendo el mundo, un error común, sostiene el cielo para que esté no caiga y destruya el mundo, aún así verlo no me traía buenos recuerdos, fue un invierno no difícil, no tuve a Annabeth, Bianca y Zoé murieron, sostuve el cielo, sin duda una experiencia que no me gustaría repetir.

Percabeth: La historia Del Mar y la lechuzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora