13: Perseverance.

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⚠️ advertencia ⚠️

Omegaverse con omegas intersex, Deku Omega intersex, Katsuki alfa híbrido serpiente. Sexo con consentimiento dudoso. Doble penetración.

Una pequeña marranada que hice ✨

(...)

Izuku jamás se esperó que el guardián de su casa fuera una pitón, más o menos era eso. Un híbrido pitón, grande, muy grande. Su padre lo trajo a casa para que la protegiera, era normal que en cada familia hubiera uno, pero sinceramente Izuku esperó más un perro, un poco más allá podría ser un lobo.

Ahora, sinceramente, ya no importaba nada de eso. El pecoso lo conoció cuando tenía diez años, y después de eso las cosas no fueron tan bien como se dice.
Pues Katsuki, como se llamaba la pitón, siempre buscó alguna forma para atormentar al pequeño niño.

Lo asustaba saliendo sorpresivamente de cualquier parte, lo hacía caer con su cola, ¡Asustaba a los amigos de Izuku cada vez que iban a su casa! Poco a poco ellos ya no quisieron visitarlo al ver lo hostil que se comportaba el guardián. No querían morir con los huesos triturados por parte de cierto escamoso.

Aún así, a pesar de que Izuku estaba seguro que Katsuki lo odiaba, le parecía fascinante, la parte humana del híbrido era espléndida, bronceado lleno de músculos, un abdomen plano y brazos fuertes. No era necesario que Katsuki se pusiera una camisa, e Izuku estaba internamente agradecido con ello.

El cabello de Katsuki era casi del mismo color que sus escamas, de un amarillo cenizo, casi tan deslumbrante como el mismo sol, y esos ojos, Izuku era pequeño, y se sentía aún más pequeño cuando esos ojos rasgados de color rubí se posaban en su persona.

Su ceño fruncido y rostro serio solo hacía que fuera más intenso e intimidante, y esa sensación no cambió ni al pasar los años.
Cuando Izuku cumplió dieciocho ya había cumplido gran parte de sus sueños, estudiaba duro para heredar el trabajo de su padre, y su madre siempre estaba allí para darle ánimos.

El pecoso estaba feliz, pero nunca se imaginó que su buena vida podría cambiar de un momento a otro sin avisar. Un tarde camino a su casa se sintió mal, una fiebre cubrió su cuerpo e Izuku no sabía que estaba pasando, creyó que tal vez era algún resfriado.

Cuando llegó a su casa no notó el siseo de la serpiente que seguía con cuidado sus pasos. Izuku llegó a trompicones a su habitación y se tiró en su cama sintiendo su fiebre subir, quiso dormir un poco aunque sea, sus padres no estaban en casa y no sabía a qué horas iban a volver.

Fue una pena que los progenitores del Omega recién presentado no estuvieran en casa en su primer celo.  Katsuki se deslizó silenciosamente por el suelo de madera pulida y llegó hasta la habitación del menor de la casa.

La puerta estaba abierta, como si estuviera invitándolo a pasar a él y solo a él. El rubio dejó salir su aroma a alfa, lleno deseo y lujuria, haciendo que el Omega en su cama se revolviera aún más y chillara por el aroma. Ya era hora de que Katsuki obtuviera por fin lo que estuvo esperando desde hace años.

Izuku se sentía mal, muy mal, su coño palpitaba y estaba tan mojado, se frotaba contra su almohada buscando algo de alivio. Cuando un aroma de alfa llenó su cuarto, un aroma de un alfa muy interesado en la situación, el pecoso solo chilló más llamando al dueño de ese aroma.

Se desesperó en quitarse la ropa, casi rompió los botones de su camisa y los pantalones junto a su ropa interior voló lejos de su cama. Tembloroso e instintivamente, Izuku llevó sus dedos a su coño y comenzó a frotarse con algo de fuerza, fue solo cuando escuchó un chirrido de la puerta que volteó hacia ella.

Jadeó cuando miró a Katsuki en el umbral, el aroma sofocante, como bosque en llamas, jengibre y canela, ese aroma venía del rubio, y por una mierda que a Izuku le encantaba. El Omega gimió tembloroso, se volteó boca arriba y abrió sus piernas ante el híbrido pitón, se estaba presentando en toda la regla al alfa en la habitación.

