—No puedo creer que nos marchemos ya...
Rebecca suspiraba mientras metía sus últimas pertenencias en la maleta.
—Lo sé, esta semana ha pasado muy deprisa.
—Nunca tendremos unas vacaciones iguales a estas...
—¡No digas eso! —me giré a verla, tenía uno de los bikinis que había traído en la mano, observándolo detenidamente. Se lo arrebaté y lo metí en su maleta.
—¡Eh! —se sorprendió.
—Nada de lamentos. Ya lo repetiremos, ésta no será la última vez —le prometí, y también quise prometérmelo a mí misma.
—¿Cuándo va a darse de nuevo una situación así? —Rebecca me estaba exasperando, a veces se comportaba como una cría.
—No tiene por qué ser igual —me giré y seguí empaquetando—. Las cosas pueden cambiar de un momento a otro y...
—A mí no me lo parece —me interrumpió.
—Aún no hemos llegado a Londres y ya tienes síndrome postvacacional —reí.
—No puedo evitarlo, este viaje ha sido muy especial.
—Lo sé, pero no nos queda otra que volver, tenemos que regresar al trabajo, y Tom y yo comenzamos los ensayos en breve.
—Pobre Tom, estaba convencida de que le darían el papel... —se lamentó Rebecca. Obviamente, era lo mejor que le podíamos decir para evitar más mentiras en un futuro.
—Yo también, sobre todo teniendo en cuenta que ha llegado hasta el final de las pruebas, pero qué se le va a hacer —traté de parecer decepcionada.
Odiaba tener que engañar a mi mejor amiga, pero no podía contar a nadie la verdad sobre Tom, aunque en ocasiones me había sentido tentada a hacerlo, para poder desahogarme. En los últimos días, sobre todo después de su decepción con Arthur, había querido revelarle lo que eran ambos, y de ese modo habría entendido por qué quería protegerla. Pero, en lugar de eso, me conformaba con escucharla y asentir a sus quejas, tratando de convencerla de que no era su culpa, que seguro no había vuelto por algún asunto importante que requiriera de su presencia.
—Aunque es una lástima que no haya podido disfrutar de la isla con nosotras —continuó Rebecca—. Tal vez habría sido mejor que le hubieran descartado antes.
—Puede ser, aunque él está feliz de haber llegado hasta el final. Quién sabe, quizá el director lo llame para futuras audiciones —intenté aparentar esperanza.
—Seguro que sí —miró el reloj—. Aún faltan unas horas para coger el vuelo, ¿quieres una última copa en la piscina?
—Por supuesto —asentí—. Sólo dame unos minutos para comprobar que no nos dejamos nada.
—¿Avisamos a Tom?
Me giré para mirar a través de la puerta de la terraza. Todavía faltaba un poco para el crepúsculo.
—Mejor no, me ha dicho que quería dormir un poco antes de irnos al aeropuerto. Le mandaré un mensaje para avisarle de que estaremos abajo hasta que hagamos el check out.
Una rato después, Rebecca y yo estábamos en el chiringuito de la piscina, tomando nuestro último mojito. Pese a que me había hecho la fuerte con Rebecca, yo también estaba deprimida por tener que volver a Londres. Aunque en mi caso, era todavía peor, pues tenía miedo de lo que podía estar esperándonos allí. Odiaba ese nerviosismo que se había apoderado de mí y se acrecentaba al pasar las horas.
![](https://img.wattpad.com/cover/235674283-288-k669502.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Eternamente tuya
FanfictionJessica es una actriz de teatro que trabaja como camarera a la espera de encontrar el papel de su vida. En su último casting, coincide con Tom, un actor más experimentado que seducirá a Jessica sin que ella pueda hacer nada para evitarlo. Sin embarg...