20: Idol.

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⚠️Advertencia ⚠️

Kacchan alfa chubby, Deku Omega transexual. Smut, fluff y amor del bueno. Idol Deku! ÛwÛ

Y antes que me digan "¿Pirqui pissy itri viz?", Así estaba en las imágenes de las cuales me inspire y no lo cambiaré. >:v
Estaba en twitter y ya se me perdió. :'v

(...)

Katsuki no era el estereotipo de alfa perfecto, en lo absoluto, los omegas huían de él como si fuera una plaga. ¿La razón?
Es panzón, gordo, una bolita de grasa andante, fan de la música y Otaku a kilómetros. La única razón por la cual los demás saben que es un alfa es por su altura y aroma, ese aroma a jengibre picoso, y con un toque quemado era inconfundible.

Aún así, puede que tenga un buen aroma, su cuerpo es la razón por la cual está soltero. A pesar de ser alfa, no es del todo su culpa, desde joven siempre fue algo relleno, jugar siempre con las consolas y casi nunca salir le pasaban factura ahora.

Sin embargo, eso no quitaba el hecho de que Katsuki podría enamorarse, y lo hizo, el rubio podía mirar su computadora por horas e incluso días los mismos videos de ese peliverde, dios mandado a la tierra para llenarlos de belleza y majestuosidad.

¡El idol Zuzu-chan!

Una cosita tierna y pequeña, era el estereotipo perfecto de los omegas, amable, lindo, delgado, pequeño y sumiso.
Katsuki solo podía suspirar cuál colegiala al verlo bailar y mover su cuerpo rítmicamente al sonido de la música que cantaba.

Era tan hermoso, pero sobre todo inalcanzable. Izuku, como se llamaba en verdad el Omega, tenía cientos de millones de pretendientes, millones más de fans. Y a su altura solo habían alfas que eran modelos o cantantes iguales a él, atractivos y de clase alta.

Pero Katsuki era un soñador, imaginaba tenerlo en sus brazos, cocinarle algo de buena comida y mimarlo como el rey, o reina, que debería de ser. Y aunque él sabía que muchas de esas cosas eran imposibles, eso no impedía que estuviera tres horas esperando como serpiente una página web en donde en pocos minutos abrirían la casetas de boletos para su próximo evento.

Un concierto en Tokio, la ciudad en donde vivía Katsuki. Era su oportunidad para verlo una vez más, aunque sea solo desde las gradas. Era una alegría en su corazón verlo en vivo sobre la gran tarima, cantando y bailando con la gracia de una bailarina profesional, bueno, lo era.

—Cinco, cuatro, tres… dos.. ¡Ahora! —apenas había salido el cartel cuando Katsuki ya le dio al botón de comprar, el rubio sonrió, sin embargo, un anuncio apareció en su pantalla y lo hizo casi desmayarse.

"¡Felicidades por ser el primero en conseguir un boleto! Como recompensa podrá ver en persona a su idol favorito para saludarlo!"

(...)

"Mierda, me están sudando demasiado las manos"

Pensó el rubio con agonía mientras se frotaba por décima vez las manos en los lados de su pantalón. Tenía una banda en la cabeza con el nombre "Zuzu Number 1°" y su camisa literalmente decía lo mismo, solo que esta tenía una imagen del pecoso sonriendo.

Katsuki tenía un pequeño ramo de flores en la mano, una mezcla de camelias rojas, tulipanes y un par de rosas rojas. Caminaba detrás de la guía que lo llevaría al camerino del Omega pecoso para conocerlo. Podía sentir las miradas de miedo e incluso asco mal disimulado de los trabajadores y los otros idols hacia él.

No le importaba, Katsuki solo quería saludar a su mayor admiración, tocar su mano por primera vez, y tal vez última, en su vida. El rubio solo deseaba que no le fuera a tener desprecio, nunca puso atención a lo que decían los demás sobre él, pero, si el Omega lo hacía, las cosas podrían ser un poco diferentes.

Aventuras Katsudeku. (One shorts+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora