La habitación cada vez se le hace mas agobiante y Garrido tiene ganas de meterle cuatro puñetazos a cada cosa que le rodea. Entre esas cosas, todos los informes que le acaban de traer de la pobre muchacha secuestrada.
Descuelga el teléfono y marca el mismo número una vez más.
-¿Hemos localizado el todoterreno? – pregunta cuando oye que responden la llamada.
-Aún no sabemos...
Cuelga de golpe y suelta un "joder" tan sonoro que parece que vibran los cristales de la oficina.
Todos están en las mesas que tiene a su alrededor y se han girado a mirarle.
-¿Nada? -pregunta Tomás.
Niega con la mirada y se levanta de la silla.
-Se mueven.
Garrido mira hacia San Segundo, recién incorporado al operativo, joven pero eficiente.
-¿Hacia donde?
-Parece que vuelven hacia Ribadeo.
-¿Alguien sigue controlando las constantes de Medina? – pregunta ante un silencio sepulcral. – Vale, me imagino que a nadie le ha dado por controlar esas cosas. ¡Pues se puede! – añade gritando - todos tenéis los putos relojitos esos que lo controlan con el teléfono joder que parecemos tontos.
-No podemos fiarnos de eso Garrido... - dice Marcos, enterrado entre informes sentado en el suelo.
-No Marcos, ¿sabes en lo que vamos a fijarnos? En que ayer te llamaron doce veces antes de que quisieras coger el teléfono, en que aun no te las has apañado para llamar a tu novia, en que no tenemos nada en claro y la pobre muchacha esta en un funeral en vete a tomar por culo de su casa. – sentencia Serrano, entrando por la puerta cortando la primera cabeza que pilla – y ahora, para añadirle mas mierda al asunto, resulta que Medina ha visto a Ariadna, la secuestrada, en el coche de Risto y nos tenemos que ocupar con los de tu cuñado de donde narices está.
-Acabo de localizar el todoterreno por las cámaras que nos ha cedido tu contacto. Es un Range Rover Evoque, la matricula coincide. No está al nombre de nadie relacionado con ellos. – dice Ruth interrumpiendo la retaila de cosas que Serrano suelta sin pensar. – ¿Jorge? – pregunta mirando hacia el lado del hermano de Maxime.
-Hay que seguirlos, no nos podemos arriesgar a que decidan tirarla por la carretera o hagan cualquier cosa con ella... el tiempo ya no juega en nuestra contra, si se dedican a pasearla no quieren matarla, pero les seria fácil deshacerse de ella.
-¿Se la habrán llevado desde Madrid? – pregunta Garrido desde la mesa.
-Seguramente... Moveos, Sanse, Tomás, os subís. Los demás buscad en que hotel o en que casa se van a quedar esas sabandijas, si se mueven hacia Madrid, igualmente quiero que os quedéis allí por Medina.
-¿Pero si vuelve mañana es ir para volver no? – se queja Tomás.
-Voy yo – dice Marcos mirando a Serrano – me conozco bien esa carretera y la zona.
-Se van ellos dos, si quisiera que fueras tú, habría dicho tu nombre. Vamos.
Tomás y Sanse recogen sus cosas con Marcos enfadado y con la mirada perdida en dirección a la ventana. Garrido echa con una mano a todo el mundo menos a él y a Ruth. Se avecina una conversación que ninguno de los dos quiere tener con su jefe.
-Si os digo hasta donde me tenéis los dos, no os va a sorprender. No os voy a decir nada mas que dejéis de hacer el imbécil y os pongáis a trabajar. Tu novia esta metida en un operativo que es muy difícil y creo que lo ultimo que necesitamos es que haya mas lios de oficina aquí. Si os tengo que mandar a cada uno a una punta no voy a dudar en hacerlo.
Ruth hace amago de ir a contestarle, pero es Serrano quien la calla.
-Vazquez, no estas en posición de negar nada o de quejarte. Iros cada uno a vuestra casa, aquí ya hoy mas no podéis hacer, con cualquier movimiento tengo a dos pendientes, ellos os avisan.
Garrido y Serrano abandonan la sala dejando a los dos con la misma cara de dos personas que acaban de ver una película de suspense sin poder ver el final. Ruth se gira y coge su bolso, Marcos solo recoge su móvil y antes de dirigirse hacia la puerta intercambian una mirada triste.
¿Era una tonteria para Marcos? ¿Se había metido en semejante jaleo solo por el morbo que le daba Ruth?
Si solo hubiera sido una aventura no hubiera dado mas de si que un día tonto, pero llevaban mucho tiempo así. Tanto que de por medio, el novio casi por carta, de Ruth, la había pedido matrimonio y ella había dicho que si. Tanto que el día que le encarcelaron, ella lloraba porque ninguno de los dos iba a estar a su lado. Llevaba tanto tiempo engañando a Maxime que ya no sabia muchas noches que escusa poner para decir que necesitaba dormir. Pero la quería, quería a Maxime, quería a su pequeña Maxime.
Sin embargo, dentro de todo lo que la quería, el hecho de que Ruth y el tuvieran esa relación de amistad en la que entraban tantas noches a solas le daba que pensar cada una de las noches.
-Si se han dado cuenta ellos, quien no tendrá ni idea de esto... - dice Ruth en bajito.
-No tiene porque enterarse él si es lo que te preocupa. – contesta Marcos de manera borde y directa.
-No se trata de que se entere él, se trata de que va a pasar cuando se entere ella.

ESTÁS LEYENDO
SIN LIMITES
Gizem / GerilimMaxime es una joven policia que acaba de ser promocionada al equipo de investigacion de su novio, con la mala suerte de que, el primer dia, la usan de cebo para conseguir informacion para un caso muy importante. ¿Mala suerte? Depende de por donde se...