8. EL DESEQUILIBRIO DEL COSMOS

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Maxime ultima la mochila que ha preparado para irse con su nuevo amigo. Echaría mil cosas siendo lo previsora que es, pero el hecho de no estar en su casa y haberse llevado lo justo, la limita de una manera que a ella le pone nerviosa.

Ya ha desconectado el correo del telefono y ha bloqueado las llamadas del trabajo. Cambiado los fondos de pantalla y los nombres de la agenda que deberían preocuparla.

Está echandose un ultimo vistazo frente al espejo cuando suena el telefonillo.

La Maxime mas sencilla del mundo, al otro lado del espejo, cambia la cara y pone un gesto nervioso, que hace que se estire la camiseta y se mire como le queda otra vez el pantalon del chandal. Mayo llega mañana, con su ni frio ni calor.

No deja espacio para que la contesten , asomandose por el balcon y contestando "ya bajo" por el telefonillo colgando casi al instante.

Pero menos tiempo ni espacio la da la vida a ella, que cuando esta recogiendo la maleta del suelo, suena el timbre de su casa directamente.

Echa un vistazo para no haberse dejado nada del trabajo por medio y abre la puerta. Ahi le tiene, vivo anuncio de deportes, apoyado en el alfeizar de su puerta.

-Tienes bikini? - pregunta sonriendo

-Tienes paciencia? Parece que hayas subido volando - contesta ella dejando la maleta en el suelo

-No queria hacerte dar dos viajes. Tienes bikini no?

Bikini. Tendrá bikini en algun lugar de las cosas que se ha traido?

-Uf, creo que si, pero me he mudado aqui hace poco y no se donde puede estar...- Repasa mentalmente si puede tener algo y le puede sonar que tiene que tener los de ir a la piscina del gimnasio - me das un minuto?

Diego asiente y entra cerrando la puerta detrás suya. Observa cada detalle de la entrada, tan minimalista y casi vacía.

-Cuando dices poco viviendo aqui... es ayer? - pregunta, cachondeandose de la escasa decoración que ve

A ella le da un pequeño respingo en la espalda.

-Menos de un mes, y tienen que llegarme las cosas de casa de mi madre! - grita - ya te llamare para que me la decores.

Se adelanta al pequeño salón del loft y la ve por detrás buscando en una bolsa de deporte. El salón , luminoso y escueto, solo tiene libros, pocas fotos y un par de jarrones con flores.

-Flores no faltan por lo que veo.

Maxime se gira a mirarle, sobresaltada por su cercana presencia cuando le creia esperando en la puerta.

-Me encantan las flores y las plantas, es lo primero que metí en casa.

- A mi madre tambien le encantaban las plantas, era una friki de la jardineria. - dice, acariciando con cuidado una de las hojas del poto que tiene mas cerca.

-Y por eso tuvo un cardo como hijo? - le pregunta ella, a punto de reirse.

Diego avanza directo por el salon y la coge en brazos, como si de un saco de patatas se tratase.

-Voy a meterte la cabeza en el horno, tienes cocina en esta casa o comes las hojas de las plantas? - dice divertido dando vueltas.

-Lo retiro! - grita ella, divertida por la situacion - Diego lo retiro! pero bajame que me mareo!

-Que te mareas?

Acaba de decir las palabras magicas,.

Da varias vueltas sobre si mismo y la lanza en la cama, muerta de la risa. El se limita a coger el bikini, que se ha caido al suelo y se lo lanza a la cara.

SIN LIMITESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora