Justo, cansado de pasar un largo día trabajando en el porche de la casa de su buena amiga, se sienta en la escalera y da por terminado el trabajo que ha hecho. Admirándolo con la mirada y sonriendo ante tal hazaña. Le ha costado un par de días terminarlo, pero ahí esta. EL porche le ha quedado como si el fuera el rey de los carpinteros y pintores y no un policía que sigue jugándose día a día su puesto de trabajo y una temporada en la cárcel por proteger a su amiga.
Pero eso ahora mismo no le importa, ahora disfruta del trabajo bien hecho.
-¡Te esta quedando de película Santos!
Más que acostumbrado a su nombre falso para la relación de amistad que tiene con ella, Justo se gira y mira a Salomé, que se acerca con unas cervezas a donde el se encuentra y se sienta a su lado.
-De película lo querías, de película lo tienes. – contesta feliz y dándole un primer trago a la cerveza.
-A veces pareces el genio de la lampara. – añade brindando con el y buscando algo en el infinito con la mirada.
-Venga, que es lo que te preocupa.
-¿Tanto se me nota? – le replica sonriendo mientras el asiente – es Magno. No quiero nada de esto para él.
El la tranquiliza poniéndola la mano en la rodilla.
-Mándale fuera. Iros fuera los dos. Tienes todo lo que necesitas para hacerlo y seria infinitamente más seguro para ambos.
-No puedo Santos. Mi hermana, mis sobrinos. Ellos no saben ni un cuarto de la verdad y no se como gestionarlo.
-Salomé, todo esto, si lo hablas con tu hermana...
-Si lo hablo con mi hermana me dirá que tenia que haber dejado a Magno lejos, haberlo mandado con su padre, que la tenia que haber hecho caso.
-Se queja pero sus hijos se están criando en una casa que pagas tú con un negocio que ella odia, no tiene derecho a decir absolutamente nada.
Ella se echa las manos a la cara y entierra la cabeza entre las rodillas.
-¿Estas bien? – pregunta la voz de un joven Diego que acaba de salir de la casa.
-Claro cariño, es este calor, este sol, y que hoy no me han sentado muy allá las pastillas. – le dice mirándole con devoción.
-¿Quieres que llame al Doctor Frías?
-No cariño, no llames a nadie... ¿Has visto como ha dejado Santos el porche?
Diego sale del porche y mira hacia la casa, feliz y aprobando con la mano.
-¡Un diez al artista!
Saca su cámara del bolsillo, con la que estaba haciendo fotos a los bebes que había tenido su perra la noche anterior y le incita a levantarse.
Salomé se retira y observa a su amigo posar feliz levantando los brazos, triunfal.
-Tengo que irme Salomé, mi mujer se va a pensar que me he casado y tengo otros hijos por ahí. – dice recogiendo sus cosas.
-Tu mujer es una santa, ¿tus hijos están bien? – pregunta pidiéndole a Diego que se acerque a ayudarle indicándoselo con las manos.
-El mayor entra seguro este año o al que viene a la academia y la pequeña me tiene loco, pero bien.
-Bueno, ya sabes que es la edad. Va mejorando con el tiempo.
-Tu no puedes opinar con la infinita suerte que has tenido.
-Me encantaría quitarte la razón pero... es cierto. -Se gira sonriendo a su pequeño y de nuevo mira a su amigo que esta recogiendo sus cosas.- ya no nos vemos hasta dentro de unas semanas no?
-Efectivamente, porque mañana me vuelvo a ir de operativo y no se si podré volver pronto o tarde o que, yo te iré llamando como siempre.
-Dame un abrazo amigo.
El abrazo que se dan también queda inmortalizado en la cámara de Diego, con una sonrisa gigante detrás de la cámara.
-Adiós enano, la próxima vez que volvamos a vernos cogemos las motos y nos vamos a que te enseñe como no caerte.
-Ojala sea verdad. Porque me pareces un poco patoso.
Le golpea el brazo y vuelve a despedirse de Salomé con la mano mientras se dirige a la puerta de la finca. Ahí coge su moto y se sube encima de ella, no sin antes, escribir a su Gabriela y avisarla de que está camino a casa.
ESTÁS LEYENDO
SIN LIMITES
מתח / מותחןMaxime es una joven policia que acaba de ser promocionada al equipo de investigacion de su novio, con la mala suerte de que, el primer dia, la usan de cebo para conseguir informacion para un caso muy importante. ¿Mala suerte? Depende de por donde se...