—A-alfa, te necesito. —el pecoso sollozó alzando un poco sus caderas y las movió de lado a lado, lo quería tanto, necesitaba algo urgentemente dentro de su coño, pues se sentía tan vacío que se iba a volver loco.


Katsuki sonrió y siseo, su lengua larga se paseó por su labio inferior, como si estuviera saboreando el aire, siendo el depredador que era. El rubio cruzó el cuarto en un parpadeo, Izuku apenas pudo murmurar incoherencias cuando las manos del híbrido se pasearon por su cuerpo y fue acomodado en una posición cómoda, las piernas del pecoso estaban lado a lado contra la pelvis del mayor.

—K-Kacchan… ¡Por favor, necesito…! —el pecoso exclamó siendo cortado a mitad de oración por los labios del híbrido, el beso morboso, lleno de saliva y mordidas solo hizo que el pecoso se derritiera más.

Izuku chilló cuando algo presionó contra su entrada, caliente y grande, dos cosas grandes estaban presionando contra su coño virgen. El pecoso miró hacia abajo con algo de miedo, había dos enormes pollas queriendo entrar en su interior, rojas y furiosas, una de ellas parecía tener pequeñas protuberancias desde la punta a la base.

Ni siquiera tuvo tiempo de replicar, el aire de sus pulmones salió por completo cuando las dos pollas presionaron aún más contra su entrada y se deslizaron hacia dentro sin detenerse. Izuku dio un grito ahogado al aire, sus ojos se volvieron blancos y saliva se escurrió por su mentón causado por su lengua que estaba afuera de su boca.

Dolió, pero lo bueno del celo era que transformaba todo tipo de dolor en placer. La cola escamosa del alfa se deslizó por su pecho y apretaba sus pezones con fuerza, sus pequeñas protuberancias eran torturadas sin remordimientos e Izuku solo podía gemir por ello.

Izuku no pudo acostumbrarse por completo a las pollas dentro de su coño, las embestidas fueron fuertes y rápidas, podía escuchar el sonido morboso de las pieles al chocar, más bien, su piel chocando contra la pelvis y escamas del rubio. Las grandes manos con uñas largas estaban alrededor de su cintura, Izuku podría jurar que con ambas manos el híbrido lo podía rodear sin problemas.

Su interior era abusado por dos pollas que se movían sincronizadas y sin ningún tipo de remordimientos, tocaban parte que el pecoso nunca se imaginó que podía llegar jamás. Ahora solo podía arquear su espalda y dejar que su voz saliera llena de placer de sus labios, era ardiente el calor que lo envolvía, no podía hablar y se sentía como si estuviera flotando.  

—¡Ka-Oh, ah!~ —Izuku arqueó su espalda con fuerza cuando sintió que ya no podía más, algo quería explotar desde su vientre y no pudo contenerse, su pequeño coño chorreo con fuerza e Izuku se sintió entumecido.

Aún así el híbrido no terminaba, siguió usando su cuerpo e Izuku perdió la cuenta de cuantas veces se "corrió", solo esperaba a que el híbrido lo hiciera pronto. Aunque, no hubiera deseado eso si hubiera sabido que pasaría, primero fue una gran carga de algo viscoso que llenó todo su útero, después, el rubio sacó una de sus pollas de su interior y dejó la otra que se hizo cada vez más gruesa.

Algo cayó, seguido de otra cosa, Izuku no sabía qué pasaba, pero se sentía más hinchado cada vez, y pesado. Su cuerpo no dio para más cuando los dientes del híbrido se encajaron en su cuello, sobre su glándula del aroma.

Izuku estaba por desmayarse, su cuello dolía, su vientre estaba muy lleno, y al mirar hacia arriba lo único con lo que dio fueron los ojos rubí.
Le miraban satisfecho, Izuku se dio cuenta de que desde el principio solo fue la presa de la serpiente pitón. Ese fue su último pensamiento antes de caer rendido.

Cuando los señores Midoriya llegaron a casa ya era muy tarde, Izuku había sido marcado y una camada completa se empezaría a gestar en el vientre del Omega, ya no podía separarlos aunque quisieran. Y Katsuki, él era el más feliz, pues su perseverancia e intentos para mantener a su compañera para él solo dio frutos, ahora sería el alfa más dichoso del mundo.

(...)

Es corto ajdjadkk, pero espero que les haya gustado. 🕴️

Zaorycast. ✨✨

Aventuras Katsudeku. (One shorts+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora